Momento de la verdad, que conocer a la familia de nadie cambia mi situación, si no quiero casarme es por mí, porque no estoy lista para ello y estas últimas semanas con James me he convencido de que le quiero con locura, que nuestra relación es fuerte y me importa, pero no sé si quiero estar casada en un futuro cercano... incluso en uno lejano. El matrimonio significa compromiso y se relaciona con hijos, familia, amor indefinido e inexplicable y no estoy lista para ello.
A pesar de no estar segura de querer una familia de forma inmediata, quiero a James, mi relación con él, lo que me hace sentir.
Me desperté temprano en la mañana, James seguía dormido, su cuerpo expedía una sensación de tranquilidad envidiable. Este hombre lograría un Récord Guinness por su capacidad para dormir, eso a veces me molestaba, específicamente en las noches que no podía dormir, en cierta forma es egoísta que él durmiese tan rico cuando yo apenas dormía cinco o cuatro horas y dos de esas horas las paso intentando quedar dormida. Le di una mirada más a James y me giré a ver el despertador, marcaba las tres treinta de la mañana, yo siempre tardo más en alistarme y tal vez por los nervios no podía dormir cómodamente. Me levanté de la cama y comencé a alistarme, a las 3:55 decidí despertar a James.
— ¿QUÉ…?— Aquella paz que tiene para dormir, no es la misma cuando le obligan a despertarse, Se despierta de muy mal humor todo el tiempo, le acaricié el hombro.
— Ya es hora— dije.
— No quiero.
— No pienso discutir James, tienes diez minutos o te saco a patadas.— Siento que soy como su madre amenazando a un chico de 15 años.
Cinco minutos, después se levantó y me dio un beso en el cabello, se metió al baño. A las cuatro treinta ya estábamos de camino, a ninguno de los dos nos gusta desayunar tan temprano así que solo bebimos un poco de café; más tarde nos detendríamos en algún restaurante.
Yo iba conduciendo y escuchando música, las primeras dos horas de viaje las podía hacer porque conocía el área, pero ya después le tocaría a James como tres horas más hasta llegar a Westernville y que él se desviara hasta la propiedad de sus padres.
Decidimos no ir a casa de sus padres sino dirigirnos todos a la finca de los Altazar quienes ya estaban ahí, al parecer, solo faltábamos nosotros.
James me ha contado mucho sobre su familia durante los últimos tres días, tiene 2 hermanas, una mayor y otra menor. La hermana mayor tiene 36 años y dos hijos; su esposo y ella están en una larga batalla de divorcio que no se formaliza porque ninguno de los dos quiere ceder ante la cantidad de días que pasan sus hijos con ellos, ella ha sufrido mucho su separación, pero intenta mantenerse fuerte y optimista por sus hijos. Su hermana menor tiene 25 años, al parecer ella realmente no estaba planeada dentro del paquete, aún así; es la adorada y consentida de la familia, si logro conquistarla, realmente podemos casarnos.
Me detuve en una gasolinera por unas botellas de agua y otro café antes de despertar al gruñón que tenía a la par. Al volver ya estaba despierto, pero no estaba en el carro.
— Buen día. — dijo James detrás de mí.
—¿Buen día?
Me besó en la frente y le ofrecí café. James lo bebió como si tuviera un congelador en la garganta y luego seguimos nuestro rumbo, era un lugar muy freso se sentía la diferencia entre la ciudad y acá. Todavía no estábamos ni cerca.
— Amor, ¿en qué piensas?
— En la frescura de este lugar. —respondí y James sonrió.
— Tal vez quieras venir a vivir aquí.
— Dudo que en medio de tanta paz exista gente loca.
— Te sorprenderías.
Nos reímos y luego seguimos en silencio. Me preguntaba cómo se sentía al respecto del no compromiso, yo estoy bien con atrasar el asunto del matrimonio pero él... ¿Cómo se siente? Han pasado casi 3 semanas y no me ha dicho nada.
— James.
— Emma... —<<Odio que salga con tarudadas en medio de asuntos importantes>>.
— ¿Puedo preguntarte algo?
— No, espérate a que lleguemos al restaurante, estamos a unos 5 minutos ¿Si?
— ¿Cómo sabes qué voy a preguntar?
— Me preguntaste si podías, y ya te di una respuesta, ahora no te gustó y quieres preguntar.
— Ahora eres James el brujo. — dije burlándome
— TE AMO, EMMA. — y ahora me dejó callada.
— Yo a ti. — dije en un tono apenas auditable.
¿Él sabía que quería hablar? No sé pero creo que tenía razón no era el momento.
Viajamos en silencio y como lo prometió cinco minutos después estaba en un restaurante campestre con decir que la comida la servían en canasta y para ser tan económico, servían bastante, yo pedí huevos, queso, tocineta, tostadas, té, jugo de naranja y frutas claro está no me comí ni la mitad; él pidió "desayuno de borracho" consistía en una gran variedad de embutidos, frijoles molidos, tortilla aguacate, huevos 3 estilos distintos, natilla y jugo de naranja. En ese momento me alegraba el saber que se ejercita demasiado porque a como come obeso sería un piropo.
— ¿Podemos hablar? — pregunté en un tono delicado.
James quitó su mirada del periódico— ¿Sobre qué quieres hablar?
— Sobre nosotros. Mejor dicho de ti.
— ¿De mí?—repitió James y bajó el periódico un poco.
— Sí, yo me abrumé, cuando me pediste ser tu esposa y aún más cuando no supe responder, pero... ¿Cómo te sientes tú al respecto?
— Entiendo.—Dijo y puso el periódico doblado sobre la mesa.— Desde antes de pedírtelo sabía cómo podía ser tu reacción y el hecho de que te quedaras realmente me tiene sorprendido.
Un momento, él no creía que yo me iba a quedar si la respuesta era «NO». ¿Acaso no cree en el amor que le tengo o en lo nuestro? James siguió con su periódico y yo seguía mirándolo hasta que él lo bajó y preguntó: —¿Qué pasa?
— Soy psicóloga y no puedo analizar a mi novio.
— Tranquila, si te sirve de consuelo a veces yo tampoco te entiendo.
— Aaah, eso lo hace mejor— dije en un tono burlón — ¿Qué no entiendes?— pregunté.
— Bueno, te "preocupa"— hizo las comillas con sus dedos — Que no conozcamos a las familias del otro, pero nunca hablas de la tuya, ni con la tuya.
— Eso es cierto, pero estoy consciente de que tú adoras a tu familia así que es importante que ellos y yo tengamos una relación, además, quiero entender por qué haces algunas cosas.
— ¿Qué pasa con tu familia? ¿Por qué no les hablas? ¿Cuántos hermanos tienes?
— No encajo muy bien en ella. Tengo 2 hermanos mayores, son muy celosos y muy probablemente no te aprobarían y mi madre y yo no nos llevamos bien, así que evitamos reunirnos para evitarnos disgustos.
— Lo siento. ¿Qué clase de seres humanos somos? ¿Por qué en un año y resto no hablamos de esto? — preguntó James.
— Estábamos ocupados intentando comernos el uno al otro.
En ese momento lo vi cambiar de lugar a la par mía y comenzó a darme besos en las mejillas, luego unos cuántos en el cuello, cerca de mi boca, finalmente en nuestros labios estaba conectándose en un delicioso y apasionado beso, nuestras lenguas tenían una gran carga de sensualidad y pasión.
A pesar de lo bien que se sentía siempre he criticado a la gente que se come a besos en público así que me detuve y James lo entendió.
Poco después pagó la cuenta y luego nos dirigimos al auto, estando ahí James volvió a besarme y esta vez no había excusa para detenerse.
Al parecer su madre le había dictado una lista antes de salir de casa para que lleváramos algunas cosas que necesitaba para hacer repostería, eso creo, la verdad James no lo dijo, pero al revisar la lista de ingredientes y utensilios encajaba. Pasamos al supermercado y compramos todo lo que la lista decía. Unos minutos después estábamos de camino, mi ansiedad aún no disminuía, pero fue mi culpa, yo fui quien lo pidió.
El camino estuvo muy tranquilo íbamos cantando nuestras canciones favoritas, las cuales no eran muchas porque nuestro gusto musical era muy diferente, pero algo hacíamos.
— Deberíamos de tener un lugar solo para nosotros, eso estaría bonito ¿Te parece?
— Me encanta.
Esas eran las cosas que me hacían ver que realmente me amaba, y que yo necesitaba de su cariño y ternura en cada momento.
¡Dios!, amo a este hombre.
— Estamos cerca.
— ¿Cuánto?
— 20 minutos
«¡¡¡Voy a morir!!»
Estoy disponible en redes sociales para que conozcan al clan Pieth al completo.
James aparcó en el puro frente, me dio un beso en la mejilla y eso me hizo sentir un poco más tranquila. Seguía pensando en que yo nunca fui muy unida a mi madre así que tener una suegra era algo extraño para mí, sobre todo porque mi relación con las anteriores es inexistente. ¿Qué pasa si no soy de su agrado? ¿Si me odia? James tenía la puerta del auto abierta para mí, se inclinó y preguntó: — ¿Quieres que te cargué?—preguntó mi novio divertido. — No, solo estaba pensando. Salimos y él tomó mi mano — ¿Las maletas? — Alguien las sacará por nosotros. Seguí en mi mundo, James abrió la puerta y escuchamos risas, mejor dicho, carcajadas. Entramos, había dos castañas; una colocha y una lacia, pensé que la col
El paseo familiar está resultando verdaderamente enriquecedor. Increíble. Todo lo que me ha dicho es i n c r e í b l e. James con una mujer mayor que lo abandona por otro básicamente por dinero y estatus. Dios mío ¿Esto es posible? No lo puedo creer, ahora tenía tres cosas que decir y para todas tengo una respuesta. — James no es ni de cerca un capricho. Pregúntele a su hijo si soy el sabor del mes, porque no entiendo por completo qué hace conmigo. Le amo, me enamoré de James, eso es muy real. Estoy aquí porque le quiero y necesito demostrárselo de alguna forma porque ser la esposa de alguien no entra en mis planes. James es un caballero, lo que pasa es que a mí no me enseñaron a ir tras el príncipe azul ni a esperar ser rescatada y si yo me hiciese eso, dejaría de ser yo. No le vería el valor a la vida. El matrimonio es algo serio, nosotros todavía no estamos listos, desconocemos mucho el uno del otro, fuim
James La conversación de estas damas me había dejado más que nervioso. De ser un mujeriego, patán, playboy directo a un padre fiel, responsable, cariñoso, eso sí que daba miedo. Si hace unos 5 días alguien me hubiera dicho que mi vida iba a cambiar así de la nada yo le hubiera dicho que estaba loco y que se fuera al mismísimo infierno pero mis oídos habían escuchado claro: Emma está esperando un bebé. Lleva a un hijo mío y suyo en su vientre tenía que hacer 3 cosas: *Preguntarle a mi novia si eso era cierto. *Convencerla de que se case conmigo. *Mantenerla lo más calmada posible. Emma pierde la paciencia con gran facilidad y eso puede poner la vida del bebé y la de ella en mucho peligro. Estas tres cláusulas tienen un muy grande problema, si le pregunto primero cuando se lo proponga va a creer que lo hago por cumplir y se enojará tanto que pondrá mi vida
Narrador. Salieron de casa todos en el mismo automóvil; James y Emma iban al frente Sofía, Cecilia y Julián iban atrás. El camino fue muy tranquilo, Emma y James compartieron unas miradas yCecilia y Julián iban conversando entre ellos, Sofía por su lado pensaba en cuándo y cómo era la mejor forma de darle a su familia la noticia de su futura maternidad, pero igual no había encontrado las palabras. Después de una hora de viaje habían llegado a un restaurante, tenía una fallada bastante campestre como todo en aquella área de la cuidad estaban enun pueblo completamente pequeño, aunque Emma dijese que estaba enamorada de la paz y tranquilidad del lugar no soportaría vivir en aquel lugar sin todas la comodidades que se presentaban en la ciudad, por ejemplo el lugar en el que se hacía el pelo, la carencia de centros de entretenimiento, tampoco podría vivir sin la locura de sus pacientes quienes, sin duda, alegraban sus días.
Emma Me desperté sintiéndome mucho mejor, el pie me había dejado de doler y ponerlo en el suelo ya no era tan doloroso. Vi a mi lado y encontré al hermoso de James, su piel trigueña, su rostro con una pequeña creciente barba, sus musculosos brazos y sus piernas estaban enrollados en una sábana, tenía una buena visión porque duerme en sus Calvin y sin camisa, así que todo queda al descubierto, bueno casi todo. James se veía tranquilo sus castaños colochos caían sobre su rostro, amo despertar y ver esto en las mañanas definitivamente deseo ver esto todas las mañanas. Me quedé mirando. —¿Te gusta la vista, nena?— preguntó en medio de un gruñido. — Amo esta vista, después de un día duro o de una noche tranquila.— dije en su oído. —Amaneciste de buen humor.— Me besó en la frente. —Voy al baño.—Antes de entrar
Emma — Emma, eres lo mejor que le ha pasado a James en mucho tiempo. Bienvenida a mi familia y GRACIAS. Si llorar fuera uno de mis hobbies, lo hubiera hecho, pero simplemente no me gusta, y la verdad me parece estúpido y tengo convicciones al respecto, las suegras te suben a un pedestal y en cuanto tu relación escala ellas te bajan, tenerle ahora de aleada, no me emociona, simplemente me recuerda que las competencias que tendré que ganar con James, empiezan en su casa. — Gracias. Siento haber arruinado su desayuno. —Te juro que es el mejor que he tenido en años. —Sí, el mío también. —Marry, lárgate de mi casa. Tienes cincominutos para sacar tu trasero de aquí. Marry no dijo nada, subió y en tres minutos había sacado todas sus cosas. El día fue un poco extraño pues había dejado muy en claro cómo me comporto 
EmmaJames detuvo el auto y me dijo que me iba a vendar los ojos. Digamos que el amor no solo es ciego sino que estupidiza y le dejé hacer lo que quería. Abrió la puerta para mí y caminé algunos pasos a su lado, tomada de su mano con fuerza, temía caer o simplemente despegarme y perderme, mientras divagaba en mi mente con respecto a sus intenciones con este paseo —Las cuales espero no terminen en ruptura, boda o propuesta matrimonial— sentí mis pies lejos del suelo, no veía y ya no caminaba por mi cuenta.El amor tiene una cuota de confianza, totalmente confío en James, pero detesto la ceguera y los finales que provoca, en realidad, le temo a la cegura. Después de un rato sentí mis pies de nuevo en el suelo, James me posicionó en lo que parecía una baranda. Hizo un breve conteo y soltó la venda, me permitió ver el hermoso y claro a
EmmaHabíamos regresado a casa después de compartir con su familia, que mi novio pensase que estaba embarazada, conocer a su ex loca y la mejor parte de todas pasar un tiempo a solas lo cual parecía demasiado reconfortante. James y yo necesitábamos un poco de conexión y ser más sinceros.Volver a la rutina no parecía tan agotador, simplemente normal, en nuestros trabajos, en mi oficina todo estaba bien y al parecer en la de James todo estaba igual, en la tarde sacaría una hora después del almuerzo con James para visitar a Zack y que revisara mi tobillo. James había insistido con locura en ir a comer y no quería reventar esas sensación de estar en un buen lugar como pareja, así que acepté a dejar mis trabajo para ira comer con él por ir a comer así que acepté para darle el gusto.El cumplea&nti