A la mañana siguiente en cuanto Elizabeth abrió sus ojos y sintió un brazo rodeándola por la cintura, recordó lo vivido la noche anterior lo que provocó que se sonrojara, jalo su mano hacia ella que estaba sobre el pecho de Estefan y se cubrió la boca. Miró a su lado para ver el perfil de quien es su esposo que aun tiene sus ojos cerrados. Aún no recuerda en qué momento su vestido fue roto en mil pedazos, no estaba lo suficientemente cuerda para asimilar lo que pasaba. Se levantó de a poco intentando no despertar a su compañero, pero al sentarse un dolor agudo en el vientre bajo la hizo soltar un quejido.—¡Ah! —se cubrió la boca con su mano y volteo a mirar a Estefan esperando que continuara durmiendo, sin embargo, la mirada de este se encontraba directamente hacia ella. —”¡Qué mala suerte!”—¿A dónde va mi esposa?—Necesito bañarme.—¿Te duele algo? —¡No… yo estoy en perfecto estado! Solo estaba fingiendo para despertarte.—Pero solo tenias que besar mis labios, con eso sería más
Después del baño, Estefan la llevó nuevamente a la habitación donde se vestirían, El saco que recibió con anterioridad contenía algo de ropa que usaría. —Me vestiré, aunque siendo sincero me parece absurdo que cierres tus ojos cada vez que estoy desnudo —se quitó la toalla que lo cubría después de dejar a Elizabeth en la cama. —deberías acostumbrarte, me gusta dormir de esta forma.Elizabeth se puso roja y cerró sus ojos, ella tenía más vergüenza de la que tenía su esposo, solo lo escuchaba vestirse sin saber que expresión él tenía en su rostro, aunque se imaginaba que estaba sonriendo y no estaba equivocada.Estefan la miraba mientras se vestía, tenía una sonrisa en su rostro y esperaba que ella sintiera curiosidad y lo mirara pero eso no sucedió.—¡Estoy listo! Ya puedes abrir tus ojos —Elizabeth lo hizo comprobando que no mentía —ya está por llegar la comida, vístete, esperaré afuera.Estefan salió dejando a Elizabeth avergonzada por todo, sus ganas de golpearlo eran inmensas. Se
Elizabeth podía ver la preocupación en el rostro de Estefan por la forma en la que intentaba cubrir su herida. No sabía que responder en ese momento por el dolor que sentía.Estefan estaba pasando de la preocupación a la ira, haber bajado la guardia no es algo que acostumbra hacer y teniendo en cuenta de quien resultó herida es algo que no piensa dejar pasar.—La orden fue dada a través de su enlace a todos sus subalternos incluido Paul —”los quiero vivos, yo mismo los mataré”.—Perdón, esto no debía pasar. ¡Debemos llegar pronto! —gritó esto último y sintieron cómo se aceleró el movimiento —Debí protegerte mejor. —tenía su mirada fija en la herida, no quería ver los ojos de Elizabeth.—No creo que sea tu culpa, pero… —No sé quién fue, pero lo averiguaré.Sin verse a los ojos el viaje continuo, lo que serían 5 horas se reducirían drásticamente. Elizabeth intentaba aguantar su dolor, su herida había sido cubierta pero aún Estefan no dejaba de ver ese lugar. Era incómodo pero quejarse
Elizabeth en su habitación pensaba en Estefan, no lo había vuelto a ver luego de su llegada. Tras cambiarse se acostó en la cama.—¡Espero esté bien! —se dijo a sí misma mirando al techo y aunque intentó mantener sus ojos abiertos, no lo logro, la medicina la llevó a relajarse quedándose profundamente dormida.Estefan llegó tiempo después convertido en lobo, ya su cuerpo no habían manchas de sangre al haberse lavado en un río cercano, se vistió con ropa de dormir y se acostó a un lado de Elizabeth abrazandola, a pesar de acercarla a su cuerpo ella no despertó.“No dejaremos que algo malo te pase” —se sentía inútil y sabía que debía protegerla mucho más de ahora en adelante. Cerró sus ojos y se quedó dormido con su esposa entre sus brazos.En cierta cabaña en el marquesado del norte, Antoni está reunido con 2 hombres, estaba recibiendo la información de que el ataque hacia Elizabeth fracasó. Aunque este no fue efectuado por él.—Pueden irse —se recostó en el espaldar de la silla en la q
Elizabeth no salió en los siguientes 5 días de la mansión, solo continuaba tomando el medicamento pese a que la herida ya había sanado. Paula la visitaba a menudo y difícilmente le sacaba palabras al inicio, pero Elizabeth terminó por darse por vencida así que las conversaciones se volvieron más amenas.Se enteró un poco de la vida de Estefan y entiende un poco su personalidad, le comento también sobre la muerte de sus padres siendo esto una de las tantas cosas de las que nunca se habló en el libro. Siente que ahora si logra conocer al Duque Wolf. Por boca de su esposo sería difícil enterarse.Elizabeth se limitó a hablar de la vida que llevaba esta chica antes de morir, si le contaba algo de su vida como Renata la tomaría como loca y era lo que menos quería que pasara.Estefan la acompañaba en las comidas, sin embargo, apenas terminaba salía de la mansión y ella aún no se atrevía a preguntarle el porqué de su apuro. Aunque le molestaba en un inicio su cercanía ahora sentirlo lejos ha
Aquel beso bastó para que Estefan sintiera deseos de devorarla y en esta ocasión Elizabeth quería exactamente lo mismo, estos días sin su esposo la llevaron a extrañarlo, pese a desearlo al sentir que se detenía el carruaje sabían que debían parar. Con pesadez, Estefan rompió el beso.—¿Regresamos? —dijo con su respiración acelerada. Elizabeth guardó silencio siendo que estaba en un dilema, quería sentir a su esposo pero a la vez conocer el ducado.—Podemos buscar un lugar… —se percibía la timidez en su voz, Estefan sonrió al sentir que su esposa lo deseaba tanto como él a ella.—Tendré que complacer a mi esposa —el beso se profundizó mientras el carruaje comenzó a andar, Elizabeth no sabía hacia dónde se dirigían pero en ese momento no le importaba, saborear los labios de su esposo era lo único que necesitaba.Las manos de Estefan recorrían cada parte del cuerpo de su esposa, haciendo imposible que rompieran el beso, solo lo hicieron al sentir que el carruaje se detuvo.—Llegamos —fu
Después de pasar el resto de la mañana y parte de la tarde en aquella cabaña se dispusieron a regresar. En el momento en el que se vestían, Estefan la miraba, mientras le arreglaba el vestido en la parte de los hombros, aunque estaba presente Elizabeth podía sentir que él tenía algo que le preocupaba.—¿Sucede algo? —pregunto intentando hacer contacto visual con él —no pareces estar bien —Estefan la miró y sonrió.—Todo está bien, es solo que tenemos que regresar. —¿Podemos quedarnos?—Hoy no, mi tía puede preocuparse. Recuerda que no le di aviso que nos quedaríamos.—Pero eso puedes solucionarlo fácilmente —Estefan unió sus labios a los de ella en un cálido beso.—¡Hoy no! Debemos regresar ahora.Estefan la agarró de la mano sacándola de la cabaña, estaba un tanto ansioso y Elizabeth podía sentirlo. Estando fuera ella noto que los guardias no estaban y todo estaba desértico, además que a lo lejos se podía escuchar a fieras luchando, fue fácil para Elizabeth deducir que se trataba de
Elizabeth continuaba corriendo con todas sus fuerzas, quería hacerle frente al lobo que la perseguía, pero entendió que no tendría oportunidad alguna y que su única salvación era ganar tiempo para que Estefan o Paul llegarán.“No puedo permitir que me atrape” —ni sabe cuánto tiempo pasó desde que le dio la espalda a aquel animal, sin embargo, debía continuar —”Estefan por favor, ven por mi” “Elizabeth” —pensó Estefan tras derrotar su contrincante e inmediatamente corrió en la dirección en la que la vio irse, sentía impotencia e ira hacia sus hombres, debieron cuidarlos mejor y no lo hicieron —”¿Donde estas?” — quería una respuesta de Elizabeth que no llegaría, pero igual podía sentir el desespero que ella sentía en ese momento, el olor de su esposa invadía sus fosas nasales guiandolo hacia ella. Sentía culpa, ya que una vez más ella estaba en peligro y él era el responsable. Esperaba volver a llegar a tiempo y que nada le pasará.Elizabeth continuaba corriendo, no había recorrido mu