Theo.__ Pase. - elevé la voz para confirmar la entrada de Ignacio, el mensajero que se quedó en la puerta logrando que lo viera. - Entra, no hay problema. Seguí con los trazos que estaba haciendo.__ No puedo, señor. Solo vine a avisar que la señora Blanca tiene problemas. Dejé todo de lado. Solté el grafito y esperé su respuesta.__ Disculpe que me meta, pero solo escuché que era de servicios infantiles. Vinieron con una orden. - antes de terminar de decirme eso, ya estaba cruzando la puerta. A toda prisa crucé el pasillo, llegando al sitio donde la niñera de mi hija cuidaba que la bebé no se despertara, mientras Blanca discutía en voz alta con el tipo que intentaba explicar no sé qué. __ ¿Que ocurre? - pregunté mirando a mi mujer con su mirada aterrada. __ Se la quieren llevar, Theo. Se quieren llevar a nuestra hija. - sollozó dándome el papel que leí, donde específicamente se pedía llevar a la niña a un sitio donde pudiera estar a salvo de "alguien violento" - No dejes que me
Blanca.El enojo me tenía sin poder respirar, la noche la pasé en vela y cada una de las horas que pasaban solo torturaron mucho más mi corazón adolorido, necesitaba sentir que estaba respirando y no solo esa pesadez en el pecho que me atosigó incluso en la mañana. No quise desayunar, tenía prisa por ello salí luego de unos minutos rumbo al lugar donde tenían a mi bebé. __ La niña aún está dormida, pero si quiere entrar a verla puede hacerlo un par de minutos. - ofreció la mujer con gafas transparentes. Asentí aún sabiendo que solo sería por poco tiempo, todo lo que pudiera sería un respiro para mí. No dormir sabiendo que la vería dos veces durante la noche, y de nuevo en la mañana me dolió y causó ese desbalance que en mi cabeza dio vueltas. Por ello desde que entré a la habitación donde habían seis cunas, rápidamente busqué la suya dándome pena por los demás bebés que aún no tenían un hogar, pero ver a Sammy me devolvió esa paz instantánea que llenó mi ser. Las lagrimas quisier
Blanca __ Ya pasó el tiempo de visita. - avisó la mujer de lentes transparentes. Rick y Theo dejaron de verse con ganas de querer matarse, mi esposo se volteó para cargar a la bebé unos momentos, repitiendo en su oído que la amaba más que a su vida y la iba a recuperar. Deseé que esa promesa si la cumpliera. No me importaba como, solo quería que lo hiciera. Deposité besos en su rostro, con ese resquemor en la parte superior de la garganta doliendo, no se iba y odié no poder decirle que ya nos íbamos, pero no podía llevármela así como así. Tenía que repetirme eso, porque mi mente creaba ideas al por mayor, no era común, pero sabía que la causa era el inmenso amor al cual me le ponían trabas. __ Te amo. - repetí en su frente antes de entregarla a la mujer de lentes. - Cuidela, por favor. - supliqué y asintió. - Pase lo que pase, no dude en llamarme. Lo que sea, a la hora que sea.__ Así lo haré. - comprendiendo el porqué de mi actitud, la mujer afirmó que lo haría. Quizás era mad
Theo.__ Con el abogado pudimos hacer que el juez reconsidere la opción de devolvernos a Sammy. - dije y la mirada de Blanca se iluminó. - Logramos hacer que el testimonio de Rick no tenga nada de credibilidad ya que los asuntos personales no deben interferir de ninguna forma con su trabajo. __ Entonces, ¿la traeremos de regreso? - se ilusionó. __ Dije que iba a lograrlo, Blanca. Es mi hija, jamás me quedaría de brazos cruzados al ver que me la quitan sin saber que la traeré de regreso. - aseguré y bajó la mirada.__ Lamento lo que...__ Lo entiendo. Entiendo tu dolor, lo que me molestó en realidad es que no confíes en mí. - admití. - Odio que desconfíes de mí como si me quedara grande el mantener a mi familia unida. - recalqué, la vergüenza coloreó sus mejillas. - Sé que no me quieres de la forma en que...__ Es que sí lo hago. - me interrumpió. - Te quiero. ¡Te amo, Theo! No sé desde cuándo realmente, ni como pero sé lo que siento y es un inmenso amor por tí. - el golpeteo en mi c
Blanca.La emoción no me dejó pensar en nada más que ver a mi hija, ni siquiera me importó el que Rick viniera con su escándalo. No quería hacer preguntas, mucho menos saber más de ese asunto. No me interesó en absoluto. Un cero a la izquierda que no pretendía cambiar ya que se me hizo entender que no podía desear jamás hacerle daño a las demás personas, si ellos si lo querían hacer conmigo. Mucho me tardé en entender que siempre debía ser yo o los que amaba antes de aquellos a quienes traté de hacer a un lado de forma sutil. Eso no podía ser real, no si ellos no pensaban de la misma forma que yo. Por eso junto a Dylan, Marcia y Billy, quien viajó con ellos dos para hacerme compañía también. Tenía Lo ojos fijos en ambos teléfonos a cada nada. Siguiendo con mi trabajo, pero pendiente de las llamadas que llegaran. La tensión era palpable, los nervios me carcomían y solo pude dar un respiro, recordando que Theo se haría cargo. Él jamás fallaría, lo prometió y si algo sabía de mi espos
Theo.__ Con la fecha para la audiencia, le aconsejo mantener un perfil bajo como hasta ahora. - sugirió mi abogado, asentí. - Evite los problemas, tanto como se pueda. Es mejor exceso de calma, que de vida llamativa por motivos equivocados.__ Es lo que se ha evitado. - declaré tomando los documentos que me entregó. - Por el momento se ha logrado. Espero que continúe de esa manera.__ Provocaciones van a seguir llegando. Usted sabrá cómo tomarlas. - manifestó en modo profesional. Límites era lo que debía poner, muchos más de los que pretendía fueran necesarios, pero la realidad es que con las personas que me rodeaban, se convirtió en una tarea muy difícil el no llamar la atención.Quería asesinar a golpes al monitor idiota. Tenía pendiente el evento que costó bastante no pedir ayuda, era mi responsabilidad y no podía cargar a Blanca con algo como eso también. Tenía la entrevista con un nuevo arquitecto, luego de la renuncia de la hermana del monitor idiota, me encargaría que Robert n
Blanca. Marcia se fue a su lugar durante mi trabajo inició, me gustaba ir a ver a mi hija todo el tiempo así que que nada había cambiado referente a su trabajo. En la mañana en la empresa y de ahí se iba a su universidad, salvo los días sábados que se quedaba en mi casa para cuidarla también en algunas salidas que mi esposo y yo teníamos. Recibí las invitaciones que decía repartir a los empleados por ello fue Ignacio quien se encargó de hacerlo, mientras me quedé leyendo cual era el motivo de tal festejo, ya que aún no lo sabía ni me acordaba preguntar a Theo. "El Sr y la Sra O'kelly los invitan a festejar sus primeros seis meses de matrimonio junto a sus familiares y amigos... __ ¿Seis meses de casada? - me vi preguntando a mí misma. - ¿Como que ya pasaron seis meses? __ Sí, Sra O'kelly. - dijo Theo logrando que me enderece en la silla. - En tres días se celebran tus primeros seis meses casada con este galán. __ Arrogante. - me reí al verlo arreglarse la corbata a modo de ju
Blanca.Desperté de golpe, la cabeza me daba vueltas. No pude moverme sin sentir que algo golpeó mi frente, pero logré sentarme en el sitio donde estaba acostada. Acostumbré mis ojos a la luz y solté una bocanada de aire para recuperar el aliento. Reparé el lugar, recordando lo que había pasado. Me levanté de golpe viendo cómo la sábana cayó al suelo. Viéndome desnuda por completo frente al espejo. Mi ropa estaba en el piso y mi celular en la mesita de noche. Me asusté y no supe que hacer.¿Que había pasado? ¿Porqué estaba desnuda? No quería pensarlo. No quería aceptar que me habían...__ No. - dictaminé. No podía ser cierto. Pero la ropa que tenía en el suelo me lo gritaba, todo eso lo repetía. Me vestí rápido, aterrada por mis pensamientos.Aterrada por pensar que si estaba desnuda posiblemente...Quise llorar, quise gritar. Sentí asco. De mí, del lugar, de todos. Tomé mi móvil, busqué un contacto. El de Theo fue el primero que saltó, llamarlo a él era lo que tenía que hacer.