Samantha había besado otras veces a Thomas. Había sentido ternura y cariño cuando lo hacía. Sin embargo, la forma en que Daniel la besaba no era nada comparado con los besos de Thomas, es más, ni le llegaba a los talones.Luego de que el muchacho puso sus labios sobre los de ella. Se rozaron suavemente por unos instantes y luego, la atrajo a él al tomarla suavemente del cuello. Su boca sabía a vino. Supuso que era porque fue lo que bebieron en la fiesta. Sin embargo, era un sabor vigorizante para ella en esos momentos. El contacto con sus labios fue suave al inicio, pero luego, ella lo tomó de la bata para atraerlo más, como si necesitara fusionarse con él. Era increíble la ansiedad con la que se devolvían aquel beso, como si fuera de vida o muerte. Los dedos de Daniel se ubicaron en la nuca de la joven cuando sus lenguas comenzaron a jugar entre si sintiendo sus cuerpos arder.Sam soltó un gemido y se separó por unos instantes para tomar aire, Daniel cerró los ojos lentamente mientra
Una semana había pasado desde la aventura en noche de brujas. Luego de que Daniel le pidiera una cita ambos bajaron del auto y se llevaron una agradable sorpresa.Esteban y Vic se encontraban dormido en el sofá con Lucas en medio. No imaginaba que travesuras había hecho el pequeño con ambos, que los dejó completamente exhaustos.—Deberíamos sacar una foto. — Comentó Daniel. La joven ya estaba en camino de hacerlo. Luego de guardar aquel recuerdo en el celular, los despertaron. En seguida los dos parecían avergonzados de lo que sucedió mientras que Lucas, estaba más que contento de verlos de nuevo.Un rato más tarde, Sam dejó que Vic durmiera en el cuarto de invitados, es decir la habitación donde residía ella originalmente. Su amiga comenzó con las preguntas de inmediato.—¿La pasaron bien? ¿Lograste tener tu noche loca? ¿Qué hicieron? — Claro, que había tenido una noche única. Había besado a Daniel y es posible, que llegaran a ser más que amigos.—Estuvo excelente, nos divertimos muc
Diciembre había comenzado, la época de las fiestas podía sentirse en el aire. Los festivales y actividades de la épocas también se habían apoderado de la escuela, por lo que había momentos donde debía donar sus períodos para que los chicos ensayaran sus obras y otras actividades.Se encontraba en el salón de maestros, revisando unos informes cuando le llegó un mensaje de Paul junto con Lucas y Ariana.La joven sonrió. Lucas por fin se había animado, a mitad de noviembre, a ir a estudiar en una escuela no especial. Recordaba que recién había caído la primera nevada. Se encontraba en su habitación leyendo un libro junto con Lucas, quién creyó estaba dormido, cuando Daniel entró. El muchacho había recién llegado de trabajar y se veía exhausto. Al verla en la cama junto con Lucas sintió un alivio en su corazón apreciando la idea de que esta imagen podría ser eterna si Lucas no creciera.—Hola. — Saludó dejando su saco a los pies de la cama. Ella miró a Lucas quien dormía con fuerza apreta
Daniel recién salía de una reunión sintiendo un ligero dolor de cabeza. Las cosas se estaban saliendo de control respecto a una campaña de maquillaje, donde el director decidió hacer las cosas a su manera omitiendo las observaciones que Daniel ya había dado. Por ello, se dirigió al hombre y lo puso en su lugar, además de despedirlo por costarle la firma y la pérdida significativa de ciertas ganancias. Luego de eso, volvió a su oficina para intentar relajarse un poco. En ese momento, Esteban entró a la oficina junto con una mochila y un tubo porta planos colgado en su espalda. —Hola broh. —¿Qué haces aquí Esteban? —Ay, me alegra verte también. —Si solo vienes a molestar. Vete. — Esteban se sentó y luego rodó los ojos. —Vengo a dejarte la copia del certificado de nacimiento de Lucas. Mamá me dijo que lo necesitarías. — Daniel se levantó de la silla y se acercó a él. —Es bueno que Lucas esté finalmente haciendo cambios. —Lo sé. — Revisó el certificado sintiendo un apretón en su pec
Sam llevaba la carreta en mano mientras sus amigos escogían las luces correctas para el árbol.—¿Crees que a Lucas le gusten las blancas? — Preguntó Vic. Sam asintió. El niño adoraba cualquier tipo de luces.—Claro que sí, especialmente con las decoraciones doradas que tienes en casa. Con eso se sentirá realizados.—Genial.—Jamás la había visto tan emocionada. — Murmuró Peter. Sam inclinó levemente la cabeza observando a su amiga con una energía que le parecía curiosa. Era increíble la relación que ella tenía con Lucas. En verdad, él se había encariñado con ella, porque incluso para la lista de regalos, la había incluido dentro de su circulo social, no el de Sam, el de él.—Lucas la quiere mucho, supongo que es una buena tía. — Peter soltó una risa divertida.—Es posible. Nunca creí que le gustaran los niños.—No me gustan los niños, me gusta Lucas. — Aclaró ella dejando tres juegos de luces sobre la carreta tomándolos por sorpresa. Ambos se miraron de forma divertida al ser atrapado
Las fiestas estaban a nada de comenzar al igual que el festival de la escuela. Sam había logrado conseguir un lugar donde alquilaban sillas resolviendo el problema de Melissa. El festival sería dentro de dos días por lo que las cosas se habían convertido en una locura en la escuela. Tanto así, que tuvo que pedir permiso para traer a Lucas a la escuela al cancelarle a última hora sus dos horas de descanso que había solicitado. —Señorita Jones, podría recibir las mesas, por favor. —Señorita Jones, podría ayudarnos a sostener la escalera. — Samantha pensaba que ya no daba para más. Sin embargo, no era la única ajetreada, todos los profesores se encontraban dando vueltas con el resto de estudiante. —¡Lucas! — Angela y Clara se acercaron al pequeño. Este las saludó con su pequeña mano moviéndola de un lado a otro. —Hola señora Jones. —¿Cómo están chicas? —Atareadas. — Respondió Angela con un tono dramático. —Esto e organizar festivales es un desgaste. — Sam soltó una pequeña carcajada
Daniel abrió los ojos despacio al ver la luz del sol colarse por la ventana de la habitación. Lo primero que vio fue el rostro de Sam con los labios entreabiertos y el cabello desordenado. La comisuras e sus labios se alargaron causando que su sonrisa le llegar a los ojos. Observar a la joven tan tranquila y en su estado natural le alegraban y lo mejor, tenerla en sus brazos era algo mágico. Debía admitir que no había sentido algo como esto en toda su vida. Ni siquiera cuando intentó las cosas con Jennifer.Samantha era un rayo de luz en su vida. Lucas lo vi la primera vez que la conoció. Él se dio cuenta con el tiempo Daniel no era alguien que podía confiar de inmediato en otra persona, pero en cuanto Lucas la conoció y llamó su atención, supo que ella tenía algo especial.La joven abrió poco a poco los ojos encontrándose con las gemas azules de Daniel. El muchacho acarició su mejilla y ella sonrió suavemente.—Buen día Daniel.—Buenos días. — Besó su frente.—¿Cómo amaneciste?—Geni
Al llegar a la mansión de los Harrison todos fueron bien recibidos. Samantha incluso recibió un abrazo de cada uno de sus suegros. Llevaba bastante tiempo de no sentirse de esa forma. Tan cálida, tan familiar y amena.—Es un placer que hayas aceptado nuestra invitación. — Habló la señora Harrison mientras tomaba del brazo a la joven hasta llevara a la sala de estar de la mansión. Ahí se encontraba Esteban, sentado mientras leía un periódico. Al ver a Sam sonrió y se levantó de su asiento para darle un fuerte abrazo.—¿Cómo estás cuñada?—Bien, igual que tu parece. — Sonrió pícaramente recordando la tensión entre él y su amiga. Tenía cierto sentimiento respecto a ello, ya que, su amiga normalmente no rechazaba tantas veces a una persona y dicha persona nole insistía tantas veces. Sea como fuere, le gustaba molestar un poco a ambos.—Andamos graciosas ¿eh? ¿Acaso te ha dicho algo que yo no sepa?—¿Vic? — Solo que eres un chico pesado.—Lo mismo de siempre. — Mantuvo su sonrisa aun cuand