—Rocky, es hermoso, ¿lo compraste? —lo recibí en mis manos para verlo.

—Lo hice.

—¿Qué?

—Desde que me pediste el cuarzo morado, pasé toda la noche buscando uno, no iba a descansar hasta encontrarlo, sé qué era más fácil comprarlo, pero donde hay uno, hay mas y la verdad es que tu me haces hacer cosas con mis propias manos, solo para dedicarle amor, porque comprarlo es porque pensé en ti, pero hacerlo es porque de verdad quiero que sepas cuánto te amo.

—Rocky —me causa tanta ternura.

—Lo encontré debajo de la cascada, era una piedra deforme y la corte para que tuviera esa forma, luego lo hice collar, creo que en otra vida trabajaba en bisutería, no es tan difícil —se ríe—, mentira, aprendí por internet, quería impresionarte, aunque me hubiese quedado mejor si hubiese estado en el taller de Ross con sus herramientas, hice lo mejor que pude, y si lo hubiera hecho en el taller de Ross y él sabiendo que era para ti, tal vez no viviría para dártelo —bromea y me hace reír.

Lo abracé.