Capítulo 120
Daisy entornó los ojos, sospechando que alguien lo había provocado a propósito. Sin embargo, cambió de tema:

—Me voy a preparar. Sigo pensando que lo mejor es que yo misma te opere; así estaré más tranquila.

—No hay necesidad. —Javier negó con la cabeza—. Es un procedimiento simple. Además, puede que la familia Ortega envíe a alguien a ver cómo estoy. Si descubren que tú misma me operaste, podrían pensar cosas que no son.

Él tenía razón, así que Daisy acabó desistiendo de la idea. De cualquier modo, era una intervención sencilla, e intentó convencerse de que todo saldría bien. Aun así, no podía evitar sentirse nerviosa: si le ocurría algún accidente, sus piernas —que todavía no se habían recuperado por completo— podrían verse aún más afectadas.

De pronto, se abrió la puerta del quirófano y salió una enfermera:

—¿Quién es el familiar del paciente? Por favor, necesitamos su firma en este documento de riesgo vital.

—¿Riesgo vital? —Daisy frunció el ceño—. ¿Cómo es posible en una cirugía d
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP