Olivia Damschroder
Oigo un ruido molesto y desagradable, que se logra meter a través de mis oídos sacándome de un profundo sueño. Era la primera vez que despertaba después de la alarma, aun así era temprano, el cuerpo lo sentía renovado y descansado, más quería seguir acostada por lo menos, cubrirme y volver a soñar despierta, pero eso no era posible, el trabajo esperaría por mi durante todo el día, por más que quisiera no lo podía dejar esperando, además no se iba a hacer solo, levanto mi satisfecho cuerpo de la cama y me acerco a la ventana, recorro las cortinas.
Había sido una noche lluviosa, el frio entraba por cualquier espacio disponible, solo esperaba que no fuera un día demasiado helado, vivir en New York, era vivir al filo del congelamiento, me asomo por la ventana y tal parece que el clima está confabulándose c
Owen KewlynNo tenía ni la menor idea de la hora que era, cuando miré el reloj y me mostraba las nueve con quince minutos, había pasado la mayoría del tiempo pensando en mi hermosa asistente, era mucho más que mi asistente, podría llevar cualquier caso que le propusiera y que se propusiera, solo que se consideraba con poca experiencia, en varias ocasiones le he propuesto su participación más activa en los últimos casos y no ha querido, tiene todo para sobre salir en el bufete y poder codearse con los mejores abogados de la ciudad, cada vez que se lo propongo, me responde con un, lo voy a pensar.Traté de terminar los asuntos pendientes, cinco minutos más tarde me dirigí a mi casa, al bajar al estacionamiento me encontré con un panorama que se venía ver desde la tarde, el ambiente frío invade mi piel, todo sería perfecto si me estuviera acompa
Owen KewlynAl escuchar las palabras de Jeremy, mi mente viaja en automático a esa extraña conversación con la chica del acento francés.‒ De seguro me estás hablando de la chica francesa.
Olivia Damschroder Mi salida de la oficina no fue la más glamorosa, me marché de forma apresurada y precipitada, me asombré de la cantidad de compañeros que salían en ese preciso momento de sus oficinas, me abro paso como puedo entre los muchos colegas, entramos al ascensor, no es que esté huyendo, simplemente es que quiero evitar un encuentro a solas, no respondería de mí.Saqué el móvil de bolso y llamé a un taxi, salí a la brillante luz de las farolas y sonreí mientras esperaba al taxi, seguía pensando en Owen y en su manera de querer acelerar las cosas, también porque ni yo misma era capaz de evitar que nuestro próximo encuentro fuera calmado o razonable, estaba perdida si pensaba que seriamos normales, a simple vista se notaba la tensión sexual entre ambos, si alejarme era lo correcto, así me mantendría hasta darle
Olivia Damschroder Me recuesto en el sofá porque de un momento a otro siento que me desmayo, paso mi brazo por sus hombros trayéndola junto a mí. La reconforto, no sé cómo me sentiría si estuviera pasando por esta situación, sé que en ella también encontraría el apoyo y mucho más, es como si fuera mi hermana. Me daba cuenta que la vida te podía sorprender de un momento a otro. Suspiré en lo más profundo de mí ser e hice que volteara a verme.
Owen KewlynEl solo hecho de pensar que el día de mañana la voy a volver a ver, mi cuerpo se estremecía, me vibraba el pecho, sudaban las manos, fantaseaba a todas horas y que lo más probable fuera que le robara un beso, un beso de verdad de esos que te roban el aliento, te suben a las estrellas y te dejan en la orilla de un mar de remanso. Desperté con ánimos renovados, tomé una ducha, me vestí y salí al pasillo, tomaría un ligero desayuno y partiría a buscar el detalle que
Owen KewlynLa tarde llegó a su fin y con ello la partida temprana de Olivia, las chicas siempre apartaban cita para estas fechas, mamá les había enseñado que siempre en los eventos familiares se debía asistir lo mejor presentable posible, razón de más para que estuviera lista a la hora pactada con mi hermana, nos despedimos con un largo beso a puertas cerradas en el despacho, ya no habíamos podido contener después de tantas veces encontrarse nuestras ardientes miradas. Parecemos una pare
Olivia Damschroder El día me pareció poco. No me había alcanzado el día, para aprovechar cada espacio de descanso para demostrarle a Owen cuanto me gustaba. Nos besábamos, nos tocábamos y a duras penas nos teníamos que separar. La última fue la de hace un rato. Si por mí fuera, me iba a la cena con lo que traía puesto, pero la madre de Owen era estricta en lo referente a presentación y etiqueta, como si fuéramos a asistir a una función de la ópera.
Owen Kewlyn A las siete y media en punto, bañado, cambiado con un traje azul marino, me dirijo hacia la casa de Olivia, eso nos da el tiempo suficiente para llegar con puntualidad. El trayecto no es muy largo, pero no sabemos que nos podamos encontrar en la carretera. Llego a la casa de Olivia y no sé si llamar a la puerta o mandarle un mensaje que la espero afuera. Opto por lo segundo. Busco su número entre mis contactos, escribo el mensaje y se lo envío.
Último capítulo