NarradorPor su parte, Abril, una vez que llegó a la estancia de su casa, halló a su padre preparándose para cenar, y acompañándole a la mesa, antes de tomar asiento en ella, se percató de que aún llevaba el sacó de Dante sobre sus hombros, la calidez de este la hizo sentirse tranquila, y de no ser por su padre, siquiera nota que aún lo trae encima—¿Y ese saco Abril?Sintiendo sus mejillas arder, Abril sonrió viéndose descubierta, y despojándose de la prenda, caminó de regreso hasta llegar a un pequeño closet cerca de la entrada, en donde lo guardó.—Es de Atlas, tenía algo de frío en el hospital, y me lo prestó.Regresando hasta la mesa, Abril tomó su lugar justo al lado de su padre, y contemplando los exquisitos platos servidos, solo para ellos dos, le contó lo que le sucedió a Nerio—¿Pero está bien, Nerio, Abril? No me digas que es posible que muera...Con cierta sorpresa por el extraño suceso, el cual también le pareció inusual a su hija, Erick se hallaba a la expectativa de una
NarradorSin recibir respuesta inmediata, Dante le señaló a Georgia retirarse para así poder hablar con Abril, quien en contra de su voluntad no tuvo otra salida que obedecer.Abril, por su parte, vaciló por un instante antes de decir la verdad, y una vez que llegó a la conclusión de que era el momento de dejar un par de puntos claros, respondió.—En realidad no sucede nada, era solo que quería confirmar ésto.Sacando el teléfono de su bolso de mano, Abril con agilidad buscó en su galería un capture de pantalla en donde se reflejaba la foto vista por ella minutos atrás, y tras extenderle este a su esposo, agregó —Quería ver con mis propios ojos si era cierto lo que se ve allíSin tomar el teléfono aún, pero viendo la imagen reflejada en este, Dante frunció el ceño de su frente, y después de extender su mano muy asombrado por lo que veía, tomo el dispositivo.Sintiendo que la ira irracional se iba extendiendo por todo su cuerpo, Dante, detalló uno a uno, lo más relevante en la imagen,
Narrador—¡Desgraciado!Sintiéndose atrapada, molesta, y burlada, Abril, forcejeo con Dante unos segundos, decidida a salir de allí a como fuese lugar, e inmovilizándola con gran facilidad contra la pared, con voz agitada, él dijo—Era la única opción que tenía para estar cerca de ti... Abril ¿No crees que ahora que has conocido la verdad merezco una oportunidad?Abril, sin poder contener su enojo, se removió sin obtener resultado alguno, y es que Dante era un hombre muy fuerte, su abdomen marcado de manera magistral, sus pectorales trabajados, y sus fuertes brazos no eran falsos, por lo que no tuvo que esforzarse mucho para someterla—¿Oportunidad Dante? ¿Y para eso debes fingir un ataque cardiaco?Indignada Abril se negaba a ceder, y sonriendo al ver lo hermosa que lucía a su merced con sus mejillas tornadas de color carmesí, Dante llevó sus labios hasta su cuello para mordisquear la zona con delicadeza, sintiéndose tentado con hacerla suya—Sé que estuvo mal, y que te preocupaste p
NarradorApoyando ambas manos a los costados del cuerpo de Abril, Dante aproximó sus sexos, rozando levemente la pelvis sensible de Abril. Sensible debido al espasmo sufrido previamente.Moviendo su cabeza en negación un par de veces, ella le pidió continúar, y mordiendo su labio inferior. Dante se dedicó a poseerlaLlevando una de sus manos a su generoso, y venoso miembro, Dante lo guio a la vagina de Abril, y hundiéndose en esta de manera lenta, delicada y torturosa, ella se sintió complacida al ser invadida completamente por su maravilloso tamañoPor desgracia el juego previo hizo que Dante casi se corriera antes de tomarla, sumando también su estrechez, él quería permanecer inmóvil por unos segundos tratando de controlarse, pero agitando su pelvis de manera desesperada, ella en un gimoteo le pidió seguir. Por lo que él sonrió llevando una de sus manos a su nuca, para decir—Por lo que veo no solo, yo te extrañaba cariñoUniendo sus labios una vez más de manera delicada, Hackett em
NarradorSintiéndose un poco adolorida luego de marcharse de la mansión Hackett, Abril llegó a la revista, y tras aprobar un par de propuestas para el próximo número que estaba cerca a salir, se dispuso a responder un par de llamadas; Granfort de verdad no se sentía muy orgullosa de lo que había sucedido la noche previa, no porque fuese inmoral, porque en realidad no lo era, ella aún se hallaba casada con Dante por lo que el sexo en el matrimonio era algo normal, era solo un sentimiento estúpido de culpa que no le permitía estar feliz después de lo sucedido, algo absurdo si lo analizaba.Elevando la bocina de su teléfono, ella le pidió a su asistente algo de privacidad, y empezando a revisar su agenda, se dio la tarea de realizar un par de llamadas necesarias.Para su mala fortuna, Dante no se quedaría de brazos cruzados después de lo que había sucedido entre ellos, por lo que el hombre abordando el elevador privado, una vez que puso un pie en la empresa, se dirigió a la oficina de Ab
Narrador.Sin poder permanecer un instante más en la oficina después de saber la verdad, Dante, en lugar de marcharse al hospital en donde le estaban realizando los últimos estudios a su abuelo, para darle el alta, regresó directo a la mansión Hackett, a pesar de que Abril le rogó que no lo hiciera; Y es que ella lo conocía, sabía lo impulsivo que solía ser, por lo que sentía algo de temor.Tomando su auto después de salir del edificio H&G, condujo a gran velocidad, y llegando a su destino, apenas se detuvo frente a la enorme infraestructura, descendió de este, y caminó por el enorme jardín hasta a hallar a Georgia, desmalezando algunas rosas.A simple vista, la mujer era bastante madura, y quien no conocía su verdadera naturaleza, podría pensar que era una persona dulce, amable, y de buen corazón; pero para Dante, quien se había enterado de la verdad, no era más que un lobo feroz disfrazado de una tierna oveja.Aclarando su garganta tras observarla unos segundos en silencio, Hackett
NarradorUna vez que Dante habló con su abuelo para contarle lo sucedido con Georgia, lo cual él ya sabía, pero que no se había esforzado en explicar, salió de la mansión en busca de Erika.Él de ninguna forma permitiría que ella continuara interponiéndose en su matrimonio con Abril, y descubriendo que esta se hallaba de viaje muy convenientemente no tuvo otra salida que abandonar el hospital, y dirigirse al edificio H&G con el fin de ver a su esposa.Debido a lo que había descubierto previamente, no pudo pasar tiempo con Abril como se debía, por lo que antes de que finalizara sus labores, él ya se hallaba a las afueras de la revista a la espera de ella.Tomando su teléfono, marcó el número de Abril, y respondiendo casi enseguida, ya que se hallaba preocupada por él, musitó una pregunta—¿Estás bien?Dante sonrió inconscientemente al escuchar la voz preocupada de su esposa, y es que no era para menos la pobre había pasado la peor tarde de su vida, a la espera de su llamada, sin poder
NarradorCon pasos torpes, y arrastrando todo a su paso, Abril y Dante ingresaban a la estancia de la habitación de un lujoso hotel en el centro de la ciudad, después de una noche maravillosa, en donde charlaron por horas, y terminaron de aclarar un par de asuntos que quedaban pendientes, mientras se deshacían de la ropa que empezaba a estorbar.Se hallaban tan absortos en su mundo, que no importaba nada más que sentir la piel uno del otro; que tirando del saco de Dante, Abril deslizó su mano sobre su pecho, palpando a través de la tela de su camisa, sus tonificados músculos, algo alucinante para ella que hizo su piel erizarse.—Abril, lo siento... Pero no puedo esperar más.Soltando la falda de Abril aun de pie en la puerta de la habitación, el notó como la prenda caía al suelo por su peso, y empezando a recorrer con sus manos sus delicadas piernas, llegó hasta al borde de sus bragas, con las que empezó a jugar mientras que la besaba de manera desesperada, introduciendo la lengua en