Sam y Daniel mantuvieron una charla amena con Lennon. El hombre era más amable de lo que creyó. Si se notaba que era un poco serio, pero a pesar de ello mantenía una actitud amigable con ambos. Pronto, una joven de cabello rubio, vestida de vampiresa, se acercó al trío dejando un beso en la mejilla del señor Borges.—Te perdí por un momento cariño. — La voz de la mujer era suave y encantadora. Rodeó el brazo de Borges y luego miró a los testigos y acompañantes.—¿Daniel Harrison?—Lisa, ¿qué tal? — La mujer sonrió y abrazó a Daniel como si no lo hubiera visto en mucho tiempo, en ese momento, Sam notó que la mujer lo abrazaba un poco inclinada ya que su abultado estómago no le permitía hacer más.—Que bueno verte. — Miró a Sam y su sonrisa no desapareció.—Supongo que ella es tu linda esposa.—Samantha Jones, un placer. — La rubia atrajo a Sam hacia sus brazos tomándola por sorpresa y le dio un abrazo.—Me alegra por fin conocer a una esposa de mi edad. ¿Sabes lo tedioso que es conocer
Samantha se dejó llevar por el momento. Disfruto del baile, la música y la comida. Daniel se sentía un poco retraído ya que no era alguien que se acostumbró a salir de fiesta o a bailar cuando era más joven. Sin embargo, al ver a Sam moverse de un lado a otro meneando sus caderas, y disfrutando del ritmo, se animó a bailar junto a ella, especialmente porque llamaba la atención de muchos hombres solteros en aquel lugar.Entonces la música pasó a ser un poco más lenta. La joven se movía e un lado a otro y Daniel, aprovechó el momento. Ubicó sus manos en la cintura de la joven causando que ella se sorprendiera. Abrió sus ojos y él le sonrió. Entonces, instintivamente ubicó sus mano sobre los hombros del muchacho y comenzaron a moverse de un lado a otro.—No sabía que eras tan buena bailarina.—Solía salir a bailar con Vic y Kelly. — El joven asintió acercando un poco su rostro al de ella para escucharla mejor. —Era divertido cuando estábamos en la universidad.—¿No lo es ahora?—Llevaba
En cuanto el agua del rio tocó su cuerpo sintió cómo sus vellos se erizaban. El agua estaba completamente helada. Soltó un pequeño grito debido al impacto y a la adrenalina dentro de su cuerpo gracias al momento. Pronto, Daniel se lanzó y ella no pudo evitar sentir cierta emoción. Pasó sus manos sobre su cabello para quitarlo de encima de su rostro.Daniel soltó un pequeño aullido y ella rio.—Dios, el agua está fría.—Creo que fue una mala idea.—Ni que lo digas. —Ambos se rieron y procedieron a nadar hacia la orilla. Si seguían ahí podría darles hipotermia. A pesar de todo, rieron por la malísima idea. Una vez estuvieron en tierra los dos castañeaban, pero no dejaron de verse aún cuando hicieron la cosa más estúpida en su vida.—Dime que jamás haremos un reto estúpido como ese. — Habló el pelinegro mientras sus dientes castañeaban.—No prometo nada. — Aclaró ella y él simplemente negó con diversión. Se levantó del suelo y luego la ayudó a ella a ponerse de pie. Fueron por su ropa y
Samantha había besado otras veces a Thomas. Había sentido ternura y cariño cuando lo hacía. Sin embargo, la forma en que Daniel la besaba no era nada comparado con los besos de Thomas, es más, ni le llegaba a los talones.Luego de que el muchacho puso sus labios sobre los de ella. Se rozaron suavemente por unos instantes y luego, la atrajo a él al tomarla suavemente del cuello. Su boca sabía a vino. Supuso que era porque fue lo que bebieron en la fiesta. Sin embargo, era un sabor vigorizante para ella en esos momentos. El contacto con sus labios fue suave al inicio, pero luego, ella lo tomó de la bata para atraerlo más, como si necesitara fusionarse con él. Era increíble la ansiedad con la que se devolvían aquel beso, como si fuera de vida o muerte. Los dedos de Daniel se ubicaron en la nuca de la joven cuando sus lenguas comenzaron a jugar entre si sintiendo sus cuerpos arder.Sam soltó un gemido y se separó por unos instantes para tomar aire, Daniel cerró los ojos lentamente mientra
Una semana había pasado desde la aventura en noche de brujas. Luego de que Daniel le pidiera una cita ambos bajaron del auto y se llevaron una agradable sorpresa.Esteban y Vic se encontraban dormido en el sofá con Lucas en medio. No imaginaba que travesuras había hecho el pequeño con ambos, que los dejó completamente exhaustos.—Deberíamos sacar una foto. — Comentó Daniel. La joven ya estaba en camino de hacerlo. Luego de guardar aquel recuerdo en el celular, los despertaron. En seguida los dos parecían avergonzados de lo que sucedió mientras que Lucas, estaba más que contento de verlos de nuevo.Un rato más tarde, Sam dejó que Vic durmiera en el cuarto de invitados, es decir la habitación donde residía ella originalmente. Su amiga comenzó con las preguntas de inmediato.—¿La pasaron bien? ¿Lograste tener tu noche loca? ¿Qué hicieron? — Claro, que había tenido una noche única. Había besado a Daniel y es posible, que llegaran a ser más que amigos.—Estuvo excelente, nos divertimos muc
Diciembre había comenzado, la época de las fiestas podía sentirse en el aire. Los festivales y actividades de la épocas también se habían apoderado de la escuela, por lo que había momentos donde debía donar sus períodos para que los chicos ensayaran sus obras y otras actividades.Se encontraba en el salón de maestros, revisando unos informes cuando le llegó un mensaje de Paul junto con Lucas y Ariana.La joven sonrió. Lucas por fin se había animado, a mitad de noviembre, a ir a estudiar en una escuela no especial. Recordaba que recién había caído la primera nevada. Se encontraba en su habitación leyendo un libro junto con Lucas, quién creyó estaba dormido, cuando Daniel entró. El muchacho había recién llegado de trabajar y se veía exhausto. Al verla en la cama junto con Lucas sintió un alivio en su corazón apreciando la idea de que esta imagen podría ser eterna si Lucas no creciera.—Hola. — Saludó dejando su saco a los pies de la cama. Ella miró a Lucas quien dormía con fuerza apreta
Daniel recién salía de una reunión sintiendo un ligero dolor de cabeza. Las cosas se estaban saliendo de control respecto a una campaña de maquillaje, donde el director decidió hacer las cosas a su manera omitiendo las observaciones que Daniel ya había dado. Por ello, se dirigió al hombre y lo puso en su lugar, además de despedirlo por costarle la firma y la pérdida significativa de ciertas ganancias. Luego de eso, volvió a su oficina para intentar relajarse un poco. En ese momento, Esteban entró a la oficina junto con una mochila y un tubo porta planos colgado en su espalda. —Hola broh. —¿Qué haces aquí Esteban? —Ay, me alegra verte también. —Si solo vienes a molestar. Vete. — Esteban se sentó y luego rodó los ojos. —Vengo a dejarte la copia del certificado de nacimiento de Lucas. Mamá me dijo que lo necesitarías. — Daniel se levantó de la silla y se acercó a él. —Es bueno que Lucas esté finalmente haciendo cambios. —Lo sé. — Revisó el certificado sintiendo un apretón en su pec
Sam llevaba la carreta en mano mientras sus amigos escogían las luces correctas para el árbol.—¿Crees que a Lucas le gusten las blancas? — Preguntó Vic. Sam asintió. El niño adoraba cualquier tipo de luces.—Claro que sí, especialmente con las decoraciones doradas que tienes en casa. Con eso se sentirá realizados.—Genial.—Jamás la había visto tan emocionada. — Murmuró Peter. Sam inclinó levemente la cabeza observando a su amiga con una energía que le parecía curiosa. Era increíble la relación que ella tenía con Lucas. En verdad, él se había encariñado con ella, porque incluso para la lista de regalos, la había incluido dentro de su circulo social, no el de Sam, el de él.—Lucas la quiere mucho, supongo que es una buena tía. — Peter soltó una risa divertida.—Es posible. Nunca creí que le gustaran los niños.—No me gustan los niños, me gusta Lucas. — Aclaró ella dejando tres juegos de luces sobre la carreta tomándolos por sorpresa. Ambos se miraron de forma divertida al ser atrapado