Samantha sintió que le pesaban los pies y que la cara se le ponía blanca cual papel. No esperaba que sus amigos la visitaran y precisamente ese día.—Samantha Julia Jones Sparks, ahora mismo vas a decirme qué diablos significa que el idiota de Thomas te dejó por la zorra de Kelly y qué diablos te sucede como para no haberme dicho nada. — A la nombrada ni siquiera le dio tiempo de responder. La pelinegra la hizo a un lado y entro al apartamento mientras Peter la veía con una mueca. Sam reaccionó y fue corriendo tras su amiga notando que esta se había quedado paralizada frente a Daniel quien la veía con las cejas alzadas.—¿Tú quien eres? — El ojiazul miró a Sam y corrió hasta él.—Es un amigo, un amigo del trabajo. Ya se iba, ¿cierto? — El pelinegro comprendió la indirecta. Se dirigió a Lucas y lo cargó en sus brazos.—Sí, solo veníamos a saludar. Soy Daniel Harrison un placer. — Vic asintió admirada por la belleza del hombre.—Claro, un placer. — Se despidió de los tres aun cuando Luc
Daniel no soportaba en lo absoluto fundar relaciones interpersonales innecesarias. Cuando Samantha le pidió aquel favor, sintió que le tocaban los nervios. No quería hacer eso, era innecesario. El trato que hacía con Samantha era por el puro objetivo de que su hijo pueda superar los obstáculos que él mismo se puso desdela muerte de su madre.No era ignorante, había pensado implícitamente que la joven entendería que su matrimonio era de papel y eso no significaba que debían actuar como prometidos enamorados frente a gente ajena a él.—Tiene una reunión con el vicepresidente de Cosmetics Row en una hora. — Le informó Lidia. El pelinegro asintió mientras pensaba en Sam. Cuando rechazó su ofrecimiento, ella se veía realmente decepcionada.—Señor, perdone que se impertinente, pero ¿sucede algo?—¿Es tan importante para las chicas que su pareja conozca a sus amigos? — Lidia parpadeó varias veces intentando asimilar la pregunta.—Bueno… creo que es un paso importante. Ya que quiere que tambi
La boda estaba más cerca de lo esperado. Los arreglos habían dado comienzo y al final decidieron en realizar la ceremonia en un salón ubicado en el centro de la ciudad. Muy famoso por ese tipo de eventos. Al principio Samantha se mostró poco convencida, debido al precio, pero Daniel estaba seguro de lo que quería brindar.—No quiero que te sientas humillada porque tu esposo elija un lugar poco práctico y no digno de tu persona. Mereces esto y mucho más Samantha. — No sabía en qué momento la formalidad se había ido al caño. Aún así, el hombre era muy directo y seguro de lo que hacía. Así que al final aceptó realizar la boda en aquel lugar.Ahora debía buscar un vestido decente para esa boda y Daniel le recomendó una tienda. Le dijo que él no podría ir porque debía atender algunos negocios. Así que invitó a Vic y a Lucas para que la acompañarán. Los tres iban sentados en la parte trasera de uno de los coches de Daniel mientras ambas charlaban un poco y Lucas jugaba con las manos de Sam.
Samantha se encontraba sentada en una mesa observando su café frío. Frente a ella estaba Daniel mirándola con atención. Lucas y Vic se habían ido juntos a casa de Daniel para que ellos tuvieran algo de privacidad. Sorprendentemente, a Lucas le agradaba Vic y no opuso resistencia.—Por lo que pasó hoy, muchas gracias. — Daniel asintió.—No es nada.—Sé que a sus ojos me veo como una chica patética que no puede defenderse, pero, por alguna razón frente a ellos no puedo.—Lo entiendo.—¿En verdad lo hace? — Lo miró por fin. Daniel notó las mejillas rojas de la joven y sus ojos cristalinos, era obvio que se estaba aguantando las ganas de llorar.—Lo hago, esa persona fue alguien íntima a ti. ¿Me equívoco?—No lo hace. — Le dio un sorbo a su bebida. — Cuando mis padres murieron Kelly y su familia fueron mi soporte. Me ayudaron en esos momentos tan difíciles aún cuando no era su responsabilidad. Kelly fue como mi hermana. Estuve con ella desde niña. A los doce conocí a Thomas cuando se mudó
Muchas cosas pasaron por la cabeza de Samantha al ver a Daniel corriendo tras su hermano. Nunca creyó que él, un hombre tan serio terminara de esa forma. Samantha llegó justo cuando Daniel estaba sobre su hermano en el arenero de un parque. La joven gritó para que se detuviera y no se metiera en problemas. El pelinegro se hizo a un lado mientras pasaba sus manos sobre su cabello. —¿Estás bien? ¿No te pasó nada? — Samantha lo revisó y el hombre negó levemente. Escuchó al otro muchacho quejarse y por fin sentarse. —Vaya hombre, no esperaba que reaccionaras de esa forma. — Samantha se giró a verlo. —¿Por qué lo intimidaste para comenzar? —¿Intimidarlo? —Bueno, ese chat que me mostraste parecía un tipo de intimidación hacia tu hermano. — Se quedó en silencio un momento y luego asintió levemente. —Supongo que se vio así. Mi culpa. —¿Qué es lo que quieres? — Daniel miró a Esteban. —Que me digas la verdad. — El ojiazul frunció el entrecejo. —¿La verdad? Por eso dices que mamá no est
Samantha creyó que un beso falso sería suficiente para aquel enorme teatro que había creado junto con Daniel.El hombre levantó su velo y por un momento notó cierta expresión en su rostro que la dejó confundida y entonces acercó sus labios a los de ella besándola con suavidad. Samantha sabía que esto debía suceder, más no estaba completamente lista para ello.Se escucharon aplausos y entonces ella se alejó. Pronto todos se dispersaron para comer algo. Oficialmente era la esposa falsa de Daniel Harrison.—¡Mami! — Lucas corrió hacia ella conuna enorme sonrisa en su rostro. Samantha se agachó y tomó al pequeño en sus brazos sintiéndose segura y contenta de estar con él.—Felicidades, señorita Jones. — La madre de Daniel apareció frente a ella. La miró de arriba abajo sintiéndose levemente nerviosa. Sin embargo, debía mostrarse segura. Después de todo se trataba de la madre de su marido falso.—Muchísimas gracias. Me disculpo por no haberme presentado formalmente.—Descuida. Es algo norm
Ordenar un cuarto jamás había sido algo que la emocionara. Especialmente porque siempre lo hacía sola, sin embargo, ahora las cosas eran diferentes, para su enorme sorpresa. Lucas la ayudaba a mover las cosas “importantes” hacia una caja, la cual llevaba los artículos que dejaría en la habitación de Daniel. Mientras tanto, ella desempacaba algunas piezas de ropa y libros que tenía. —Mami, ¿dónde dejo esto? — Preguntó el pequeño mostrando un frasco de crema. Ella señaló la caja y el pequeño la llevó ahí de inmediato. Pronto escuchó que tocaron la puerta de la habitación y Daniel apareció con vasos llenos de jugo de naranja. —Un aperitivo. — La joven se levantó agradecida por la bebida y le dio su vaso con pajilla al pequeño. —Esto se siente refrescante. —El jugo de naranja siempre lo es. — Sonrió amablemente. La joven sintió que su corazón latió con fuerza en ese momento, pero decidió hacer caso omiso al sentimiento. No era momento de ese tipo de cosas. —Escucha, mientras arreglá
—Eres muy buen con las mentiras. — Esteban tomó asiento en el sofá mientras Daniel lo observaba desde su silla detrás de la computadora. Esteban era consciente de lo que hacía con Samantha. Sí, estaban mintiendo, pero él estaba seguro de que esa forma podía ayudar a Lucas y si las cosas funcionaban, podría encontrar alguna forma para alargar su contrato con la señorita Jones de ser necesario.—No digamos tú. Le mentiste a mis padres sobre que vas en quinto año de arquitectura, pero mira. Estás repitiendo cuarto porque dejaste un año por irte de parranda por todo el mundo.—¿Cómo lo supiste? — Se enderezó mirándolo con un poco de miedo.—¿Crees que soy tonto? No me iba a dejar chantajear tan fácilmente. Así que investigué tus notas y estados de cuenta y vaya que me llevé una sorpresa.—¿No le dirás nada a mamá?—Si cierras la boca, no lo haré. — Esteban se quedó pensando un momento y luego asintió.—Bien, es un trato. — Daniel sonrió triunfante y luego recibió un mensaje en su celular.