Gordon Moreno y los demás no querían que esto sucediera. Todavía le estaban gritando a Harvey York momentos antes, pero ya se inclinaron en el segundo siguiente.

No había otra opción. Sus jefes ya habían tomado la decisión.

Ya que tres de los cuatro grandes directores de la Alianza Mundial de Artes Marciales estaban de acuerdo con la condición, ¿qué otra cosa podían hacer los representantes?

Colton Torres se quedó completamente helado.

Dane Benett y los demás también estaban sorprendidos.

A estas alturas, ni siquiera podían creer lo que estaba sucediendo ante sus ojos.

“¡Me opongo a esto! ¡No se puede permitir que la Alianza de Artes Marciales del País H sea uno de los grandes directores!”, bramó Clyde con furia.

“¡Sabemos de lo que somos capaces! ¡La Alianza de Artes Marciales del País H no es adecuada para eso!”.

“No solo nos estás obligando a ir contra las regiones del Lejano Oriente y del Mar del Sur...”.

“¡Estás tratando de matar a la Alianza de Artes Marciales del País H