Alguien salió caminando de las sombras del salón.

No era muy alto y solo medía un metro sesenta. Estaba un poco calvo y su cara parecía la de un mono.

Una espada larga y corta de la Nación Insular colgaba a los lados de su cintura. Cada paso que daba emanaba un aura aterradora.

"¡¿Un espadachín de la Nación Insular?!".

Justin frunció el ceño.

"Así es. Kuroda Taro es un experto del Camino Shindan. Su habilidad con la espada es casi incomparable dentro de Mordu”.

"No importa que tan fuerte sea Rachel, es probable que no podrá bloquear un golpe de él".

“Señor Walker. Con él cerca, ¿por qué tendrías miedo de Rachel?”. Lucas dijo, entrecerrando los ojos pensativamente. Esta era una de sus ases bajo la manga mortales. Si esto no pudiera ayudarlo a lograr sus objetivos, entonces no habría llamado a Kuroda.

Después de todo, sería problemático para él si la gente descubriera que estaba trabajando con ciudadanos de la Nación Insular.

Después de evaluar a Kuroda durante un largo rato, Ju