Ya NO Soy Su Peón
Ya NO Soy Su Peón
Por: Mel Polanco
Capítulo 1: ¿Pasado o Sueño?

Capítulo 1: ¿Pasado o Sueño?

- Ah... al fin – exclamó una joven pelinegra de ojos grises, los cuales se escondían detrás de unos lentes acompañados de unas horribles ojeras – el proyecto final ya está terminado.

Ella se notaba algo agotada, pero se notaba muy feliz porque el gran trabajo al cual le dedicó casi un mes, estaba terminado y con ese proyecto la empresa aumentaría de nuevo su valor al mostrar ese producto al mercado.

- Estoy segura que él estará muy feliz al leerlo – comentó abrazando esos papeles.

En eso alzo la mirada y vio la hora del reloj de la pared… eran la 1am.

- Dios… ya es tarde, ah… juro que después de esto pediré unos días de vacaciones para descansar – opinó mientras se colocaba de pie para acomodar esos papeles.

En eso pensó si debía dejarle ese proyecto a su jefe en su escritorio o si se lo entregaba mañana temprano para sorprenderlo.

Ante ese pensamiento ella se sonrojo porque estaba empezando a sentir algo especial por su jefe y parecía que él le correspondía.

Tras meditarlo un poco, decidió dejárselo en su escritorio porque él debía estudiarlo toda esa información para la junta del día siguiente.

Con cuidado avanzó hasta la oficina, pero se extrañó al ver las luces prendidas porque él nunca se había quedado hasta tarde.

- Ah… ah… si…  - en eso se escuchó unos gemidos, algo que la asustó por lo que busco alejarse pensando que era el guardia de seguridad teniendo sexo con su novia.

- Dios, ya te extrañaba tanto – al escuchar esa voz se quedó en shock… porque esa era la voz de su jefe.

Al escuchar eso sintió como su corazón empezaba a latir de forma dolorosa y con cuidado se acercó para espiarlo, aprovechando que la puerta no estaba bien cerrada.

Al asomarse vio a su jefe y a su mejor amiga, quienes estaban semidesnudos sobre el sofá de la oficina.

- Entonces… - comentó esa mujer mientras se acomodaba sus ropas.

- Lo se mi amor, ya mañana que ella me entregue el proyecto la mando a volar.

- Tch… está bien… pero dime ¿porque debes esperar? ¿por qué no la despides ahora?

- Es que debemos esperar, ya que su proyecto nos hará ganar más millones y si quieres cuando me lo de, te lo doy para que tú lo presentes, además ella firmó un contrato especial en el cual dice que todas sus ideas nos pertenecen.

- Jeje que listo eres – indicó burlona buscando atraerlo para volver a besarlo.

Ella estaba empezando a derramar lágrimas silenciosas al escuchar cómo se estaban burlando de su persona, por lo que se alejó en silencio del lugar.

Al estar lejos de esa puerta, ella corrió a uno de los escritorios de sus compañeros para revisar sus cajones de forma rápida y silenciosa los cajones.

Tras unos segundos sonrió al encontrar lo que buscaba.

Sinceramente ahora estaba feliz de tener un compañero fumador.

Con el encendedor en sus manos regresó a su oficina, la cual compartía con el señor de limpieza y… en esos momentos agradecía que así fuera, porque tenía acceso a todos los químicos.

Cerró con cuidado la puerta de su oficina y se dirigió a su computador para borrar TODO su trabajo en digital, incluyendo los respaldos.

Una vez que hizo eso y para que nadie recuperara el trabajo tomo una de las botellas con liquido limpiador y la vertió sobre su computador, ocasionando que sufriera un corto circuito.

Pero para asegurarse que nada pudiera salvarse, tomo el martillo y destruyo las memorias USB y golpeo el ordenador.

En eso escucho que el ruido atrajo la atención de los traidores, pero no le importo… como última medida tomo el proyecto impreso y tras echarle algo de alcohol etílico, le prendió fuego.

Justo en eso las puertas de su oficina se abrieron de golpe, dando paso a la pareja de traidores.

- Pero que… - empezó a decir la mujer, ya que era una escena tan irreal al ver esa oficina tan desordenada, en eso sus ojos se dirigieron al escritorio donde vio el ordenador destrozado y el bote de basura quemándose.

- ¡Qué hiciste! – gritó él.

- Lo que vez – le contestó ella de forma sarcástica - si logras rescatar la información es de ustedes e igual esta es mi renuncia… - declaró antes de dar media vuelta y empezar a correr.

El jefe y su novia no podían creerlo, pero cuando entendieron el significado de sus palabras vieron que el informe ya eran cenizas… todo se habia perdido.

- ¿Y el ordenador? – preguntó el.

- Esa idiota lo rompió y hasta le hecho agua.

- NO…

- Que esperas ¡atrápala!

Ante eso él se giró y buscó alcanzarla, porque la obligaría a que le escriba todo el proyecto de nuevo, ya que no dejaría escapar ese dinero y el éxito de la compañía dependía de eso.

Ella estaba corriendo con todas sus fuerzas escaleras abajo, tratando de llegar al estacionamiento mientras escuchaba de fondo los gritos y los pasos de ese par, quienes la estaban persiguiendo.

- Malditos traidores – susurraba mientras buscaba rápidamente en su bolsillo sus las llaves.

Cuando las tuvo en su mano, abrió el auto y apenas ingresó al interior busco prenderlo para pisar el acelerador y alejarse lo más rápido de ese lugar.

En esos momentos lo único que deseaba era estar lejos de esos malditos que solo la usaron.

Ahora entendía porque cambiaron su actitud hacia ella… porque gracias a su trabajo, la empresa obtuvo fama y gloria, lo que se traducía en mucho dinero para sus bolsillos.

Y para asegurarse de que ella no se alejara u otras empresas se la robaran al ofrecerle u mejor sueldo… él empezó a enamorarla para convencerla de que nunca los abandonara.

Se sentía tan tonta, tan usada.

Ante ese recuerdo aumentó más la velocidad de vehículo, pero justo en eso vio que llegaba al puente y este se estaba elevando por lo que busco reducir la velocidad.

En eso noto algo alarmante… sus frenos no estaban respondiendo.

- No… - ella trató de girar para no estrellarse con el suelo que se estaba elevando, pero por la velocidad vio que terminaría estrellándose contra uno de los pilares.

Igual ya tengo planeado algo para deshacernos de esa idiota – recordó la conversación de ellos.

- NOOOO  - gritó elevando sus brazos para protegerse su rostro, porque se negaba a morir por culpa de ellos – NOOOO.

- VANESA – escuchó el grito de una voz familiar, provocando que abriera los ojos de golpe.

Al momento se levantó y miró a ver a todos lados asustada, con la respiración muy agitada.

En eso su mirada se encontró con unos ojos de color miel, los cuales reflejaban la preocupación que sentía su dueño.

- Vanesa mi amor, tranquila – dijo esa persona abrazándola – tranquila, fue solo un sueño.

- Que… - ella estaba temblando, más que un sueño por un momento se sintió tan real – Ares…

- Aquí estoy mi amor, nadie te dañara – le contestó sonriéndole con amor mientras le daba un beso en su frente y la abrazaba buscando reconfortarla.

- Si… gra… gracias mi amor – ella le abrazó con fuerza tratando de calmarse, porque tal vez fue un sueño, pero ¿por qué se sintió tan real?

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