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Capítulo 5: Una Pista

Capítulo 5: Una Pista

Con esa declaración, todos empezaron a aportar ideas al plan para atrapar a los Zanella en su propio juego e igual averiguar si estaban trabajando solos o había más familias involucradas en ese asunto.

- Por cierto jefa, me ha sorprendido con sus conocimientos – indicó William al finalizar esa lluvia de ideas – no sabía que usted era buena en la creación de tecnología.

- … - ante ese comentario todos ahora habían notado ese detalle.

- Bueno am… creo que lo estudie, ya que de forma inconsciente recordé como hacerlo - comentó ella feliz.

- Parece que es verdad lo que dicen y nuestro cuerpo tiene su propia memoria - indicó Wendy.

- Si, pero ¿porque están asombrados por esto? ¿no lo sabían? - cuestionó mientras cruzaba los brazos y arqueaba una ceja.

Ares se puso nervioso ante esa pregunta, al igual que todos.

- Jeje veras amor, lo que pasa es que realmente ellos no sabían de ese asunto porque era tu hobby secreto - declaró rápidamente Ares mientras les daba una mirada de advertencia a todos para que nadie se atreviera a corregirlo.

- ¿En serio?

- Hm… eres una apasionada de esto, pero lo mantuviste en secreto por el tema de la mafia y de tu familia.

- Cierto, creo que eso tiene lógica.

- Aja – habló acercándose a darle un beso.

Todos hicieron una mueca y dejaron escapar un suspiro, porque eso era lo que les preocupaba, ya que Vanesa poco a poco estaba recuperando sus recuerdos y no deseaban que las cosas acabaran mal cuando ella recordara todo y notara las obvias mentiras que Ares le dijo desde que se conocieron.

- Bueno regresando al tema principal – habló Bruno para captar la atención de todos - William necesito que ya empieces a crear ese distorsionador de voz para que mi nuera lo use, porque es obvio que alguien de los Zanella contactara muy pronto al difunto para que le dé su reporte.

- Ya estoy en eso - contestó el nombrado, quien ya estaba teclado rápidamente algunos comandos.

- Perfecto – dijo Ares sonriendo de lado – esta es una trampa que ni ellos se esperan, ya que nos dieron las herramientas necesarias para contraatacar y destruirlos.

Todos sonrieron al escuchar ese plan, por lo que William pasó a retirarse para comenzar con la creación de ese objeto.

Ares y Julio fueron los únicos que se quedaron en la oficina, ya que los demás fueron a descansar.

Aunque… en vez de ir a su habitación, Vanesa fue a buscar a Roció, quien además de ser su guardaespaldas personal era su mejor amiga.

Ella era la persona a la que le confiaba todas las cosas extrañas que poco a poco empezaba a vivir… y obviamente lo que había pasado ese día, quería contárselo.

Tras preguntarles a unos sirvientes, la fue a buscar al garaje, ya que recién estaba regresando de una misión.

- ¡Hey! – le saludo una mujer morena al verla.

- ¿Cómo te fue? – preguntó Vanesa al ver que estaba guardando su equipo.

- Enzo es todo un caballero y aw… me sentí como en una cita.

- Eres el colmo amiga.

- Ya sabes sigo haciendo mi lucha para atrapar a ese hombre.

- Esperemos que no termines asustándolo.

- Sh… cállate, que la boca se te haga chicharrón… por eso mismo busco ser linda y coqueta con él.

- Solo es un comentario – indicó divertida - no te enojes.

- Pues fue un mal comentario.

- Oye hablando de cosas malas… - empezó a decir la pelinegra haciendo una mueca.

- Ah ya se… ¿recordaste algo más?

- Hm… tuve ese sueño.

- Entonces vamos “a mi oficina” a hablar – comentó mientras se dirigían a la habitación de la morena para charlar en privado.

Una vez que ingresaron a la recamara, Vanesa se sentó en la cama en lo que su amiga avanzaba a su armario para cambiarse de ropas.

- Oye ¿ya has pensado en decirle al jefe sobre estos sueños? - preguntó Roció mientras se sacaba su chaleco antibalas y la blusa sudada.

- Es que no quiero incomodarlo con estos temas.

- No creo que eso pase, al contrario él te ama y se preocupa por ti… sé que estaría encantado de escucharte y aconsejarte.

- Lo sé, pero ahora mismo debemos estar con la cabeza fría porque se próxima una guerra con los Zanella.

- ¿Ah? ¿cómo qué una guerra? – preguntó Roció saliendo de su armario ya cambiada - ¿paso algo mientras estaba fuera? – cuestionó mientras se sentaba al lado de la pelinegra.

- Parece que logró convencer a ese tipo extraño para que le ayude a destruir a la familia desde dentro.

- Maldito traidor, que se dé por muerto y…

- Mi suegro ya lo asesinó, pero el detalle está en que su truco aún está vigente y buscaremos usarlo para nuestro beneficio.

- Uh… esas venganzas me gustan – indicó la morena.

- Aunque debo agradecerle porque gracias a sus trucos descubrí que yo sé cómo se maneja una empresa y el desarrollo de nueva tecnología.

- ¿Ah? ¿a qué te refieres con que sabes?

- Bueno es que supe cómo acomodar y leer los datos que Julio le mostró a Ares, sobre el caso.

- Ya veo… tal vez de forma inconsciente estás empezando a usar tus recuerdos.

- Eso mismo dijo mi suegra e igual hoy fue un día muy extraño - comentó acostándose en la cama para ver el techo - primero volví a tener ese sueño recurrente.

- ¿Ese donde una pareja te perseguía?

- Si, pero ahora vi un poco más… y se supone que ellos me traicionaron ya que sentí dolor al verlos juntos – indicó pensativa - creo que estaba enamorada de ese sujeto, pero todo indica que me traiciono con la otra mujer y escuche su plática donde confesaban que solo me estaban usando porque estaban interesados en mi talento, ya que mis trabajos eran exitosos y gracias a eso se estaban volviendo millonarios.

 - … - Rocío estaba atenta escuchando, pero se notaba que estaba algo preocupada, pero no la interrumpió y dejo que terminara de hablar.  

- La verdad es que no se… pero se sintió tan real y hasta pude recordar esa sensación de tomar un encendedor para incendiar los documentos y como destroce el ordenador para que ellos no se pudieran quedar con mi trabajo… tras eso corrí al auto y pues… termino como siempre, donde pierdo el control del vehículo y me estrello en el  puente.

- Sabes parece que poco a poco vas retrocediendo en ese día, lo que puede significar que ese momento es el más importante que estás tratando de recordar.

- ¿Crees que ese accidente es la razón por la que perdí mi memoria?

- Podría ser.

- Lo que no entiendo es porque recién estoy volviendo a recordar fragmentos de mis memorias perdidas… ya que por más que traté no pude recordar nada y ya vez que hasta probamos esa idea loca de la hipnosis.

- Tal vez tu subconsciente te está tratando de decir algo ¿no crees?

- Puede ser, pero igual pasó algo extraño mientras entrenaba.

- ¿Qué cosa?

- ⁠De nuevo escuché voces burlándose de mí, las cuales me provocaban ira y dolor conforme mi mente las reproducía.

- Bueno sobre eso solo puedo decir que antes si te podían intimidar, pero ahora lo pensarán dos veces porque el jefe lo o la asesina si te llegan a molestar.

- ⁠Si, amo cuando se pone en ese plan romántico - comentó ella sonrojándose un poco - pero entre esas voces, yo dije un nombre.

- ¿Un nombre? ¿cual?

- ⁠Olivia…

- ⁠¿Crees que sea el nombre de algún familiar tuyo?

- No creo, porque al pronunciarlo sentí una gran rabia y me invadió un deseo insano de matarla.

- ⁠Ah… eres el colmo amiga y adivino que… como mi jefa deseas que averigüe la identidad de esa tal Olivia.

 - Así es, aunque sé que puedes tardar o no encontrar nada, porque deben haber miles de Olivias en el mundo.

- Si, pero creo que el número se puede reducir si buscamos Olivias que se dediquen o trabajen en el desarrollo de tecnología.

- ⁠Hm… te lo encargo.

- Cuenta conmigo – dijo Roció guiñándole el ojo.

- ⁠Perfecto y ya sabes…

- ⁠Lo sé, es secreto por ahora.

- Así es por ahora quiero que sea nuestro secreto hasta que pueda confirmar si eso solo es un sueño o es algo que pasó en mi vida.

- Pero recuerda: no esperes milagros porque sería una búsqueda de hace 3 años.

- Lo sé, pero con algo debemos iniciar.

- ⁠Oye ¿y qué harás si esa Olivia es una persona real?

- ⁠Obviamente seguiré mi instinto de querer asesinarla, porque nadie se burla de mí y vive para contarlo – declaró sonriendo de lado.

Roció solo negó divertida porque en verdad era la pareja perfecta de su jefe y ciertamente esperaba que fuera real, para que así podría divertirse un poco al ver a su jefa en acción al torturar y matar lentamente a esa mujer que la molesto.

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