Está bien, esa batalla la había ganado, aceptaría pero no sólo por el que dirán sino por el bien de su familia.—Muy bien, tu ganas — asintió — Pero tengo una condición.—Tú no estás para….—Si quieres — lo interrumpió — sino, dejo a mi hermano y a tu estúpida reputación hundirse. Conoce la salida Lord Renfield — hizo una reverencia y giró sobre sus talones.Pero unas manos largas se posaron sobre su brazo obligándola a girar en redondo para encontrarse con su ancho pecho y unos ojos dorados mirándola deslumbrantemente.¿Cuál es esa proposición?—No quiero ver a Amara cuando yo llegue.—Haré que se vaya hoy mismo.Ese comentario la sorprendió de manera absoluta ya que la primera vez que le pidió eso él se había negado.¿Eso es todo? — preguntó confundida.—Si para que mi reputación permanezca intacta y no se hable de tu hermano, tengo que sacar a Amara de casa, lo haré.Pero lo que ella desconocía era el hecho de que Amara ya no vivía con él justo el mismo día en que Anastasia los enc
Anastasia miraba el cielo nocturno desde su balcón y todo lo hacía en silencio, mientras esperaba a que su doncella terminara de componer la cama. Aun no podía entender como era que había regresado a ésta casa en la cual había sufrido mucho.¿Se hubiese visto egoísta si no ayudaba a su hermano Arlen?Tal si, tal vez no y de eso jamás lo iba a saber, ya que su primer reacción fue pensar en él no en ella. Frunció el cejo, en cuanto saliera de prisión ella misma lo mataría con sus propias manos por haber causado demasiados problemas.¿Contrabando?—¡Imbécil!—¿Dijo algo milady?Melissa se irguió en cuanto escuchó la voz de la joven y cuando vio que ella hacía una negación volvió a ocuparse de la cama. No habían querido hablar sobre el día en que salió huyendo, pero le hizo saber que ya no había bebé con una simple negación.—Cuando se fue, el amo Carl corrió…—Melissa — interrumpió Anastasia entrando a la habitación — Ya te he dicho que no quiero hablar del tema.—Perdón, sólo creí que e
Habían trascurrido exactamente varios minutos de juego, ninguno de los parpadeaba o incluso hablaba, si acaso solo era para tomar una carta y cambiarla por otra.—¿Listo para su derrota, milord?—¿Y tú, estas lista, Teodora? — Se aclaró la garganta — ¿Lista para mostrar tus cartas?Entonces los dos al mismo tiempo mostraron sus cartas, solo para descubrir que habían empatado.—Full — comentó Teodora — Es una lástima, ninguno ganó, milord.Pero él negó, no estaba dispuesto a perder.—Entenderás que si hay un empate. Ambos jugadores deben sacar una carta y la que sea mayor gana. — Explicó —¿O piensas perder, así nada más?Teodora arqueó una ceja, ese hombre la estaba retando en toda regla, pero no estaba dispuesta a dejarlo pasar.—Muy bien — asintió — Comienzo yo primero.Y así, ambos tomaron cada uno una carta.—Esta es la definitiva, Teodora.—Milady, por favor. Después de su derrota no le quedara más remedio que hablarme de manera formal.Los dos contaron al mismo tiempo y al llegar
Disculpe milady — dijo él, haciendo una reverencia — El doctor Johnson ha venido a visitarla.Perfecto — respondió con una sonrisa — Mi visita ha llegado. Hágalo pasar Alfred.En cuanto estuvieron solos de nuevo, Carl no fue capaz de reprimir su maldito impulso y la tomó del brazo.¡¿Vas a salir con él?! — era más una exclamación que pregunta.Si — Anastasia asintió con una sonrisa zafándose de sus brazos — Y le tengo un agradecimiento por haber salvado la vida de mi padre y la mía. Lo cual también deberías sentir, ya que si no fuese por él yo estaría muerta y tu carga de conciencia sería muy pesada.El silencio que se hizo entre ellos fue infernal, la tensión muy fácilmente se podía cortar con una navaja y ese duelo de miradas era una que no pensaban perder uno contra el otro.El doctor Johnson, milady.No habían escuchado los pasos que se acercaban a ellos y fue la voz de Alfred que los hizo parpadear, no sabían cuánto tiempo habían estado así.Milady — Henry Johnson hizo una revere
En cuanto Máximo entró al despacho, Arthur ya lo esperaba al otro extremo opuesto del escritorio. Con dos vasos de whisky. Lo miró fijamente avanzar hacia él, peor antes de que tomara asiento, soltó de golpe su pregunta.¿Cuáles son tus intenciones con respecto a mi hermana, Stone?Él esbozó una sonrisa ante esa pregunta demasiado directa. Tomó asiento y antes de responder, se bebió de golpe el trago que le había ofrecido Arthur.Muy directo Adamas — respondió — Pero seré igual de directo que tú — una media sonrisa se escapó de sus labios — Pienso cortejar a tu hermana y casarme con ella ¿Tienes algún inconveniente?Arthur aclaró la garganta y se sirvió otro trago.No soy un vizconde — prosiguió con su comentario — Pero un título de marqués apropiado ¿No crees?Era la primera vez que escuchaba sobre su título, de hecho lo tenía muy bien guardado. En todo Cornwall era una intriga, hasta ahora.Máximo recargó sus brazos en el escritorio y una determinación en su rostro apareció, mirando
¡Carl!Era inconfundible su voz y con el cejo fruncido la vio correr hacía él y no encendía el porqué. Solo podía ver sus ojos cargados de un matiz de miedo y preocupación.Anastasia corrió todo lo rápido que pudieron dar sus piernas, su único objetivo era llegar hasta él y evitar que ese sujeto disparara en contra de Carl. ¿Podría llegar justo a tiempo antes de que dispararan?Antone se quedó parado en la calle sin lograr comprender absolutamente nada, fue encontrones cuando lo vio. Escondido tras unos arbustos y un carruaje se encontraba un sujeto apuntando en dirección hacia Carl, no le pensó dos veces y sacó su arma. Disparó justo al mismo tiempo que él, que la detonación se escuchó como un solo disparo.—Qu…Carl fue presa del pánico, Anastasia se había abalanzado sobre él, interponiendo su cuerpo y la bala. Ambos yacían en el piso y lo único que podía escuchar era. Estaban tendidos en el suelo, ella sobre de él y sólo podía escuchar su respiración acelerada y sus pequeños quejid
—Eso haremos. Buenas noches doctor Johnson.Ambos contemplaron el trayecto del doctor hasta perderse en las sombras de la noche.—Y pensar que es el mejor en el pueblo — comentó Arlen.—Le salvó la vida a tu padre y a Anastasia la ha asistido dos veces. Juzgarlo tú.—Prácticamente dejo entrever que está interesado en mi hermana…Este comentario a Carl le incómodo mucho y Arlen no dejó pasar la oportunidad.—Además, siendo honesto es gallardo.Cielos, ya parecía a Lady Bernarda y sus métodos casamenteros.¿A dónde quieres llegar con todo esto, Arlen?—Piénsalo por un momento. Si anulas el matrimonio con Anastasia, ese doctor podría intentar cortejar la una vez que ella esté soltera. — dijo con astucia.La idea lo hizo arder de pies a cabeza, el simple hecho que él se le acercara le producían unos celos terribles. Pero ya había tomado una decisión y no existía forma alguna de que pudiera cambiar de parecer. Si, le dolería mucho si ese doctor se le acercara.—Mejor iré ver cómo está tu h
Estaba en un campo, el día era soleado y podía escucharse los pajarillo cantar y a lo lejos el sonido del mar. Era el día perfecto para salir de paseo. Pero el cielo soleado comenzaba a ser remplazado por unas nubes negras que oscurecían a su paso todo. Fue cuando sintió una extraña sensación de ser observada por algo.Algo le decía que miraba hacia atrás y cuando lo hizo, solo fue testigo de cómo una sombra se devoraba todo a su alrededor e iba por ella. Sin nada más que hacer y muerta de miedo fue cuando comenzó a correr. El cielo nublado amenazaba con dejar soltar una torrencial y violenta lluvia y al escuchar el sonido de los truenos fue ahí donde se despertó.Era solo un sueño.¿Dónde estaba?Se sentía mareada y un dolor que le quemo hasta las entrañas se hizo presente en el hombro. Entonces fue capaz de recordar todo, recordaba cómo fue corriendo hacía Carl, para evitar que fuera alcanzado por esa bala y como el impacto había dado en su antebrazo.¿Se encontraba él bien?Sólo po