—¿Qué es lo que me ha hecho Clark?.—preguntó mientras me miraba.

Lo miré, él llevó mis manos contra la pared, mientras me besaba, dijo que iba a hacerme pagar por el modo en que lo estaba haciendo sentir.

—Ivanov yo…

—¿Usted qué Clark? ¿Va a decirme que es una delincuente, roba corazones?

—¡Ahhh! —gemí.

Me había quedado callada y disfrutando del placer y el sin fin de emociones que Ivanov me estaba haciendo sentir, quería decirle que lo amaba, pero a cada intento me interrumpía, además de que no era fácil.

Después de haber terminado con nuestro apasionado encuentro, me permitió ducharme, él se había parado a un lado de la ducha, mientras me duchaba, lo miraba por encima del hombro, su rostro indicaba una gran satisfacción.

Se acercó por detrás, logró hacer una panza muy grande con espuma encima de mi vientre.

—¿Ivanov que le gustaría que fuese?.

—¡Mía para toda la vida Clark!… —exclamó.

—No me refiero a eso, estoy hablando del sexo del bebé…

—¡Lo sé! Sea lo que sea lo espero con ansia