—No le tengo miedo al agua, puedo ducharme de nuevo.

Y seguimos corriendo hasta cansarnos, darnos una ducha por separado e ir a dormir.

Aunque yo no logré dormir mucho por lo que me había dicho mi madre, ¿De verdad no estaba amando a Rocky?

En la mañana, fui la primera en levantarse, Rocky aún seguía dormido y solo tal vez estaba considerando que era mejor que corriera antes de dormir, así no interrumpiría su sueño.

—¿Ya te vas? —logra sorprenderme.

—Tengo que llegar antes de que Ross se vaya, ¿no? —le doy una sonrisa mientras acaricio su cabello—. Pero ¿Qué haremos con Rocoso?

—Le diré que visitarás a tu padre y que luego regresarás porque no quiero que estés en la pelea, por tu seguridad y la del bebé, él tendrá que aceptarlo porque sabe lo que puede pasar si me descontrolo y a él no le importa nada más que destruir a Ross, y tal vez alguno con él, pero a ti, tu eres su futuro.

Lo abrazo.

—Aun me debes mi premio Rocky y quiero que ambos salgan vivos de esa pelea. —le pido.