NarradorUna vez que Atlas llevó a Abril hasta la mansión Granfort, la dejó bajo el cuidado de Erick, y regresando a su casa lleno de dudas, ya que la pobre no le dio mayor detalle de lo sucedido, este espetó una vez que halló a Nerio en el amplio comedor.—Ahora si debes estar feliz, Nerio... Dante, tu nieto preferido al fin tuvo el valor de decirle a Abril toda la verdadEl hombre mayor, manteniéndose inexpresivo, negó enseguida llevando una tasa de café humeante a su boca, y dejando esta a un lado una vez que tomó un sorbo, respondió—No es que Dante sea mi nieto preferido, pero sabías que este momento llegaría, mi intensión Atlas, no es desatar una guerra entre ambos hermanos, mi intención es crear hombres responsables que asuman las consecuencias de sus actosDe manera inmediata, una vez que este finalizó, el menor de los Hackett soltó un bufido que molestó un poco a su abuelo, y caminando hasta la silla frente a él, tomó asiento sin previo aviso.—¿No quieres desatar una guerra,
Narrador.Atlas, al notar la interrupción de su hermano, sonrió de medio lado, y es que el alcohol en su sistema no le permitía pensar con claridad, por lo que liberando a Abril de su agarre, emprendió su caminata hasta él.Sinceramente, Dante deseaba golpearlo, estampar su puño en su mandíbula perfectamente cincelada, pero deduciendo que esto le traería problemas con Nerio, optó por esquivar el golpe que este lanzó en su dirección de manera inmediata.Los celos absurdos de Atlas ante el temor de perder a alguien que no le pertenecía lo estaban haciendo meterse en un terreno peligroso, por lo que antes de perder la poca paciencia que tenía, Dante tomó su segundo golpe en el aire, y girando su mano hacia su espalda, lo inmovilizó con una llave bastante dolorosa.Espetando un montón de maldiciones, Atlas se negaba a permanecer tranquilo, e inhalando el olor que emanaba. Allí fue cuando su hermano mayor supo que estaba ebrio.—Atlas, te lo advierto, es mejor que te calmes...En realidad,
Narrador. Como se lo mencionó a Abril, Dante apenas cayó la noche, se quedó en la empresa para llevarla a casa a salvo, y colocándose de pie a las afueras de su oficina, esperó por ella. Saliendo de pronto, esta se sorprendió levemente al hallarlo allí, y bajando su rostro por un instante, dijo.—Te puedo asegurar que puedo ir sola a casa.Esa mañana, Dante notó que ella llegó sola a la empresa, sin su chofer, por lo que luego de lo sucedido con su hermano, solo quería asegurarse de que llegara a salvo a su destino...Dante, un poco molesto porque ella se negaba a ser escoltada, introdujo sus manos en el bolsillo, y luego de hacer un mohín con su boca, se limitó a responder. —Eso lo sé, Abril, y no estoy colocando en tela de juicio tu capacidad, es solo que esto me dejaría más tranquilo a mí, y al mismo Erick... O al menos eso creo.Abril, un poco serena, y sin más opción, inició su caminata hasta el elevador, y llegando al auto de Hackett, ambos lo abordaron.Ella, en completo sile
NarradorCaminando lo más rápido que sus pies le permitían, Abril avanzaba por el amplio pasillo de la sala de emergencia del hospital del sur de su ciudad, siguiendo a Dante, quien se hallaba igual de acelerado que ella. Y es que la llamada que recibió Granfort los alteró a los dos, más a Dante al ser el familiar del afectadoDeteniéndose abruptamente en la recepción del lugar, él se identificó, y señalándole la chica allí, seguir, él retomó su marcha hasta la ubicación del doctor al final del camino.—Señor Hackett que bueno que se encuentre aquí... El señor Nerio por suerte fue estabilizado.Dante un poco sofocado observó al interior de la habitación a su lado, y descubriendo a su abuelo conectado a un montón de monitores con signos vitales aparentemente estables, respiró aliviado.—Fue una suerte que su hermano estuviese allí, si no lo ha traído a tiempo, es probable que él hubiese muerto en el acto.Dante sintió una leve opresión en el pecho al escuchar la aseveración, al mismo
Narrador Dando solo un par de pasos alejándose de su esposo, Abril, se quedó de pie a escasos metros de distancia de Dante, y es que estar a solas con Atlas no es algo con lo que ella se sintiera muy cómoda, por lo que tragando el nudo en su garganta, la mujer vaciló un instante antes de decir.—Aquí está bien Atlas... Habla de una buena vez.Permaneciendo estático una vez que se detuvo, Atlas no creía lo que estaba escuchando ¿Abril, la mujer por quien él daría su vida, le temía? El descubrir esto prácticamente lo estaba matando, drenando toda la sangre de su cuerpo, dejándolo casi sin vida¿Qué fue eso tan malo que hizo como para que ella no quisiera estar a solas con él?Atlas se regresó sobre sus pies hasta colocarse frente a ella, lleno de sorpresa, y llevando sus manos hasta la mejilla de su cuñada, la acarició con vehemencia, antes de musitar.—¿Por qué no quieres estar a solas conmigo, Abril? ¿Acaso me temes?Desde una distancia no muy grande, Dante vio la mano de su herman
NarradorPor su parte, Abril, una vez que llegó a la estancia de su casa, halló a su padre preparándose para cenar, y acompañándole a la mesa, antes de tomar asiento en ella, se percató de que aún llevaba el sacó de Dante sobre sus hombros, la calidez de este la hizo sentirse tranquila, y de no ser por su padre, siquiera nota que aún lo trae encima—¿Y ese saco Abril?Sintiendo sus mejillas arder, Abril sonrió viéndose descubierta, y despojándose de la prenda, caminó de regreso hasta llegar a un pequeño closet cerca de la entrada, en donde lo guardó.—Es de Atlas, tenía algo de frío en el hospital, y me lo prestó.Regresando hasta la mesa, Abril tomó su lugar justo al lado de su padre, y contemplando los exquisitos platos servidos, solo para ellos dos, le contó lo que le sucedió a Nerio—¿Pero está bien, Nerio, Abril? No me digas que es posible que muera...Con cierta sorpresa por el extraño suceso, el cual también le pareció inusual a su hija, Erick se hallaba a la expectativa de una
NarradorSin recibir respuesta inmediata, Dante le señaló a Georgia retirarse para así poder hablar con Abril, quien en contra de su voluntad no tuvo otra salida que obedecer.Abril, por su parte, vaciló por un instante antes de decir la verdad, y una vez que llegó a la conclusión de que era el momento de dejar un par de puntos claros, respondió.—En realidad no sucede nada, era solo que quería confirmar ésto.Sacando el teléfono de su bolso de mano, Abril con agilidad buscó en su galería un capture de pantalla en donde se reflejaba la foto vista por ella minutos atrás, y tras extenderle este a su esposo, agregó —Quería ver con mis propios ojos si era cierto lo que se ve allíSin tomar el teléfono aún, pero viendo la imagen reflejada en este, Dante frunció el ceño de su frente, y después de extender su mano muy asombrado por lo que veía, tomo el dispositivo.Sintiendo que la ira irracional se iba extendiendo por todo su cuerpo, Dante, detalló uno a uno, lo más relevante en la imagen,
Narrador—¡Desgraciado!Sintiéndose atrapada, molesta, y burlada, Abril, forcejeo con Dante unos segundos, decidida a salir de allí a como fuese lugar, e inmovilizándola con gran facilidad contra la pared, con voz agitada, él dijo—Era la única opción que tenía para estar cerca de ti... Abril ¿No crees que ahora que has conocido la verdad merezco una oportunidad?Abril, sin poder contener su enojo, se removió sin obtener resultado alguno, y es que Dante era un hombre muy fuerte, su abdomen marcado de manera magistral, sus pectorales trabajados, y sus fuertes brazos no eran falsos, por lo que no tuvo que esforzarse mucho para someterla—¿Oportunidad Dante? ¿Y para eso debes fingir un ataque cardiaco?Indignada Abril se negaba a ceder, y sonriendo al ver lo hermosa que lucía a su merced con sus mejillas tornadas de color carmesí, Dante llevó sus labios hasta su cuello para mordisquear la zona con delicadeza, sintiéndose tentado con hacerla suya—Sé que estuvo mal, y que te preocupaste p