Intenté interrumpir, pero no lo permitió.

—Solo deje que el bebé nazca y que pueda hacerme cambiar de opinión, por el momento permítame ayudar en todo lo que necesite, es todo lo que puedo hacer ahora, usted y su hijo estarán bien, no les faltará absolutamente nada, creo que es momento de que regrese a mi oficina antes de que esta discusión tome otros rumbos.

—Con todo respeto le digo que es un cobarde, como siempre huyendo de lo que es realmente importante. —dije molesta.

—Cómo le dije antes sus insultos son melodías para mí, ya conozco el glosario que usaría para insultarme antes de que lo haga, señorita Clark. Es una falta de respeto, soy su jefe, pero le tolero eso porque quizás tenga razón, prefiero el sexo que las discusiones. En vista de que usted solo me ofrece una de las opciones prefiero ser un cobarde como dice usted, no tiene sentido seguir con una discusión en la cual usted va querer seguir haciéndola infinita.

—Si, por supuesto que tengo razón, pero no se preocupe, a