« Laura. ¿Que pasa? ¿ Estás bien?»pregunta con voz cálida. « No. Por favor no tardes, te envio la ubicación exacta»digo. Cuelgo y escribo la dirección. Me dejo caer a la cama y cierro los ojos pensativa. Dios mío , el amor duele. Me estoy quedando dormida y me despierta una llamada. Es de recepción. « Si. Déjenlo subir»digo. Me levanto y camino hasta la sala y siento que todo me da vueltas. Me sostengo del sofá y respiro hondo para ver si así logro estabilizarme. Enseguida preparo la cafetera. Estoy borracha y un café cargado me ayudará. Me miro al espejo luego y abro la boca sorprendida. «Que despeinada estás y ese maquillaje está corrido, saldrá huyendo si te ve así»pienso. Entonces el timbre suena y me detengo pensativa. No quiero verme así ante él. Voy al baño rápidamente y tomo el cepillo y lo paso por mi cabello. Luego trato de lavar con rapidez la cara. Enseguida voy a abrir. Grito: ¡voy! Desde adentro varias veces. Pero en vez de abrir me quedo paralizada frente a la puerta.
Abrí los ojos y el dolor de cabeza se siente terrible. Por un momento me quedo pensando en qué fue lo que sucedió anoche. Intento recordar mis acciones. Me siento en la cama y cierro los ojos mientras mi cabeza parece explotar. “Dios mío que horrible resaca. ¿Tanto así bebi?” Pienso tocando mi cabeza adolorida. Me levanto y voy al baño. Miro mi cara en el espejo y observo cuan desastrosa amanecí. “¡Ouh!” Que dolor. Tomo el cepillo dental y procedo a lavar mis dientes, entonces mientras lo hago un recuerdo me invade. Abro mi boca nerviosa. Julián estuvo aquí. Enjuago mi boca y mi cara mientras sigo recordando lo que preferiría no recordar. ¿Acaso lo llamé? Me siento de nuevo en la cama y entonces todos los recuerdos llegan , uno tras otro como un bombardeo. Lo llamé, si, eso fue lo que hice, y no solo eso, le rogué que me hiciera el amor. Hago una negación y suelto una risa irónica. Cubro mi cara sintiendo vergüenza. Que pensará de mi. ¿Por qué tuve que beber tanto? Decido tomar una
Comemos en silencio pues ambos decidimos que hablaríamos después. Pedimos un almuerzo algo ligero pues en lo que a mí respecta estar con él en una situación como la de ahora es algo que afecta mis emociones y me quita el hambre. Él parece tan afectado como yo. Entonces rompe el silencio y me pregunta sobre los niños. Le cuento un poco sobre sus caracteres. Él sonríe oyéndolo y hace comentarios agradables sobre lo bonito que sería poder compartir con ellos. Finalmente terminamos de comer y el mesero trae una botella de vino tinto. Nos sirve y entonces él decide decir lo que desde hace mucho quiso decir. Sin embargo recibo una llamada que interrumpe sus intenciones , es de Canadá. Atiendo disculpándome con Julián. —Seré breve. Disculpa — Me pongo a un lado. Es papá. Entonces dice que lo niños desean saludarme. Es una video llamada. Atiendo un poco incómoda por la presencia de Julián. Enseguida se muestran muy vivaces mostrándome que están arreglándose para ir a la escuela. Les digo cuán
—Dime algo Laura. ¿ Me crees? ¿ Crees que puedas darme una oportunidad?— lloro con más fuerza. Lo miro con pena. Parece asustado. Cómo esperando la peor de las respuestas. Entonces acerco mi mano a su mejilla y la acaricio un instante. Luego me levanto. Él también lo hace y me toma del brazo con cuidado. —¿ Por qué lloras? — Gracias por querer decirme todo esto Julián, creeme que nunca lo voy a olvidar. Pero … Pero no estoy lista para volver contigo. Mi corazón aún late con fuerza cuando recuerdo todo lo que vivimos, todavía mi estómago se resiente al recordar y tiemblo cuando oigo tu voz, no estoy preparada.—Pero… por favor Laura — tomo su mano. —Te perdono. No te guardo rencor pero no estoy preparada para estar contigo— baja la mirada conteniendo sus lágrimas, entonces me mira. —Entiendo— Se limita a decir con tono apagado. —Por favor, siéntete libre de rehacer tu vida, no puedo obligarte a esperar que yo me sienta preparada porque no se cuánto pueda demorar o si ese día llegu
Regreso a casa enojada y trato de convencer al señor Phill por medio de una llamada que me deje partir. Pero es inútil. « Lo siento mucho Laura, mira, si fuera por mi aceptara el trato, pero Julián es un socio importante y no puedo pasar por alto su opinión, perdóname pero debes cumplir el contrato» dice y cuelgo resignada. Hago una video llamada a mis pequeños al día siguiente muy temprano. Más tarde le conté a papá que al menos debo continuar aquí quince días más , pues el contrato estipula que estaba dispuesta a quedarme el tiempo necesario y no solo debo renovar la Kore sino además debo participar en una subasta de joyas antiguas, lo cual requiere de mi parte ir y conocer las distintas joyas y estudiar cada una, su historia y el tipo de materiales usados en ellas. Empiezo a pensar en renunciar a todo esto para estar al lado de mis pequeños. Creí que podría con esto pero empiezo a dudarlo. …Los días pasan y la Kore está terminada, luce magistral. Se hará un evento esta noche
Digo a los niños que pueden mirar dibujos animados en la televisión, lo programo para que entiendan el idioma. Entonces me pongo a estudiar para la conferencia aunque al decir verdad no paro de pensar en las amenazas de Julián. Está loco. Nunca me va a quitar a mis hijos. De pronto recuerdo las amenazas que con tanta seguridad antes me decía. «Nunca dejaría que mis hijos crezcan con una mujer como tú , con una asesina»Aun recuerdo sus despiadadas palabras, tal vez ya no me considere una asesina, pero a lo mejor si una mujer indigna para criar a sus hijos. «No eres la persona adecuada para ser madre de mis hijos»decia muchísimas veces…¿Y si por mi negativa a volver con él desea vengarse y quitarmelos? Pienso con ansiedad en todo eso. Finalmente trato de concentrarme. Les prometo a Jordan y a Jayden que después de la conferencia podemos dar un paseo. No quiero que se den cuenta de que estoy muy ansiosa y preocupada. Ellos acceden encantados. Entonces Jayden se acerca a mi. — Mami
Camino consternada al salón nuevamente para decirle al señor Phill que debo irme mientras los niños me recriminan que no los dejara hablar con su padre. Enseguida me topo con Evans que lucia desesperado buscando a mis pequeños. — Laura. ¿ Dónde estaban? Gracias a Dios que están bien…— Entonces me mira y se da cuenta de mi expresión aún afectada. Estoy a punto de llorar y los niños lucen un poco consternados. ¿Qué pasa?—Vámonos por favor Evans, quiero irme de aquí — Él hace un gesto confundido pero termina por acceder sin decir nada. Al llegar al hotel hablo con los niños. Me encierro una hora con ellos en la habitación mientras Evans hace los trámites para volver a Canadá. Partiremos al día siguiente. —¿Y por qué no podemos hablar con papá, mamita? — pregunta Jordán. —Si, claro que pueden, pero ese no era el momento, cariño. Ya llegará , te lo prometo — Le digo. —¿ Cuando mamá?— pregunta Jayden. —Pronto, por ahora, por favor, confíen en mi ¿ Sí?— les digo. Ellos asienten y les
Entonces al ver a Julián con los niños, agarro aire y me acerco hasta ellos. Cuando Jayden y Jordan me miran se levantan y se muestran ansiosos, parecen preocupados por haberse comportando como lo hicieron. Les sonrío y los abrazo. Es mi primera reacción. Entonces los miro con gesto frustrado. —No debieron hacerme algo así, estuvo muy mal niños— sus caras denotan arrepentimiento. —Perdón mamita. Pero la abuela mencionó que papi había vuelto y sabíamos que no nos dejarías verlo— Miro a Julián quien muestra un gesto apacible. —De todos modos, en la casa tenemos que hablar sobre esto y las consecuencias. Los dejaré toda la tarde con su padre y luego vendré por ustedes — Me miran incrédulos.—¿ Es en serio mamita?— Preguntan. Asiento y me levanto. Saludo a Leonor. —Por favor, cuidalos, vendré a eso de las cinco de la tarde. Sino tienen inconveniente claro — menciono. Ella toma mis manos. — Claro que no cariño. Esta es también la casa de ellos. No te preocupes. Estarán protegidos— as