Blanca. Marcia se fue a su lugar durante mi trabajo inició, me gustaba ir a ver a mi hija todo el tiempo así que que nada había cambiado referente a su trabajo. En la mañana en la empresa y de ahí se iba a su universidad, salvo los días sábados que se quedaba en mi casa para cuidarla también en algunas salidas que mi esposo y yo teníamos. Recibí las invitaciones que decía repartir a los empleados por ello fue Ignacio quien se encargó de hacerlo, mientras me quedé leyendo cual era el motivo de tal festejo, ya que aún no lo sabía ni me acordaba preguntar a Theo. "El Sr y la Sra O'kelly los invitan a festejar sus primeros seis meses de matrimonio junto a sus familiares y amigos... __ ¿Seis meses de casada? - me vi preguntando a mí misma. - ¿Como que ya pasaron seis meses? __ Sí, Sra O'kelly. - dijo Theo logrando que me enderece en la silla. - En tres días se celebran tus primeros seis meses casada con este galán. __ Arrogante. - me reí al verlo arreglarse la corbata a modo de ju
Blanca.Desperté de golpe, la cabeza me daba vueltas. No pude moverme sin sentir que algo golpeó mi frente, pero logré sentarme en el sitio donde estaba acostada. Acostumbré mis ojos a la luz y solté una bocanada de aire para recuperar el aliento. Reparé el lugar, recordando lo que había pasado. Me levanté de golpe viendo cómo la sábana cayó al suelo. Viéndome desnuda por completo frente al espejo. Mi ropa estaba en el piso y mi celular en la mesita de noche. Me asusté y no supe que hacer.¿Que había pasado? ¿Porqué estaba desnuda? No quería pensarlo. No quería aceptar que me habían...__ No. - dictaminé. No podía ser cierto. Pero la ropa que tenía en el suelo me lo gritaba, todo eso lo repetía. Me vestí rápido, aterrada por mis pensamientos.Aterrada por pensar que si estaba desnuda posiblemente...Quise llorar, quise gritar. Sentí asco. De mí, del lugar, de todos. Tomé mi móvil, busqué un contacto. El de Theo fue el primero que saltó, llamarlo a él era lo que tenía que hacer.
Theo.La última vez que mi mundo se vió tan caótico fue cuando Samantha me dejó, en el momento justo que me dijeron que mi hermana se había ido de mi lado y no sabía cómo afrontarlo solo. Un caos que revolvió todo de tal forma que no podía ignorar ese clavo de dudas que tenía en el pecho. Uno que se abría paso con cada segundo que ella guardaba silencio y no respondía absolutamente nada. Toda la noche la pasé en vela al no saber dónde se encontraba, la llamé un montón de veces. Decenas de veces y muchos mensajes que nunca fueron contestados, la preocupación me hizo delirar y no poder darle la atención adecuada a Sammy. Tuve que frenarme varias veces porque ella también me necesitaba. No podía dejarla. Llamé a todo mundo, quise hacerlo con la policía pero estos alegaron que con solo unas horas no podía ser considerada como una desaparición. Todo fue un caos horrendo que me rompió tanto que no pude hacer más que pensar en que podía perderla también. Me negaba a eso, insistí cada die
Theo.Fui el primero en levantarme de la cama cuando la mañana fría llegó. Una tormenta se veía venir, el clima no era el mejor, se sentía, por ello cerré las cortinas y cubrí a Blanca con una colcha gruesa, revisé a Sammy y bajé hasta la planta inferior. Las mujeres de servicio me indicaron que el desayuno estaba listo, pero opté por esperar a que ellas despertaran. En el despacho ya todo se encontraba en su sitio. Nada comparado con el desastre que había causado, prefería que Blanca no viera eso, no quería poner cargas e ideas sobre ella. Suficiente tenía con sus pensamientos como para sobrecargarla con los mías. No quería que nada perturbara su descanso, por ello me esmeré en que nadie interrumpiera su sueño, pidiendo que nadie subiera al segundo piso hasta que ella despertara. En mi despacho me encargué del trabajo que tenía pendiente, Sheyla me ayudó con los planos que debía terminar por medio de llamadas que se extendieron un poco más de lo creído, pero con ella no tenía pro
Blanca.Sin poder creer lo que veo me acerqué a la pantalla donde Theo me mostró lo que enviaron, mis fotografías están ahí, mi rostro se veía perfectamente, siempre siendo quién aparece con ese brazo en mi cintura y cuello. La palabra "infidelidad" me asqueó. Pero estos lo recalcaron tan bien que no de seguro todo el que lo leyera lo iba a creer. La nariz me ardió al solo ver cada una de ellas, cuando Theo lo apagó me hizo sentarme en su regazo con calma. Emanó tranquilidad, una tranquilidad que no tenía, pero recaudó para poder acunar mi rostro y verme con ese mismo amor que adoraba sentir. __ Voy a arreglarlo. - susurró contra mi boca. - Voy a solucionarlo todo ¿está bien?__ Pero lo hacen para burlarse de tí. - murmuré esperando su enojo o alguna reacción ante eso, ya que siempre odiaba el que dijeran algo en su contra de esa manera. - Me están usando para reírse de...__ ¿Crees que a mí me importa eso? - dedicó una mueca de desinterés. - Quiero que estés bien, que no pienses e
Blanca.No podía creer lo que veía, todo se había dado vuelta. En lugar de tacharme de todo lo que algunas personas dijeron en programas de chismes, estaban convencidos que el hombre que tenía a lado en esa fotografía era Theo. Este con despreocupación veía a todos en la empresa, quienes no se atrevían a verlo a la cara por miedo a ser despedidos, ya que en la entrevista dijo abiertamente que aquel que haya dicho algo, embarrando mi nombre con tonterías sería despedido. Ya estuvieran bajo su poder o no. Eso me hizo ver cuánto temor podía desatar el hombre que se acercó a mí para depositar un beso sobre mis labios. __ ¿Porqué? - fue la pregunta que solté en un susurro cerca de su boca. __ Porque estarán ocupados achacandome la culpa de lo sucedido. Me tacharan de descuidado, de alguien imbécil como para perder un móvil y no tenerle seguridad a ese nivel. - eso me dejó aún más confundida. - Tengo mala fama desde hace mucho, Blanca. Pero tú nombre no será manchado, porque por un lado
Theo.Debía tener todo control del mundo para no lanzarme sobre Rafael desde el inicio, pero estaba seguro que las ganas de hacerlo se notaban a leguas. No podía comprimir eso también. Tenía el nivel de rabia rebasando mis límites, tanto que al llegar a ellos solo saludé por cortesía y no arruinar el festejo que había preparado para no Blanca. __ Rafael, hay un asunto que quiero tratar contigo. - fui directo dejando claro que quería privacidad. __ Siendo así, hablamos de negocios más tarde. - se despidió uno de los hombres que lo acompañaba, siendo seguido por los demás. - Felices seis meses de matrimonio, por cierto.Asentí solamente dejando que todos se retiraran, dejándome a solas con el tipo, a quien le pedí acompañarme hasta el pasillo que daba a los baños.__ Si es por pedirle asociarnos a algunos de tus socios, debes entender que los negocios son así. Algunos coinciden y no es necesario tomarlo personal. - exclamó solo tocando la copa que cargaba en las manos. - Además, no t
Blanca.Cada cosa que observé, cada detalle que descubrí recalcó la finalidad de Theo esa noche. Todo gritó mi vida entera, enfocado en aquellas cosas que desde pequeña deseé tener. Mezclas de fantasía, colores y formas tan peculiares, como las figuras de alas en vidrio donde no me pude tomar fotografías en el museo el año anterior. Pero ahí estaba una réplica exacta, con cada línea logrando que no quisiera separarme del lugar para fotografiarlo de todos los ángulos. Aunque también estaba la parte del salón repleto de mis flores favoritas, donde quería sentarme y ver cada esquina mientras su aroma me llenaba las fosas nasales. Todo parecía de fantasía, podría haber sido un desastre, pero lograron hacer una mezcla que daba un aspecto muy fácil de cautivar. El organizador de ello, Theo. No podía verlo de otra forma, sentí ese aleteo en mi estómago que no quería olvidar. Lo vi aparecer por el pasillo, dedicando ese tipo de miradas que solo cuando te sientes extasiado de lo que tiene