Lilian se quedó mirando fijamente a Harvey con anticipación.

¡No eran solamente mil dólares de lo que estaban hablando, sino cientos de miles de millones de activos!

¡Si pudiera tenerlos, no tendría que temer quedarse sin un centavo!

Pensando en la glamorosa vida que podría tener, ella no pudo evitar reírse.

Sin embargo, sus palabras sorprendieron a Simon. Él trató de disuadirla para que no continuara. “Deja de decir tonterías. Esos activos le pertenecen a Harvey…”.

¡Paf!

Lilian inmediatamente abofeteó a Simon y gritó: “¡¿Los activos de Harvey?! ¡Él usó el poder y las conexiones de los Zimmer para obtener esos activos! ¡Así que obviamente, le pertenecen a los Zimmer!”.

“Yo no le estoy diciendo que entregara todo. Solo le estoy diciendo que lo guardaría. ¡Es por su propio bien! ¡Ya le estoy dando mucho respeto!”.

"¿Y todavía estás hablando por él?".

"Ya lo entiendo ahora. Debiste haberlo ayudado a transferir los activos también, ¿verdad?”.

Simón estaba impotente. Él era la per