Camino consternada al salón nuevamente para decirle al señor Phill que debo irme mientras los niños me recriminan que no los dejara hablar con su padre. Enseguida me topo con Evans que lucia desesperado buscando a mis pequeños. — Laura. ¿ Dónde estaban? Gracias a Dios que están bien…— Entonces me mira y se da cuenta de mi expresión aún afectada. Estoy a punto de llorar y los niños lucen un poco consternados. ¿Qué pasa?—Vámonos por favor Evans, quiero irme de aquí — Él hace un gesto confundido pero termina por acceder sin decir nada. Al llegar al hotel hablo con los niños. Me encierro una hora con ellos en la habitación mientras Evans hace los trámites para volver a Canadá. Partiremos al día siguiente. —¿Y por qué no podemos hablar con papá, mamita? — pregunta Jordán. —Si, claro que pueden, pero ese no era el momento, cariño. Ya llegará , te lo prometo — Le digo. —¿ Cuando mamá?— pregunta Jayden. —Pronto, por ahora, por favor, confíen en mi ¿ Sí?— les digo. Ellos asienten y les
Entonces al ver a Julián con los niños, agarro aire y me acerco hasta ellos. Cuando Jayden y Jordan me miran se levantan y se muestran ansiosos, parecen preocupados por haberse comportando como lo hicieron. Les sonrío y los abrazo. Es mi primera reacción. Entonces los miro con gesto frustrado. —No debieron hacerme algo así, estuvo muy mal niños— sus caras denotan arrepentimiento. —Perdón mamita. Pero la abuela mencionó que papi había vuelto y sabíamos que no nos dejarías verlo— Miro a Julián quien muestra un gesto apacible. —De todos modos, en la casa tenemos que hablar sobre esto y las consecuencias. Los dejaré toda la tarde con su padre y luego vendré por ustedes — Me miran incrédulos.—¿ Es en serio mamita?— Preguntan. Asiento y me levanto. Saludo a Leonor. —Por favor, cuidalos, vendré a eso de las cinco de la tarde. Sino tienen inconveniente claro — menciono. Ella toma mis manos. — Claro que no cariño. Esta es también la casa de ellos. No te preocupes. Estarán protegidos— as
—La verdad es que he tenido una mañana complicada. Tuve que dejar a mis hijos con su padre, mi ex esposo , algo que me lastima profundamente—La mujer asiente con empatía. —Entiendo. Ser madre no es tarea fácil, especialmente cuando hay conflictos. Permítame invitarle un café, tal vez pueda escucharla y brindarle un poco de apoyo—La miro sorprendida. ¿Por qué esta desconocida se preocupa por mí? Sin embargo, en este momento, la idea de tener a alguien que me escuche se siente reconfortante.—Se lo agradecería mucho—respondo con sinceridad.La mujer me sonríe y me indica que la siga a una pequeña cafetería cercana. Mientras caminamos, siento que, por primera vez en horas, un atisbo de paz llena mi corazón. Tal vez este encuentro inesperado me brinde la perspectiva que tanto necesito en este momento.—Soy Amanda — Me dice cuando nos sentamos. —Soy Laura — La mujer llama al mesero y este enseguida trae la carta. Ambas pedimos un rico café de Maple. —Disculpa… luces muy afectada. ¿Quiere
Ignoré el mensaje de Julián y me preparé para recibir a Amanda. Claro que después de haberla invitado pensé miles de cosas escalofriantes. Cómo si llegaba a ser alguien peligroso y no debía invitarla a casa. Pero, luego traté de confiar en mi institución y la verdad pasamos una hora fabulosa juntas. — Gracias por venir, estoy avergonzada de haberte hecho salir de algo quizás importante—digo y le entrego una taza con café humeante. Ella lo recibe con simpatía. —Oh, para nada Laura. Mi última paciente canceló y ya estaba pensando que hacer con el tiempo libre. —¿ Paciente? ¿ Eres médico o algo así?— Toma— me hace entrega de una tarjeta. « Amanda Wilson, terapista emocional» leo y alzo mi mirada. —Por eso ese día quise acercarme. Te veías realmente mal— Entonces me explica que se interesó en la psicología después de morir su padre pues ningún terapeuta pudo ayudarla a enfrentar su terrible culpa. —Vaya. Creo que esto es una señal— digo divertida. Entonces hablamos muchísimo. El
Julián y los demás socios también exponen los avances que esperan recibir de la empresa aquí en Canadá. De los pasos que se han empezado a dar y de cuánto dinero supondrá dar rienda suelta a los planes. Entonces el señor Phill me dice que tendremos una subasta de inauguración en quince días y pronto me mandará los bocetos de las esculturas que se expondrán. Sonrío amable y digo unas palabras que resultan agradables para casi todos. Pues la nueva aventura de Julián me mira con gesto fastidiado. — Señor ¿ No presenta a su novia ?— Se me ocurre decir. Sonrío con malicia y él me mira con serenidad. Cómo planeando la mejor respuesta. —Oh, claro, disculpen todos. Esta hermosa mujer es Pamela Robbins. Estamos saliendo y creo que pronto podría haber boda— Alza una copa y todos reaccionan con comentarios de felicitaciones mientras que la tal Pamela parece muy sorprendida. —Oh, cariño. Eres tan dulce — Miro a otro lado con fastidio y Phill llama la atención de nuevo a su interlocución. Pero
Corri hasta la puerta y lo ví subir a su auto e irse. Con el corazón contristado regresé adentro. Me senté en el sillón y medité durante un tiempo. ¿Qué pasaría si lo detengo? ¿En verdad estoy preparada para corresponder a sus sentimientos? Sería lo mismo de siempre. Sentir un rechazo inevitable que no me deja amarlo como él quiere o como me gustaría hacerlo. Cierro los ojos pensando en porque su decisión es la mejor. Los días transcurren y aunque Julián hace video llamadas a los niños cada noche, no lo han vuelto a ver personalmente. Leonor dice que los negocios lo han apartado de Canadá por un buen tiempo. Claro que eso ha afectado el animo de mis pequeños y no voy a negar que un poco el mío , por eso intento hacer cosas con ellos para animarlos. Cómo por ejemplo cocinar juntos. Preparamos un pastel un viernes por la tarde y disfrutamos enormemente a medida que la harina va a parar sobre cada uno convirtiéndonos en fantasmas malvados y haciéndonos gritar y reír muy divertidos. L
Narrador. Durante días Julián meditó mucho en quien era y quien quería ser desde ahora . Leonor le insistió muchísimo en ir a terapia pues empezaba a beber de más con la esperanza de olvidar un poco su pasado y temia que el terminara igual que su padre, aquel que por no poder.controlar sus vicios terminó su vida en un accidente y se llevó consigo a la madre de Julián en una trágica noche lluviosa dónde las discuciones acaloradas empeoraban dentro del auto en la carretera. Leonor volvía a recordar ese terrible incidente cada vez que veía a su nieto llegar con olor a licor. Aunque lo dudó durante días, terminó por ir, solo para complacer a su abuela. ... Julián se removía incómodo en el sillón, como si cada uno de sus músculos estuviera en tensión. La mirada comprensiva de la terapeuta lo observaba en silencio, esperando pacientemente a que él abriera su corazón y enfrentara los demonios del pasado. Cerró los ojos con fuerza, y de pronto, las imágenes de aquella tarde aterradora v
Voy en un avión lleno de determinación y mientras lo hago pienso en todo lo que estoy dejando atrás. Es inevitable no querer cancelar todo y regresarme con mis hijos y poder ver a Laura, las veces que quiera, así sea de lejos. Entonces me repito qué es lo mejor por un tiempo. Mientras ella me vea sufrirá por recordar cada maltrato de mi parte. Al llegar a Guatemala me pongo en contacto con él ingeniero Enriquez Morales y junto con un equipo que juntó para mí disposición, fuimos a primera hora del otro día, a inspeccionar unos terrenos rurales que me interesan. Según me han dicho, la tierra es muy fértil y productiva y tengo un proyecto interesante para el futuro en este lugar. Llegamos a la zona rural luego de recorrer algunos kilómetros de zona montañosa en un rústico y finalmente llegamos al lugar un poco tarde, por lo que decidimos montar nuestras carpas y acostarnos a dormir para empezar la faena al otro día. Mientras intento dormir pienso muchísimas cosas. En qué estarán ha