Aura lo miró con los ojos desorbitados y su rostro palidecio de inmediato.Estaba ahí, frente a ella. Le había sido inútil correr, al final la había encontrado.Miró hacia él nuevamente y una chispa de ira contenida ardió en sus ojos pardos, al ver la sonrisa petulante de Aurora. No le cabía duda que aquella mujer había corrido a contarle a Fernando dónde estaba.Esa había sido su forma de vengarse y vaya que había logrado dar justamente en el lugar correcto para herirla y hacerla sentir miserable.- Aura, ¿Qué sucede?. Parece que viste un fantasma. ¿Es que no te alegras de verme?.- Fernando la miró con una sonrisa socarrona y maniática, que hizo correr el sudor frío por la espalda de la castaña.- Te comió la lengua el gato.Aura sintió asco al ver como la miraba. La lujuria y el deseo bailaban en su mirada, junto a algo oscuro que no podía descifrar, pero no por eso era menos perturbador. Quería ir y destrozar la sonrisa arrogante de Aurora y luego huir sin mirar atrás.Retrocedió al
Aura se quedó estática al sentir los labios de Alexein sobre los suyos y no por asco o terror, sino porque sentía que aquello sólo era un sueño del que no deseaba despertar.Al sentir como la castaña se quedaba inmóvil, Alexein intentó alejarse de inmediato, sólo siendo consciente hasta aquel momento de su estúpido arrebato. Para su sorpresa, fue la misma Aura quien tomandolo de la camisa lo haló de nuevo hacia ella.Y entonces se perdió por completo.Cuando los labios de Aura se unieron a los suyos, no pudo pensar con claridad. Sintió como algo explotaba en su pecho y se encendía como un fuego que arrasaba con toda lógica y cordura en su interior.Sus labios se abrieron hambrientos y sin miedo y sin reservas devoraron aquellos que por tantas noches le habían robado el sueño. Aún cuando él mismo se negaba a aceptarlo. Había caído por la castaña y no le importaba estar a sus pies.La besó con ansias y una pasión desbordante, con una mezcla de ternura y urgencia que hizo que las piernas
El lanzamiento fue todo un éxito. En una sola noche ganaron pedidos exorbitantes y aquello tenía a todos muy emocionados.La gala terminó pasada la medianoche y aunque el cansancio era notorio, la satisfacción de haber hecho las cosas bien era premio suficiente.Aura sentía su cabeza a punto de explotar de dolor, tantas emociones le habían provocado una horrible jaqueca con la que ya no podía.- Tú y Daniel irán juntos, Aura y yo iremos en otro auto.- Dafne tomó del brazo a la castaña, mientras caminaban a la salida.- Sin peros Alexein.- Dafne dijo al ver como el ojigris se preparaba para rebatir.Tanto Daniel como Alexein se quedaron pasmados viendo como la rubia arrastraba consigo a la castaña y se subían al auto. Daniel simplemente se encogió de hombros y subió al lado del copiloto, mientras Alexein suspiró cansino: sabía perfectamente que Dafne someteria a Aura a un exhaustivo interrogatorio después de lo que vió y claro, después sería él.No le quedó más remedio que subir al auto
Aura trataba de dormir, pero los eventos de aquella noche la estaban torturando.Se sentó en la cama con frustración, sintiendo un peso asfixiante en su pecho.Sabía que no podía huir de Fernando para siempre, que no podría esconderse de él por lo que le quedaba de vida, pero no esperó tener que enfrentarlo tan pronto.Le temía, por supuesto que le temía. No se supera en poco más de seis meses todo el dolor y los traumas vividos por años, más sin embargo no estaba dispuesta a que siguiera controlando su vida a su antojo.Se había jurado no bajar nuevamente su cabeza ante él y estaba decidida a cumplir con aquel juramento. Aunque el precio a pagar fuese alto.La oscuridad aún engullia con su manto el exterior, pues la luna, apenas y era un pequeño machote en el cielo y un frío bastante extraño cargaba la atmósfera, como si la misma naturaleza sintiera que todo estaba por cambiar.Aura se levantó y aún en pijama salió en dirección al jardín. Se abrazó a si misma cuando el aire frío de l
Aura caminaba por el jardín principal de la mansión, buscando una forma de poner sus pensamientos en orden.El beso con Alexein había trastocado su cordura a un punto de no retorno. Su mente, cuerpo y corazón danzaban en un caos y armonía que no entendía, pero que nada podía interrumpir.Llevaba días rememorando aquel momento y cada vez estaba más convencida que su corazón ganaría aquella batalla.Daniel tenía razón... Se merecía ser feliz, pero el miedo, el miedo seguía jugando en su contra.Había estado tratando de esquivar a todos, especialmente a Casandra, quien seguramente estaba ansiosa por escuchar todo con lujos y detalles, más sin embargo, aún no se sentía lista para tomar una decisión.Se sentía perdida, pero por primera vez no se sentía asustada. Era una mezcla extraña la que anidaba en su pecho. Una mezcla de incertidumbre y curiosidad que la empujaban a lanzarse al vacío sin pensarlo, sin temer las consecuencias que aquello trajera consigo.- ¿Qué haces aquí a estas horas
- ¿Señor?, ¿Me mandó a llamar?.- Casandra tocó la puerta y la empujó despacio.- Entra.- Bastian respondió sin siquiera mirarla.Casandra entró a la enorme sala de estar, en dónde una chimenea crepitaba al son de las danzantes llamas.Aunque tenía su propia habitación en la mansión de su nieta, Bastian pocas veces se quedaba ahí y prefería volver a la casa que había comprado incluso antes de la muerte de Larissa.Se había mudado mucho antes de que esta falleciera, apenas Dorian había hecho su vida lejos de ellos y luego vendió la antigua mansión, pues los recuerdos que albergaba era algo que no deseaba conservar. En ese lugar fue el hombre más infeliz del mundo y ya no quería vivir atado a un pasado que sólo le había causado dolor y que había llenado su corazón de odio y rencor.Casandra tomó asiento en el sofá de cuero negro, mientras miraba de soslayo el perfil del mayor, quien se encontraba de espaldas a ella, sentado en una pequeña mecedora, observando las llamas en su intermina
Los días pasaron sin compasión alguna y fueron un completo desafío para Aura.Tal como lo había prometido, Alexein se mantuvo alejado de la chica, dándole su espacio y su tiempo para que no se sintiera presionada y pensara tranquilamente su decisión.Incluso había cambiado la forma de trasladarse al trabajo y ahora Dafne y Daniel estaban junto a Alexein y ella en un auto diferente, con otro de los guardaespaldas, más sin embargo, Alexein no pensaba rendirse.Todos los días llegaba a la oficina de la castaña una caja de dulces diferente a la anterior con una rosa y una nota, la cuál Aura esperaba con ansias cada mañana, con una boba sonrisa en el rostro y que guardaba como un tesoro de valor incalculable.Dafne y Daniel miraban todo con diversión, pues les parecían divertidos los juegos infantiles de ambos, más sin embargo se mantenían al margen, pues de aquel punto en adelante ya no podían influir en las decisiones de ninguno. Todo lo que sucediese de ahí en adelante era muy problema
Alexein entró al lugar siguiendo a la castaña de cerca.Escuchaba los cuchicheos mal disimulados de algunas del personal de limpieza del colegio e incluso de algunas maestras, cuyas miradas denotaban el interés que su presencia provocaba.No le molestaba, por el contrario, su ego se sentía agradecido de tan soberbios cumplidos, más al ver como algunos hombres posaban su mirada en la de ojos pardos, no pudo evitar que una súbita sensación de molestia empezara a surgir en su interior.Aceleró el paso y se puso al lado de la joven, quién avanzaba resuelta hacia la oficina del director. Tomó su mano con disimulo y sonrió cuando la chica lo miró confundida primero a los ojos y después a sus manos unidas.- Te miran demasiado.- Explicó como si fuera lo más obvio del mundo.- También a ti, así que estamos a mano.- Aura respondió sin darle importancia.Alexein la miró con el ceño fruncido, sintiéndose incluso más molesto, pero no dijo nada. Supuso que al igual que él se sentía incómodo ella d