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Capítulo 3: Secreto

Capítulo 3: Secreto

Por otra parte, Ares y su padre estaban mirando los documentos que ese sujeto utilizó para crear esa empresa.

- Maldito… era bueno en su trabajo, pero ambiciono lo que era mío y por eso terminó muerto – declaró Ares mirando el reporte escrito de lo que había ocurrido.

- Lo típico, pero al final resultó un mediocre cobarde – indicó aburrido el mayor al recordar como imploro por su vida – aunque el maldito se aseguró de hacer que lo recordemos gracias a su jugada estúpida.

- Sabes es una lástima que ya no existe en este mundo porque tengo ganas de torturarlo en estos momentos.

- Se a qué te refieres hijo – declaró el mayor dejando escapar un suspiro – de solo pensar en esto de una empresa legal ligada a la familia… hace que me duela la cabeza – habló masajeando su sien – pero debemos atender este problema o se arruinara nuestro anonimato y con ello podemos perder nuestro poder.

- Tranquilo padre eso no pasará.

- Jeje y dígame ¿cómo les gustaría abordar este problema? – preguntó un pelinegro, captando la atención de padre e hijo, ya que estaban tan metidos en su conversación que se olvidaron que no estaban solos en el despacho.

- Pues supongo que debemos hacer próspera esa empresa, al menos por un par de años – comentó Ares haciendo una mueca.

- Eso suena un poco complicado - opinó el pelinegro.

- Lo sé, pero por mientras, Julio – empezó a decir Ares mirando al pelinegro – quiero que investigues más sobre ese tema y pídele ayuda a nuestro hacker para ver si no podemos deshacernos de la empresa… si no, voy a tener que aceptar la propuesta de Vanesa para que ella se encargue de eso… porque yo no me veo a mí mismo como un CEO y vivir en una oficina lejos de la acción.

Julio dejó escapar una risa ante el irónico comentario antes de dar media vuelta para ir a cumplir las órdenes de su amigo.

Al verse solos, Bruno aprovechó para interrogar a su hijo sobre el tema que lo molesto un poco en el desayuno.

- ⁠Oye y dime ¿es verdad que ustedes? - dijo haciendo unos movimientos extraños con sus manos y sonrojándose un poco.

- ⁠Am… pues sí, ya tenemos intimidad… digo somos esposos y creo que es algo natural.

- Hm… - comentó frunciendo ligeramente el ceño.

- ¿Por? ¿qué tiene de malo? – Ares arqueo una ceja al ver ese cambio en la actitud de su padre.

- Y dime ¿⁠ella ha recordado algo?

- Hasta ahora no ¿por?

- Ya han pasado 3 años y me parece un poco preocupante que no recuerde nada de su pasado.

- Bueno papá, recuerda lo que nos dijo el médico – indicó Ares haciendo una mueca – según los estudios era un milagro que estuviera viva, ya que pasó 2 días en el río hasta que la encontré y así como puede que recuerde algo de su pasado, puede que nunca recupere sus memorias.

- Sí lo recuerdo, pero aun así me molesta no saber sobre su pasado.

- ⁠Pues no veo porque eso te molesta, además recuerda que la investigamos por sus huellas digitales y su nombre y no apareció nada. 

- Por eso mismo me preocupo, que tal si ella…

- Basta papá, para mi ella es Vanesa Della Schiava, mi esposa y eso es lo único que importa.

- Eso lo entiendo hijo, pero ¿no te intriga que no hayamos descubierto nada de ella hasta ahora?

- ⁠La verdad es que no y por favor ya deja eso, porque no deseo remover el pasado que debería estar en el olvido.

- ⁠Está bien hijo, tu ganas… ya no diré nada más sobre ese tema – comentó dejando escapar un suspiro antes de acomodarse mejor en su asiento.

- ⁠Por cierto – empezó a decir Ares - veo que mamá va en serio con el entrenamiento de ella – comentó al recordar que ellas se fueron a esa área de la mansión. 

- Obviamente debe ser seria en ese asunto, porque ella debe tener todos los conocimientos y las habilidades necesarias para proteger a tus herederos e igual debe ser capaz de hacerse cargo de la familia en caso de que haya una emergencia o de que te faltes.

- Sabes te acabas de contradecir – declaró divertido - te preocupas por su pasado, pero ya la estás educando como a una verdadera madam de la mafia.

- Ah… en verdad que contigo no se puede – indicó divertido Bruno.

- Nop.

- Y dime ¿has pensado un plan de reserva?

- ⁠¿A qué te refieres?

- ⁠¿Que vas a hacer si ella recuerda su pasado?

- Pues nada, porque no le veo lo malo en eso… de hecho, yo igual deseo saber más de ella, ya sabes temas como ¿qué hacía en su infancia? ¿a qué se dedicaba antes? o… ¿cómo acabó en ese río?

- En eso te doy la razón, por eso mismo quiero que recupere su memoria porque a mí me educaron para desconfiar de la gente y digamos que estoy preocupado por ella.

- ⁠Tranquilo padre, yo sé que sin importar si recupera o no su memoria… ella no me va a abandonar ni se va a ir de mi lado porque todos los días le he demostrado que la amo de forma sincera.

- Lo que a mí me preocupa es que la embaraces y luego ella se dé a la fuga con mi nieto en su vientre.

- ⁠Te aseguro que eso nunca pasará – declaró Ares dejando notar un ligero tono de arrogancia en su voz.

Bruno solo hizo una mueca y prefirió ya no opinar nada más sobre ese tema, porque notaba que en verdad su hijo se obsesionó con esa joven que se parecía tanto a su antiguo amor… pero al mismo tiempo le reconfortaba saber que él entendía que Vanesa no era esa mujer que perdió, aunque seguía con ese pendiente sobre el origen de esa misteriosa mujer.

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