- ¡Ya está lista señorita!.- La mujer que se había encargado de prepararla dijo emocionada, girando su silla hacia el espejo.Aura miraba su reflejo y sus ojos no podían creer lo que veían.Su cabello castaño estaba suelto, con suaves ondas cayendo hasta sus caderas, su maquillaje era sencillo y natural, resaltando sus labios y ojos. Llevaba las joyas predispuestas para ella de la nueva colección y un vestido dorado que se amoldaba a su figura, de mangas largas y escote discreto.Acarició con sus dedos aquel reflejo y una sonrisa suave se deslizó por sus labios. No había rastro de la mujer sumisa y coaccionada que había sido antes, por el contrario: Veía a una mujer con ganas de vivir. Con esa chispa de energía y fortaleza que hacía mucho había perdido.- Muchas gracias.- Susurró sonriendole suavemente a la mujer.- Es mi trabajo. Que tenga bonita noche.- La mujer recogió las cosas y salió de la habitación.Aura también se puso en pie y dándose la vuelta, aún nerviosa caminó hacia la
El hombre miraba a través de los cristales polarizados del auto el revuelo que se alzaba en la ciudad.Por lo visto el lanzamiento de la nueva colección de ropa y accesorios del grupo Lamprou era un evento sin precedentes, puesto que todas las personas se encontraban alborazadas por dicho evento.Fernando permanecía en silencio, con su rostro impasible y una mirada que no se sabía su significado. Su expresión variaba entre el fastidio y la furia, la rabia y el desasosiego.Nunca imaginó que Aura lograría conquistar el corazón y volcaria la atención de la gran Dafne Lamprou, lo que ponía sus planes en cuerda floja, pues para nadie era un secreto que la rubia número uno de Europa no le pondría las cosas fáciles y aunque Aura siempre había sido rebelde, ahora que tenía a una persona tan poderosa tras ella sería mucho más difícil de someter.- ¿En qué piensas cariñito?.- Aurora preguntó burlona, mientras miraba a Fernando con una mezcla de fastidio y pena ajena.- En que tu ex jefa es un
- ¡Demonos prisa!. La noche apenas comienza y de nosotros depende que sea inolvidable. Ya es casi hora de arrancar. Confiamos en ustedes.- Aura aplaudió para llamar la atención de todos los presentes.Habían llegado con tiempo de más para ultimar detalles y Aura había corrido a camerinos para poder dar los toques finales a los modelos estrella.Alexein vestía un traje de alta costura hecho a medida por Brastan, la casa de modas del grupo Lamprou y el relicario que Aura había diseñado, el cuál aunque no sería vendido, daría un vistazo de todo lo que se podría encontrar.Daniel y Dafne observaban como estos trataban de disimular la palpable tensión que se respiraba en el ambiente. Aunque tanto Aura como Alexein trataban de disimular lo mejor que podían, era bastante notorio que algo pasaba entre ellos.- Bien. Es hora. Suerte a todos.- Dafne le sonrió a su equipo.La rubia tomó a la castaña del brazo y la haló hacia el lugar reservado para ellos. No estarían tras bambalinas pero tampoco
Aura lo miró con los ojos desorbitados y su rostro palidecio de inmediato.Estaba ahí, frente a ella. Le había sido inútil correr, al final la había encontrado.Miró hacia él nuevamente y una chispa de ira contenida ardió en sus ojos pardos, al ver la sonrisa petulante de Aurora. No le cabía duda que aquella mujer había corrido a contarle a Fernando dónde estaba.Esa había sido su forma de vengarse y vaya que había logrado dar justamente en el lugar correcto para herirla y hacerla sentir miserable.- Aura, ¿Qué sucede?. Parece que viste un fantasma. ¿Es que no te alegras de verme?.- Fernando la miró con una sonrisa socarrona y maniática, que hizo correr el sudor frío por la espalda de la castaña.- Te comió la lengua el gato.Aura sintió asco al ver como la miraba. La lujuria y el deseo bailaban en su mirada, junto a algo oscuro que no podía descifrar, pero no por eso era menos perturbador. Quería ir y destrozar la sonrisa arrogante de Aurora y luego huir sin mirar atrás.Retrocedió al
Aura se quedó estática al sentir los labios de Alexein sobre los suyos y no por asco o terror, sino porque sentía que aquello sólo era un sueño del que no deseaba despertar.Al sentir como la castaña se quedaba inmóvil, Alexein intentó alejarse de inmediato, sólo siendo consciente hasta aquel momento de su estúpido arrebato. Para su sorpresa, fue la misma Aura quien tomandolo de la camisa lo haló de nuevo hacia ella.Y entonces se perdió por completo.Cuando los labios de Aura se unieron a los suyos, no pudo pensar con claridad. Sintió como algo explotaba en su pecho y se encendía como un fuego que arrasaba con toda lógica y cordura en su interior.Sus labios se abrieron hambrientos y sin miedo y sin reservas devoraron aquellos que por tantas noches le habían robado el sueño. Aún cuando él mismo se negaba a aceptarlo. Había caído por la castaña y no le importaba estar a sus pies.La besó con ansias y una pasión desbordante, con una mezcla de ternura y urgencia que hizo que las piernas
El lanzamiento fue todo un éxito. En una sola noche ganaron pedidos exorbitantes y aquello tenía a todos muy emocionados.La gala terminó pasada la medianoche y aunque el cansancio era notorio, la satisfacción de haber hecho las cosas bien era premio suficiente.Aura sentía su cabeza a punto de explotar de dolor, tantas emociones le habían provocado una horrible jaqueca con la que ya no podía.- Tú y Daniel irán juntos, Aura y yo iremos en otro auto.- Dafne tomó del brazo a la castaña, mientras caminaban a la salida.- Sin peros Alexein.- Dafne dijo al ver como el ojigris se preparaba para rebatir.Tanto Daniel como Alexein se quedaron pasmados viendo como la rubia arrastraba consigo a la castaña y se subían al auto. Daniel simplemente se encogió de hombros y subió al lado del copiloto, mientras Alexein suspiró cansino: sabía perfectamente que Dafne someteria a Aura a un exhaustivo interrogatorio después de lo que vió y claro, después sería él.No le quedó más remedio que subir al auto
Aura trataba de dormir, pero los eventos de aquella noche la estaban torturando.Se sentó en la cama con frustración, sintiendo un peso asfixiante en su pecho.Sabía que no podía huir de Fernando para siempre, que no podría esconderse de él por lo que le quedaba de vida, pero no esperó tener que enfrentarlo tan pronto.Le temía, por supuesto que le temía. No se supera en poco más de seis meses todo el dolor y los traumas vividos por años, más sin embargo no estaba dispuesta a que siguiera controlando su vida a su antojo.Se había jurado no bajar nuevamente su cabeza ante él y estaba decidida a cumplir con aquel juramento. Aunque el precio a pagar fuese alto.La oscuridad aún engullia con su manto el exterior, pues la luna, apenas y era un pequeño machote en el cielo y un frío bastante extraño cargaba la atmósfera, como si la misma naturaleza sintiera que todo estaba por cambiar.Aura se levantó y aún en pijama salió en dirección al jardín. Se abrazó a si misma cuando el aire frío de l
Aura caminaba por el jardín principal de la mansión, buscando una forma de poner sus pensamientos en orden.El beso con Alexein había trastocado su cordura a un punto de no retorno. Su mente, cuerpo y corazón danzaban en un caos y armonía que no entendía, pero que nada podía interrumpir.Llevaba días rememorando aquel momento y cada vez estaba más convencida que su corazón ganaría aquella batalla.Daniel tenía razón... Se merecía ser feliz, pero el miedo, el miedo seguía jugando en su contra.Había estado tratando de esquivar a todos, especialmente a Casandra, quien seguramente estaba ansiosa por escuchar todo con lujos y detalles, más sin embargo, aún no se sentía lista para tomar una decisión.Se sentía perdida, pero por primera vez no se sentía asustada. Era una mezcla extraña la que anidaba en su pecho. Una mezcla de incertidumbre y curiosidad que la empujaban a lanzarse al vacío sin pensarlo, sin temer las consecuencias que aquello trajera consigo.- ¿Qué haces aquí a estas horas