—Dime algo Laura. ¿ Me crees? ¿ Crees que puedas darme una oportunidad?— lloro con más fuerza. Lo miro con pena. Parece asustado. Cómo esperando la peor de las respuestas. Entonces acerco mi mano a su mejilla y la acaricio un instante. Luego me levanto. Él también lo hace y me toma del brazo con cuidado. —¿ Por qué lloras? — Gracias por querer decirme todo esto Julián, creeme que nunca lo voy a olvidar. Pero … Pero no estoy lista para volver contigo. Mi corazón aún late con fuerza cuando recuerdo todo lo que vivimos, todavía mi estómago se resiente al recordar y tiemblo cuando oigo tu voz, no estoy preparada.—Pero… por favor Laura — tomo su mano. —Te perdono. No te guardo rencor pero no estoy preparada para estar contigo— baja la mirada conteniendo sus lágrimas, entonces me mira. —Entiendo— Se limita a decir con tono apagado. —Por favor, siéntete libre de rehacer tu vida, no puedo obligarte a esperar que yo me sienta preparada porque no se cuánto pueda demorar o si ese día llegu
Regreso a casa enojada y trato de convencer al señor Phill por medio de una llamada que me deje partir. Pero es inútil. « Lo siento mucho Laura, mira, si fuera por mi aceptara el trato, pero Julián es un socio importante y no puedo pasar por alto su opinión, perdóname pero debes cumplir el contrato» dice y cuelgo resignada. Hago una video llamada a mis pequeños al día siguiente muy temprano. Más tarde le conté a papá que al menos debo continuar aquí quince días más , pues el contrato estipula que estaba dispuesta a quedarme el tiempo necesario y no solo debo renovar la Kore sino además debo participar en una subasta de joyas antiguas, lo cual requiere de mi parte ir y conocer las distintas joyas y estudiar cada una, su historia y el tipo de materiales usados en ellas. Empiezo a pensar en renunciar a todo esto para estar al lado de mis pequeños. Creí que podría con esto pero empiezo a dudarlo. …Los días pasan y la Kore está terminada, luce magistral. Se hará un evento esta noche
Digo a los niños que pueden mirar dibujos animados en la televisión, lo programo para que entiendan el idioma. Entonces me pongo a estudiar para la conferencia aunque al decir verdad no paro de pensar en las amenazas de Julián. Está loco. Nunca me va a quitar a mis hijos. De pronto recuerdo las amenazas que con tanta seguridad antes me decía. «Nunca dejaría que mis hijos crezcan con una mujer como tú , con una asesina»Aun recuerdo sus despiadadas palabras, tal vez ya no me considere una asesina, pero a lo mejor si una mujer indigna para criar a sus hijos. «No eres la persona adecuada para ser madre de mis hijos»decia muchísimas veces…¿Y si por mi negativa a volver con él desea vengarse y quitarmelos? Pienso con ansiedad en todo eso. Finalmente trato de concentrarme. Les prometo a Jordan y a Jayden que después de la conferencia podemos dar un paseo. No quiero que se den cuenta de que estoy muy ansiosa y preocupada. Ellos acceden encantados. Entonces Jayden se acerca a mi. — Mami
Camino consternada al salón nuevamente para decirle al señor Phill que debo irme mientras los niños me recriminan que no los dejara hablar con su padre. Enseguida me topo con Evans que lucia desesperado buscando a mis pequeños. — Laura. ¿ Dónde estaban? Gracias a Dios que están bien…— Entonces me mira y se da cuenta de mi expresión aún afectada. Estoy a punto de llorar y los niños lucen un poco consternados. ¿Qué pasa?—Vámonos por favor Evans, quiero irme de aquí — Él hace un gesto confundido pero termina por acceder sin decir nada. Al llegar al hotel hablo con los niños. Me encierro una hora con ellos en la habitación mientras Evans hace los trámites para volver a Canadá. Partiremos al día siguiente. —¿Y por qué no podemos hablar con papá, mamita? — pregunta Jordán. —Si, claro que pueden, pero ese no era el momento, cariño. Ya llegará , te lo prometo — Le digo. —¿ Cuando mamá?— pregunta Jayden. —Pronto, por ahora, por favor, confíen en mi ¿ Sí?— les digo. Ellos asienten y les
Entonces al ver a Julián con los niños, agarro aire y me acerco hasta ellos. Cuando Jayden y Jordan me miran se levantan y se muestran ansiosos, parecen preocupados por haberse comportando como lo hicieron. Les sonrío y los abrazo. Es mi primera reacción. Entonces los miro con gesto frustrado. —No debieron hacerme algo así, estuvo muy mal niños— sus caras denotan arrepentimiento. —Perdón mamita. Pero la abuela mencionó que papi había vuelto y sabíamos que no nos dejarías verlo— Miro a Julián quien muestra un gesto apacible. —De todos modos, en la casa tenemos que hablar sobre esto y las consecuencias. Los dejaré toda la tarde con su padre y luego vendré por ustedes — Me miran incrédulos.—¿ Es en serio mamita?— Preguntan. Asiento y me levanto. Saludo a Leonor. —Por favor, cuidalos, vendré a eso de las cinco de la tarde. Sino tienen inconveniente claro — menciono. Ella toma mis manos. — Claro que no cariño. Esta es también la casa de ellos. No te preocupes. Estarán protegidos— as
—La verdad es que he tenido una mañana complicada. Tuve que dejar a mis hijos con su padre, mi ex esposo , algo que me lastima profundamente—La mujer asiente con empatía. —Entiendo. Ser madre no es tarea fácil, especialmente cuando hay conflictos. Permítame invitarle un café, tal vez pueda escucharla y brindarle un poco de apoyo—La miro sorprendida. ¿Por qué esta desconocida se preocupa por mí? Sin embargo, en este momento, la idea de tener a alguien que me escuche se siente reconfortante.—Se lo agradecería mucho—respondo con sinceridad.La mujer me sonríe y me indica que la siga a una pequeña cafetería cercana. Mientras caminamos, siento que, por primera vez en horas, un atisbo de paz llena mi corazón. Tal vez este encuentro inesperado me brinde la perspectiva que tanto necesito en este momento.—Soy Amanda — Me dice cuando nos sentamos. —Soy Laura — La mujer llama al mesero y este enseguida trae la carta. Ambas pedimos un rico café de Maple. —Disculpa… luces muy afectada. ¿Quiere
Ignoré el mensaje de Julián y me preparé para recibir a Amanda. Claro que después de haberla invitado pensé miles de cosas escalofriantes. Cómo si llegaba a ser alguien peligroso y no debía invitarla a casa. Pero, luego traté de confiar en mi institución y la verdad pasamos una hora fabulosa juntas. — Gracias por venir, estoy avergonzada de haberte hecho salir de algo quizás importante—digo y le entrego una taza con café humeante. Ella lo recibe con simpatía. —Oh, para nada Laura. Mi última paciente canceló y ya estaba pensando que hacer con el tiempo libre. —¿ Paciente? ¿ Eres médico o algo así?— Toma— me hace entrega de una tarjeta. « Amanda Wilson, terapista emocional» leo y alzo mi mirada. —Por eso ese día quise acercarme. Te veías realmente mal— Entonces me explica que se interesó en la psicología después de morir su padre pues ningún terapeuta pudo ayudarla a enfrentar su terrible culpa. —Vaya. Creo que esto es una señal— digo divertida. Entonces hablamos muchísimo. El
Julián y los demás socios también exponen los avances que esperan recibir de la empresa aquí en Canadá. De los pasos que se han empezado a dar y de cuánto dinero supondrá dar rienda suelta a los planes. Entonces el señor Phill me dice que tendremos una subasta de inauguración en quince días y pronto me mandará los bocetos de las esculturas que se expondrán. Sonrío amable y digo unas palabras que resultan agradables para casi todos. Pues la nueva aventura de Julián me mira con gesto fastidiado. — Señor ¿ No presenta a su novia ?— Se me ocurre decir. Sonrío con malicia y él me mira con serenidad. Cómo planeando la mejor respuesta. —Oh, claro, disculpen todos. Esta hermosa mujer es Pamela Robbins. Estamos saliendo y creo que pronto podría haber boda— Alza una copa y todos reaccionan con comentarios de felicitaciones mientras que la tal Pamela parece muy sorprendida. —Oh, cariño. Eres tan dulce — Miro a otro lado con fastidio y Phill llama la atención de nuevo a su interlocución. Pero