“¿Estás hablando de los extranjeros? Los he enviado lejos", respondió Harvey fríamente.

Él vio a Mandy, completamente atada en la esquina, y finalmente dejó escapar un suspiro de alivio.

Mientras Mandy estuviera ilesa, no era demasiado tarde.

"¡No te acerques más! ¡¿Crees que no la mataré si lo haces?!", exclamó Zack. Luego, agarró un cuchillo sobre una mesa, preparándose para correr hacia Mandy.

"¡Aaaaaah…!".

Gritos que sonaban como un cerdo moribundo resonaron. Zack rodó al suelo con un gemido.

"Pensé que eras solo un insecto apestoso, y ni siquiera tenía interés en matarte".

"Pero esto demuestra que a veces no puedo ser misericordioso. Solo cuando mueras nadie volverá a morderme de nuevo”, dijo Harvey pisando el cuchillo.

Todo el cuerpo de Zack estaba temblando. Pensó que definitivamente podría matar a Harvey después de aprender algunos movimientos en la tierra prohibida detrás de las montañas de la familia Jean.

No esperaba que los pies de Harvey le pisotearan la cara.

“¡