Y entonces cada noche, yo bajaba media escalera y caía rendido ante los escalones, porque mi cama ya no era lugar suficiente para refugiarme, porque mi hermana ya había tenido suficiente de mis dramas, aunque fuera yo, aquel que creía que era impredecible, aquel que creía ser espontáneo, el que había caído en una rutina, en una larga y vergonzosa rutina. Cada aproximadamente ocho meses venía a refugiarme con mi familia, si no era con mi madre era con mi hermana, y ahora… ya sólo puedo refugiarme con mi hermana. Todo comenzó cuando renuncié a mi trabajo, por enésima vez yo creo, como siempre corrí con la cola entre las patas a ver a mi hermana, no importaba si era mañana, tarde o noche; ella siempre abría esa puerta para mí, su pequeño hermano menor, que no tenía amigos, pareja o hijos que lo mantuvieran estable ante una crisis, era noche, (cerca de las doce imagino) cuando toqué a su puerta para molestarla, tardó un par de intentos el hacer que se leva
Un sonido familiar me hizo recobrar el sentido, era algo conocido, pero no lograba reconocerlo del todo. Lenta, y torpemente, abrí mis ojos de uno de uno, mientras mis pupilas se adaptaban a la luz que las reflectaba, ese maldito sonido, era algo que no escuchaba desde mis días de secundaria. Un pequeño despertador viejo que utilizaba para levantarme en días de escuela, sacudí un poco la cabeza, me enderecé todo lo posible, procedí a apagar el despertador y solamente en el momento en que el sonido se extinguió fue que noté que algo andaba mal. Miré rápidamente la habitación, unos rayos de luz la iluminaban por completo, después de entrar por una ventana a la derecha del todo. Mi mente comenzó a entrar en pánico inmediatamente puesto a que no creía lo que mis ojos me mostraban en ese preciso momento, estaba de regreso a mi habitación en la casa de mis padres, y todo seguía exactamente igual a como lo recordaba, lo que era completamente imposible, ya que no veía esa habitación desde l
Desperté nuevamente, mi cabeza daba vueltas y estaba algo confundido. Toqué todas las partes de mi cuerpo examinando desesperadamente. Pero… La habitación, nuevamente en esa maldita copia de mi niñez… Mi cuerpo seguía en shock, aunque por mi mente sólo había una cosa; Había fracasado. Aprendí mucho del primer intento, y… del segundo, también del tercero. Aunque cada vez que lo intentaba parecía haber menos retroalimentación para mí mismo. Mi cuenta marcaba 12 días en total, y sólo 5 reinicios. Éstos 5 intentos me habían demostrado alguna que otra cosa, y de ellas podía estar seguro: Cada vez que estaba próximo a una muerte inminente: el ciclo se reiniciaba. Las circunstancias que causaban mi escenario de muerte podían llegar a ser totalmente extremas, llegando incluso a escenarios casi imposibles. El comportamiento de las personas a mi alrededor no variaba a menos de que yo actuara de manera diferente.
Desperté aún más exaltado que las veces anteriores, estaba ansioso por intentarlo una vez más. Pero tan pronto presté atención a mi entorno me pude dar cuenta que no había reiniciado como siempre. Ésta vez me encontraba en el bosque, parado justo frente a aquel animal, retrocedí algunos pasos y me preparé para encararlo.No te confundas – interrumpió aquella cosa – ésta vez no moriste, no en realidad.¿Y qué tan real es esto?Touché – exclamó – pero esto en realidad fue una ilusión, todo lo que “viviste” en los últimos minutos fue manipulado por mí, sólo viste lo que yo quise que vieras.¿Qué sentido tiene eso?Deadvia no es el único que tiene poder aquí. Tal como dijiste, Deadvia de mantiene vivo por alguna razón. Mis motivos
Desperté inquieto en una habitación oscura, no hubo sobresalto, simplemente una extraña sensación de nostalgia, como cuando sueñas algo realmente malo o sinceramente triste. Algunas lágrimas escaparon de mis ojos hasta que me derrumbé por completo, comencé a llorar completamente y mis fosas nasales comenzaron a taparse. Me incorporé sobre la cama, recargando mi espalda en la cabecera de la cama, recogí mis piernas y hundí mi cara entre mis rodillas. Me desahogué por completo durante los próximos 3 o 4 minutos hasta que mi mente comenzó a aclararse. Levanté un poco la cabeza y miré alrededor lentamente, mis ojos ya se hallaban adaptados a la oscuridad, pero apenas y logré vislumbrar las siluetas de los muebles que me acompañaban. La habitación estaba completamente a oscuras y aun así podía distinguir mi cuarto entre las sombras. Mi mirada se detuvo unos centímetros antes de la puerta centrándose en un viejo reclinable. Extrañamente la luz nocturna que entraba por la ventana n
La joven, de nombre Alexa, condujo aproximadamente 40 minutos hasta un pequeño restaurante a las afueras de Nest Heat, nos detuvimos allí y tomamos una de las cenas más incómodas que he tenido. Yo intentaba obtener respuestas de vez en cuando lo que culminaba la conversación al instante. Sus ojos me parecían demasiado llamativos, en realidad tenía una o dos preguntas al respecto, yo en realidad quería saber, pero ella realmente parecía estresada y aunque parecía ser amable no tenía intenciones de poner a prueba su temperamento. Terminamos de cenar cerca de las ocho de la noche y ella realmente parecía inquieta en la mesa. Quise pedir la cuente en alguna ocasión, pero ella insistía en que esperáramos un poco más. Después de un par de tazas de café dieron las diez de la noche y fue entonces que la mesera nos pidió irnos, pagué la cuenta y seguí a Alexa a la camioneta. Tenía la intención de ir de copiloto, pero ella se dirigió hacia ese lado del auto lo que me sugirió que yo manejaría es
- Iván, buenas nochesEscuché a mis espaldas, un frío helado recorrió mi espalda y sentí que mi corazón se detuvo por un momento hasta que pude dar la vuelta por completo. La profesora Emma se había percatado de su inoportuna intervención. Ella rio levemente.- No quería asustarte. ¿Trabajando hasta tarde?- Si – dije un poco más recompuesto, mientras me acercaba más al barandal para mantener vigilado el corredor hacia las escaleras.- Me quedé a terminar el reporte del laboratorio de química, justo te buscaría mañana para firmar de enterado. ¿Te importaría firmar…? – Mi preocupación se hizo evidente ante sus ojos - ¿Estás bien? – Ni siquiera me dio tiempo a reaccionar - ¿Te estas medicando? – preguntó finalmente acercá
Habían pasado dos días ya, Alexa no había regresado desde aquella noche, aunque me pareció verla acechando la ventana por la noche. Habíamos fijado para hoy la fecha de mi primer asesinato. Era demasiado raro el pensarlo, pero no había motivos para llamarlo de otra forma. De alguna extraña manera había conseguido una segunda oportunidad vivo y no estaba seguro de querer desperdiciarla. De cualquier manera, si no hubiera visto aquella criatura con mis propios ojos, quiero pensar que no habría manera de convencerme de matar a alguien. El día en la Universidad había llegado a su fin, me dirigía a la camioneta cuando un uniformado me dio alcance en el estacionamiento. El oficial se identificó como Albert X’zo, un hombre alto, fornido y de tez clara, comenzó haciendo un par de preguntas fáciles de responder, mi nombre, mis horarios de trabajo, mis áreas de laborales, todo iba bien hasta que preguntó sobre mi relación con la profesora Emma, supuse que responder correctamente sería