Capítulo 42
Diego sonrió con agrado y dijo:

—¿Qué tal? ¿Hoy te tomaste tus medicinas a tiempo?

Marina no era fan de tomar medicinas; por lo tanto, cada vez que debía hacerlo, dudaba durante mucho tiempo. Por eso, Diego siempre le preguntaba si ya las había tomado.

Marina guardó silencio por un momento antes de responder:

—Sí, me tomé las medicinas, señor Diego.

—Te equivocaste. Llámame hermano o Dieguito, tú eliges uno de esos dos. —El tono relajado de Diego tenía, sin embargo, un toque de seriedad.

Marina soltó una ligera risita y, a propósito, eligió otra opción:

—Tío, pasado mañana regresaré al Jardín Esmeralda.

"Yadira está embarazada... No sé qué pasará cuando vuelva esta vez."

—¿No estás contenta con eso? —Diego detectó la tristeza en las palabras de Marina mientras sacudía la ceniza de su cigarro. —¿No estás contenta? ¿Verdad? ¿Quieres acaso que tu tío te consienta un poco?

El tono de Diego era increíblemente suave.

El corazón de Marina latió con fuerza, y, frunciendo un poco el ceño, expl
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