¡Devuélveme a mi hijo!«Nuestro hijo, ¡¿dónde está Archie?!»«¡¿Dónde está Archie?!»Derrick sintió un escalofrío recorrer su cuerpo entumecido ante la pregunta de Valeria, él intentó ponerse de pie, pero el cuerpo no le respondió, se sentía pegado al sillón mientras la angustia fue aumentando al ver el rostro desesperado de Valeria.—Valeria —susurró con dificultad debido a la resequedad de su garganta.—¡Derrick, mi hijo! ¡Archie! —el grito desgarrador de Valeria rompió el corazón de Derrick en miles de pedazos, no poder correr a su lado y sostenerla como deseaba le hizo sentir impotente.—No te muevas, Valeria, no te muevas —pidió al verla intentar apartarse de la cama.—¿Alice? —preguntó con el corazón en la mano al no ver la cuna de la niña. Esa pregunta llenó de más angustia a Derrick, como si eso fuera posible y dentro de su malestar, buscó en la habitación. —Acá está —dijo Derrick al ver la pequeña cuna al lado de la silla en la que se encontraba, donde la bebé se mov
¿Quién eres?Un silencio sepulcral se hizo luego de aquella primera detonación. Derrick miró con terror como el pequeño cuerpo de Archie resbalaba de las manos de Patrick.—¡El bebé! —gritó Samanta desde algún lado del estacionamiento.Derrick se lanzó para coger al niño en brazos, antes de que un nuevo disparo se escuchara y, a continuación, fue una lluvia de balas lo que se escuchó. Un intercambio brutal, pero eso no le preocupaba al hombre, él tenía a Archie entre sus brazos.—¡Eres un maldito, me engañaste! —gritó Patrick desde el suelo, la bala había atravesado su hombro, había sido un tiro arriesgado. Quien le había disparado, estaba lo suficientemente loco como para poner en riesgo la vida del bebé, lo que indicaba a Patrick, que estaba en grandes aprietos.—El karma finalmente te alcanzó —dijo Grace con rabia, sus manos estaban apretadas en dos fuertes puños.—Váyanse de aquí —ordenó Samanta reuniéndose con ellos.—¿Vendrás con nosotros? —preguntó Grace al ver la pistola en la
Mi vida eres túLos siguientes días fueron pasando convirtiéndose en semanas. Valeria no se había separado en ningún momento de sus hijos, de hecho, había hablado con sus padres para fusionar las dos constructoras y dejar a Derrick a cargo de todo, por lo menos hasta que ella volviera a sentirse segura y el miedo desapareciera. Quizás estaba exagerando un poco, pero Valeria no quería volver a experimentar jamás en la vida el terror que sintió cuando su hijo fue secuestrado. Era un dolor y una experiencia que no se lo deseaba ni a su peor enemigo.—Cariño —llamó Samanta desde la puerta.Valeria se giró y sonrió a su madre.—Victoria y Kendra están aquí —anunció.—Voy enseguida, gracias —respondió tomando a Archie entre sus brazos.—Dame al bebé, lo llevaré —se ofreció Samanta.Valeria caminó y le entregó al pequeño Archie y volvió por Alice. Valeria había tenido muchas dudas y miedos, desde que la doctora le anunció que tendría dos bebés en lugar de uno, pensó en lo difícil que iba a s
Amor eternoDos meses después de aquella nueva proposición de matrimonio, Valeria y Victoria se miraron al espejo, sus vestidos de novias eran dignos de un cuento de hadas. Dos hermosas princesas que se preparan para unir sus vidas a dos hombres maravillosos. Derrick y Archer, ambos hermanos.Valeria recordó la felicidad que sus padres expresaron tras su anuncio y la locura que se desató en Samanta y Grace, ambas se volvieron locas y se pusieron manos a la obra para planificar el matrimonio de sus hijos y los ánimos no decayeron cuando Archer pidió fuera una boda doble. Él había renunciado a su familia, no volvió a ver a su padre y muchos menos a su madre, quien se habían ido del país sin siquiera despedirse o intentar conocer a Kendra, era claro, que tampoco la necesitaban, Grace había tomado el papel de abuela y era maravillosa.—Se ven hermosas —dijo Grace entrando a la habitación con las tiaras que había pedido para ese día tan especial.—Gracias, Grace —dijeron las novias al unís
Obra registrada bajó el número: 2301113140774Con fecha: 11/01/2023Prohibida su reproducción total o parcial.PrefacioValeria Anderson echó un vistazo a su reloj de pulsera, estaba llegando tarde a su cita con Derrick Phillips, su novio desde hacía tres meses.Valeria se mordió el labio, ella aún no podía creer que el chico más popular del salón le hubiese pedido que fuera su novia y, no es que fuera fea, porque no lo era, pero en dos años no se había interesado en ninguno de los chicos del salón. El hecho había hecho levantar varios tipos de comentarios mal intencionados, ella nunca prestó atención a ninguno de ellos, lo que la gente opinara de ella, realmente le tenía sin cuidado, pero desde que Derrick le había pedido una oportunidad, las cosas habían cambiado.—¿Qué pasa? ¿Por qué no avanzan? —preguntó a nadie, presionando el claxon.Valeria movió los dedos impaciente, preguntándose ¿cuánto tiempo más iba a estar metida dentro del auto? Estaba a quince minutos del departamento d
Invitación Cinco años después.El sonido de una carpeta golpeando el lujoso escritorio de caoba hizo que Derrick Phillips saliera de sus recuerdos. Amargos recuerdos. No sin sentir la bofetada de Valeria Anderson sobre su mejilla, como si en vez de ser un recuerdo, ella volviera a golpearle justo en ese momento.—¡Derrick! —el grito enojado del hombre le hizo levantar la mirada, Derrick enarcó una ceja al ver el rostro serio de su padre parado delante de él.—Buenos días —dijo, con la intención de molestar a su padre por la interrupción e invasión a su oficina.—¿Buenos días? —preguntó con tono irónico—. No sé lo que para ti es sinónimo de un buen día, Derrick. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo víctimas de tus escándalos? —cuestionó Patrick Phillips con el rostro rojo por el enojo y la vergüenza que, cada día su hijo mayor le hacía pasar a él y al resto de la familia.—No tengo la menor idea de lo que hablas y tampoco estoy interesado en saberlo —respondió poniéndose de pie—. Tengo que
UltimátumValeria salió del ascensor apenas las puertas se abrieron. Decir que encontrarse con Derrick Philips era una mera casualidad, sería mentir. Lo había esperado.Lo había provocado.Una sonrisa se dibujó en su rostro, Derrick no tenía idea de lo que estaba por venir. Iba a golpearlo donde más le dolía y lo mejor de todo, no iba a poder hacer nada para impedirlo.—¿El mensaje llegó a tiempo? —preguntó Dylan bajando del auto para rodearlo y abrir la puerta del copiloto para Valeria.—Mejor, imposible —respondió sin borrar la sonrisa de sus labios.—Pensé que le causarías problemas —dijo, poniendo el motor en marcha.—Lo hice —respondió Valeria—. He invitado a Derrick Philips a mi fiesta de cumpleaños.Dylan frenó en seco al escucharla.—¿Te has vuelto loca? —preguntó, girando el rostro para verla.—Nunca he estado más cuerda en mi vida, te aseguro que no irá. No es tan valiente —aseguró Valeria.¿La razón?Derrick Philips siempre abandonaba todo lugar donde ella entraba. Eran ene
«Alquila un vientre»Las palabras de Archer se repitieron en la cabeza de Derrick durante los últimos días y a todas horas. Lo recordaba ahora, mientras se preparaba para asistir a la fiesta de Valeria Anderson. Estaba loco, nada lo obliga a asistir y verla con el idiota de Dylan, pero la invitación había sido extendida en presencia del señor Yamanaka, así que desairarla no era una opción. Además, de tener la puta curiosidad de lo que se traía entre manos, Valeria lo invitó por una razón…—¿Una nueva noche con una mujer y alcohol? —preguntó Patrick al verlo bajar por las escaleras.—Una reunión de negocios —respondió sin verlo.—Ya sabes lo que tienes que hacer, Derrick, por favor acepta tu destino de una puta vez y terminemos con todo esto —señaló Patrick, bebiéndose el contenido de su copa.—¿Destino? —cuestionó Derrick—. No me hagas reír, papá, todo lo que en mi vida acontece es porque tú tienes metidas las maldit4s manos.—No seas dramático —se burló Patrick.Derrick apretó los p