Olivia Damschroder (sábado)
Salimos del cuarto de baño, retomamos la marcha hacia la cocina, se sienta en una de las sillas y me sienta en sus piernas, los platos con el desayuno, los pone a un lado y me acomoda en su cuello, él también necesita comer, me tendré que aguantar los olores, aunque con el esfuerzo que hice, siento menos los aromas, me pongo derecha, le doy un beso en la mejilla, le coloco su desayuno al frente para que vea que ya puedo aguantar los olores. Me levanto.
Olivia Damschroder (sábado)Mi madre me sigue tratando como si todavía fuera su niña pequeña, sé que no lo hace por mal. Soy su única hija. Siempre me ha tratado con guante de porcelana, como si no quisiera que me pasara nada. Es normal en una familia que solo tuvo un hijo.–
Olivia Damschroder (sábado)–Buenas tardes, familia.Dice Owen al entrar a su casa, están en la sala de la entrada, se levanta a saludarnos, los besos y los abrazos son bienvenidos, esta familia demuestra siempre su amor por cada miembro que la conforma. Mi bebé tendrá una muy amor
Owen Kewlyn (viernes)Solo ha pasado una semana desde que me enteré que iba a ser padre. Sus nauseas matutinas han ido en aumento, son normales desde un punto de vista científico, pero su estado de ánimo en las mañanas decae muchísimo, por lo que le cuesta recuperarse para poder ir al trabajo. Su cara está un poco delgada sin llegar a parecer demacrada. Siempre se siente mejor cuando pasan las náuseas e intenta consumir algo de alimento, por lo regular son cítricos y galletas saladas.
Owen Kewlyn (sábado)El día de ayer, llevamos a mis suegros a cenar, el restaurante era elegante y discreto, conversamos sobre sus días en el crucero, de lo bien que la pasaron y por supuesto, compramos el pastel combinado para celebrar, estoy complaciendo a mi chica, el sabor del pastel es delicioso, creo que su antojo valió la pena. Owen Kewlyn (sábado)–Queridos amigos, estamos reunidos el día de hoy, para formalizar el compromiso de mi hijo Owen y su novia Olivia.–Es un gran honor para nosotros que sean participe de este compromiso – en esta ocasión habla el padre de Olivia.–Nos enorgullece presentarles a la futura pareja y que les auguren un buen porvenir.Nos felicitan y seguimos con la reunión, la cena ha ido de maravilla, aunque en un punto de la misma, noté a Olivia un tanto nerviosa, la tomé de la mano y no me separé de ella, no sabía a qué le temía, su mamá estaba dichosa con la noticia del compromiso. Cuando todos los invitados han partido a sus respectivas casas, vamos a la sala para poder darles la buena noticia.–Ahora nosotros tenemos que darle una nueva noticia a ustedes, por eso esperamos a que estuviéramos solos – todos se Capítulo 61
Owen Kewlyn (domingo)Entro a la habitación y mi chica está acostada en la cama de lado, dándome la espalda, coloco el vaso con el líquido ambarino que me dio su mamá para que se lo tomara y una rebanada de pan tostado, en la mesita de noche, me uno a su lado, arrastro mi brazo a través de su cintura, tomo su mano y le doy un apretón. Froto la parte de su vientre, donde nuestro bebé está creciendo. Sería su hipocampo, lo haría instantáneamente, cargaría con nue
Owen Kewlyn (domingo)Lo tomo el vaso de su mano, en verdad está picoso, pero agradable, le doy un sorbo, quiero que ella tome más si eso la va ayudar con los malestares. Le paso el plato con el pan tostado, lo mordisquea y se lo come con gusto entre sorbos del líquido ámbar. Se termina todo y coloco nuevamente el vaso y el plato en la mesita. Jillie Kewlyn (domingo)Son las diez veinte de la mañana, estoy en mi habitación casi lista para meterme a bañar, es un domingo de esos que te provocaban estar todo el día en la cama en pijama sin hacer nada, con una taza de chocolate humeante en tus manos, saboreando de su exquisito sabor y aroma. Me digo que podría hacerlo, pero es tarde y no quiero estar apurada para cuando llegue Gabriel, es tan puntual que a veces me asusta. Le ha tocado esperar varias veces, pero no lo hago a menudo, por eso me tengo que meter pronto a la regadera.Salgo de mi ensoñación cuando tocan a la puerta. Recordándome que debo ponerme en movimiento.–Sí.Entra mi madre a la habitación, empieza recoger la ropa que está colocada en la silla del escritorio, es costumbre que venga por ella y la lleve al cuarto de lavado, dejo que lo haga por esta vez, no me cuesta nada llevaCapítulo 64