Capítulo 145
Cuando terminó, los hombres se pusieron todavía más blancos. El temor en sus pupilas era cada vez más evidente, pero aun así nadie quiso confesar.

—Bien —dijo Daisy con una frialdad digna de una mensajera del infierno—. Si esa es su decisión, la respeto. Enzo, llévatelos. Hazles lo mismo que le hicieron a Blanca, pero el doble.

—¡A la orden! —respondió él con firmeza.

Llamó a unos cuantos de sus hombres, que sujetaron a los implicados por los brazos para llevarlos hacia afuera. El tipo al que Daisy había pateado no pudo resistirlo más y al final explotó:

—¡Está bien, hablaré! ¡Hablaré!

Daisy lo miró de reojo, y los guardias lo soltaron. Tambaleándose, él corrió hasta ponerse frente a ella:

—Es cierto que alguien nos…

Antes de terminar la frase, uno de sus compañeros le gruñó:

—¡Cállate! ¿Acaso quieres que te maten?

—¿Y quedarnos callados nos va a salvar? —le gritó de vuelta—. A lo mejor si confieso, me muero, pero si no lo hago, seguro me muero más rápido.

Enzo, que se mantenía a un co
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP