Un par de lágrimas silenciosas descienden por mis mejillas cuando un cálido y dulce rose me hace estremecer, no sé en qué momento he cerrado mis ojos pero esa caricia me hace abrirlos, Jake eleva mi rostro para que la mire. Lo que veo en su rostro me hace sentir pequeño, indefenso y vulnerable, solo hay ternura en su mirada, sus ojos están anegados en lágrimas y una sonrisa triste esta dibujada en sus hermosos labios.

— No fue tu culpa Zero… — murmura con voz ronca, limpiando las lágrimas rebeldes que salieron de mis ojos — fue un accidente, un horrible accidente, pero no fue tu culpa, no vuelvas a decir algo como eso… — sus pulgares acarician mis mejillas las cuales sostiene entres sus manos — no ibas conduciendo el camión, tampoco fue tu culpa que le avisaras a Niko un poco más tarde — esas palabras hacen que mi ceño se frunza no sé de qué me está hablando pero la dejo continuar

>> De hecho de no haberle pedido el favor a Niko habrías sido tú el que habría salido tarde y probablemen