Oh— Es lo único que digo. Él se acerca. —Ven pequeñín, volverán loca a su madre…¿Es vómito?— pregunta con cara de asco mirando la mancha en mi camisa y alejando con sus dos brazos a mi bebé de sí. Siento que mi cara se pone roja. Entonces sonríe comprensivo y toma al otro bebé con gesto caritativo. Cierro la puerta y acomodo los mechones sueltos. Su cara sigue como si hubiera probado limón muy ácido. Entonces tomo un pañuelo y limpio mi camisa. Le sonrío habiendo hecho mi tarea y él devuelve el gesto. —Gracias— digo. Acomodo las carriolas y él coloca a los bebés. Suelto aire fatigada y me acuerdo del taxista. Lo llamo y contesta. « No tengo tiempo para perderlo con personas sin seriedad»cuelga. Respiro hondo. —Parece que alguien aquí la está pasando mal— dice mi guapísimo vecino. —Soy mujer. Podemos con todo— camino empujando las carriolas hasta el ascensor. Él entra justo conmigo y la puerta se cierra. — Si, pude notarlo hace un momento —dice con ironía. — Evans Preston. Es
Julián. Durante muchísimo tiempo me sentí muy abrumado. La culpa me carcomía por dentro y quería remediar todo lo que había hecho de algún modo. Realmente Laura y yo solo habíamos sido víctimas de las intrigas de Lucrecia. No podía creer que Lucrecia a quien creía una mujer honorable albergara sentimientos tan oscuros por mí y que hubiera podido ser capaz de tanto. No le importó engañar a Britney y llevarla así a la muerte y tampoco poner en riesgo también la vida de Laura en el proceso y dejarla como una vil criminal. Laura se fue de Canadá y saber que nuestros hijos nacerán lejos de mi fue un golpe bajo. Ella estaba en su derecho y era mi culpa. Pero ¿Qué culpa tenían esas criaturas de que su padre fuera un imbécil que se dejó llevar por la decepción y la frustración de creer que su madre era una despiadada que asesinó a alguien por un capricho? La odié tanto como ahora la amo. …—No puedo creer que hayas venido a verme Julián. Disculpa que hoy no luzca tan bonita, ya sabes que
Los meses pasaron y Evans y yo hicimos una bonita amistad. Fui muy sincera con él y le dije que mientras existiera la sombra de mi ex esposo yo no me sentía capaz de comenzar de nuevo una relación de pareja. La paso muy bien con él cuando llega de algunos de sus viajes y los bebés lo aman mucho. También pude asistir a la boda de Michael. Fue maravilloso verlo tan feliz dando el sí y por un momento lamenté que lo nuestro no haya funcionado . Estoy segura de que será un gran esposo. En cuanto a Dayanna, parece que su dulce vida de ensueño sigue bien. Supe también por la abuela Leonor que Julián se había ido. Si. Decidió renunciar a su propósito de buscar la reconciliación. Ante todos me mostré firme y traté de hacerles creer que no me importaba pero en las noches, cuando mis bebés se duermen lloro en silencio por el recuerdo de ese amor hermoso que sentí por él. Llego a extrañarlo en gran manera y ruego en silencio que me llame pero después me convenzo de que es lo mejor. Me he vuelto
Me despierto muy temprano y enseguida me doy un baño. Luego me visto con un traje de oficina y recojo mi cabello en un moño alto. Me preparo un café y mientras me lo tomo observo a través de la ventana un poco de la ciudad. Atenas es una ciudad con una arquitectura muy variada. Sus edificios van desde lo moderno a lo antiguo. Puedo observar un templo antiguo al cruzar la calle y por detrás una amplia vegetación. Sus casas están llenas de restaurantes, cafeterías y tiendas. Pienso además en mis hijos, son las seis y treinta de la mañana. En Canadá es un poco más de la medianoche. Esperaré para llamarlos antes de que tengan que ir a la escuela. Bajo y en recepción me dan un boceto explicativo de todas los servicios que ofrece el hotel. Desde masajes, restaurante , piscina , cafetería y una que otra cosa más. Voy a la cafetería. Puesto que el inglés es un idioma que se habla en muchas partes de Atenas muchos hoteles ofrecen personal que pueden atender en ese idioma. Este no es la excepc
— Y bien Julián, ella es la mujer de la que no puedo parar de hablarte, Laura Smith. Mira nada más que trabajo tan maravilloso — dice mientras ambos luchamos por salir del shock que provocó este inesperado encuentro. — Nunca mencionaste que se llamara Laura— dice él aún perplejo sin parar de mirarme. —Ah, si solo decía la bellísima restauradora. Perdón por eso. Ahora ya lo sabes, y bien, vayamos a comer, Laura debe tener hambre, la Kore exige muchísimo cuidado y no queremos que nuestra mejor perita sienta que abusamos de ella. He reservado en el restaurante de siempre — dice. Intentaría escabullirme pero luciría como una grosera ante el señor Phil pues ya reservó. Tendré que ir con ellos aunque aún no reacciono y mientras ellos salen por la puerta tomo mi bolsa y tratando de dejar todo ordenado antes de ir tras ellos, finalmente los sigo. Mientras lo hago una mezcla de nostalgia y rechazo se apoderan de mí. ¿Qué hace él aquí? ¿Acaso me ha estado siguiendo todo este tiempo? Miles de
Al día siguiente. Me preparo para ir al trabajo. La estatua está reparada en un cuarenta por ciento, pero el trabajo tiene que ser muy cuidadoso. Así que no avanzo mucho pero aunque tome mucho tiempo, lo importante es que quede en condiciones óptimas. Mientras me arreglo pienso en que voy a hacer hoy para no dejar que la presencia de Julián me afecte mucho. Estuve pensando mucho y creo que haré lo que me pide. Es el padre de mis hijos, Pero aunque me explique con lujo de detalles no quiero que piense que voy a volver con él. No podría hacerlo. No estoy preparada para eso. Llego al edificio y me quedo en la cafetería para tomar un café y comerme un emparedado. Entonces el señor Phil entra también por un café. —Hola Laura— dice y sin permiso se sienta a mi mesa. — ¿Cómo está, señor?— Muy bien. Tengo al directivo de un museo esperando por la completa restauración de la estatua antigua, me ofrecen muchísimo dinero, pero primero oiré ofertas, hay una familia muy acaudalada que la quie
« Laura. ¿Que pasa? ¿ Estás bien?»pregunta con voz cálida. « No. Por favor no tardes, te envio la ubicación exacta»digo. Cuelgo y escribo la dirección. Me dejo caer a la cama y cierro los ojos pensativa. Dios mío , el amor duele. Me estoy quedando dormida y me despierta una llamada. Es de recepción. « Si. Déjenlo subir»digo. Me levanto y camino hasta la sala y siento que todo me da vueltas. Me sostengo del sofá y respiro hondo para ver si así logro estabilizarme. Enseguida preparo la cafetera. Estoy borracha y un café cargado me ayudará. Me miro al espejo luego y abro la boca sorprendida. «Que despeinada estás y ese maquillaje está corrido, saldrá huyendo si te ve así»pienso. Entonces el timbre suena y me detengo pensativa. No quiero verme así ante él. Voy al baño rápidamente y tomo el cepillo y lo paso por mi cabello. Luego trato de lavar con rapidez la cara. Enseguida voy a abrir. Grito: ¡voy! Desde adentro varias veces. Pero en vez de abrir me quedo paralizada frente a la puerta.
Abrí los ojos y el dolor de cabeza se siente terrible. Por un momento me quedo pensando en qué fue lo que sucedió anoche. Intento recordar mis acciones. Me siento en la cama y cierro los ojos mientras mi cabeza parece explotar. “Dios mío que horrible resaca. ¿Tanto así bebi?” Pienso tocando mi cabeza adolorida. Me levanto y voy al baño. Miro mi cara en el espejo y observo cuan desastrosa amanecí. “¡Ouh!” Que dolor. Tomo el cepillo dental y procedo a lavar mis dientes, entonces mientras lo hago un recuerdo me invade. Abro mi boca nerviosa. Julián estuvo aquí. Enjuago mi boca y mi cara mientras sigo recordando lo que preferiría no recordar. ¿Acaso lo llamé? Me siento de nuevo en la cama y entonces todos los recuerdos llegan , uno tras otro como un bombardeo. Lo llamé, si, eso fue lo que hice, y no solo eso, le rogué que me hiciera el amor. Hago una negación y suelto una risa irónica. Cubro mi cara sintiendo vergüenza. Que pensará de mi. ¿Por qué tuve que beber tanto? Decido tomar una