Llegó a casa, fue donde estaba Adela, tenía que contar lo sucedido y más todo lo que ella sintió.
Adela la vio llegar al pequeño jardín,, más bien un pequeño huerto, donde recolectaba gotas de rocío, dejó todo y fue a su encuentro. —¡Hija! ¿Estás bien? ¡Tus ojos! —preguntó al verla algo confundida y contrariada. —¿Que tienen mis ojos abuela? —preguntó sintiendo una mezcla de temor y angustia. —Tu naturaleza está aflorando hija. —¿Mi naturaleza? ¿A que te refieres? Abuela, habla.. me asustas. —Llegó la hora de contarte la verdad de tu origen hija. —No comprendo a qué te refieres abuela, hoy a Sido un día muy extraño, abuela estuve secuestrada y tengo miedo que vengan por mi. —Ven.. tranquila, yo estoy contigo como siempre. —Tengo miedo Abuela, nunca antes me sentí así, creo que me estoy volviendo loca. Escuchaba los insectos, cada ruido por más pequeño me molestaba. —Sasha sentía arder su cuerpo, y el miedo se apoderaba de ella, su oído estaba muy agudo. Esa sensación era algo nuevo que experimentaba. Su loba Yashira se había inquietado ante la cercanía de Lowell, y eso la despertó sin ella saberlo. —No mi vida, no te estás volviendo loca, el hombre que ha estado pendiente todos estos años de ti, me supo explicar exactamente lo que podría suceder cuando llegara este momento. —¿Quién es ese hombre abuela? Necesito hablar con él. Necesito que me explique. Tengo tantas preguntas que hacer. ¿Saber que me está pasando? Todo es confuso en mi mente, escucho caer un alfiler y eso me causa molestias. —Tranquila mi niña, No desesperes. Sé lo que te está pasando no te voy a dejar sola puedes contar conmigo. —Adela trató de tranquilizarla. Sasha caminaba de un lado a otro, sentía temor de lo desconocida que era esa nueva condición. Adela tratando de calmarla sentía que no podría manejar la situación, pero estaría para apoyarla y ayudarla a comprender su nuevo don de vida. Adela intentó contar parte de la historia de cómo la encontró tirada en los arbustos donde ella buscaba hiervas para sus medicinas, y de lo que realmente era, una mujer lobo y se estaba acercando la hora de su primera transición. Sasha la escuchó atentamente sin interrumpirla y fue entonces que un desgarrador grito salió de ella y su marca de nacimiento se visualizó más, Sasha calló de rodillas al suelo, su loba estaba despertando cada ves más, o mas bien ella estaba viviendo su verdadera naturaleza, y un mechón de cabello blanco en la parte izquierda de su cabeza se hizo notar. —¿Que me está pasando abuela? —preguntó angustiada, Sasha sentía miedo, mientras que Yashira quería despertar y salir al mundo. —Hija mía, no sabría decirte cómo es la transición, soy humana y como tal te crié, y sabía que este momento llegaría. Pero no sé cómo decirte que hacer. —respondió Adela poniéndose a la altura de su nieta. Sasha la miró y Adela vio más intenso el color de sus ojos, eran rojos escarlata, Sasha sentía arder su cuerpo, su loba Yashira estaba completa mente despierta y fue entonces que la desesperación se apoderó de ella, salió del jardín, corrió, y corrió sin rumbo fijo, bajo ese cielo claro por la luz de la enorme luna que se asomaba. Yashira resurgió por primera vez, y salió del jardín de su casa y se adentró en el bosque, corrió con desesperación sin saber exactamente lo que estaba sucediendo. Subió a lo alto de la montaña y deseando gritar, aulló, y su aullido fue fuerte que retumbó en toda las tierras del norte. Perdida en la confusion total, su instinto la llevó a dónde menos lo imaginó.....estaba frente a los portones del Palacio Sibelius nuevamente. ¿Por qué su instinto la había llevado ahi..? Se preguntó mirando fijamente a lo alto de la torre. —Es aquí a dónde perteneces, Pero está teñido de sangre. La sangre de mi padre, mi familia entera. Volveré... juro que volveré, Pero mientras tú, ven...ven aún no es tiempo. —una voz le susurró al oído, era Sasha que aún no se desconectaba totalmente, y ordenó a Yashira. Dio vuelta y se adentró en el denso bosque y fue a la cabaña donde estuvo el día anterior. —¡Ven! —Decía Yashira en su aullido. Aulló una y otra ves deseaba que su llamado fuera escuchado. Yashira se dejó caer rendida por el cansancio y dolor insoportable en su cuerpo, deseaba volver cuando sintió la imponente presencia de Lowell, el futuro Alfa de la manada Sibelius, estaba ahí obedeciendo a un llamado de una loba que él creía era una Deltas, y su obediencia era más fuerte que su voluntad. Horas antes. Arion luego de que Sasha se fuera, se regresó a palacio, entró a su habitación y siguió mirando en dirección a donde ella desapareció.. —Te voy a encontrar apestosa, te encontraré aunque sea lo último que haga. Los sonidos de los golpes de la puerta lo sacaron de sus cavilaciones. —Adelante. —Ordenó, y Orión estuvo frente a él. —Arion, ya es hora de la reunión con los ancianos de ambas manadas, ellos ya están en el gran salón reunidos. —¿Será que pueden hacer esa reunión sin mí? No quiero estar ahí, necesito salir esta noche. —Arion, es tu compromiso con Romina, todos esperan esta unión, y más que nada su familia. —No amo a Romina padre..no es mi luna, jamás di motivos para un compromiso, padre, no me obligues a tomar a Romina como esposa. —se negó rotundamente, pero Orión no se daría por vencido, usaría toda su labia para chantajear a su hijo para que aceptara tal compromiso. —Arion, es un matrimonio comercial, serán dos años, y después estarás libre para escoger a tu luna libremente, necesito de esta alianza, ¿Comprendes? —esperó creyera en su estrategia. —Padre,.... —Por favor hijo....solo serán dos años. Arion aceptó a regañadientes, quería salir en busca de esa mujer que no salía de su cabeza. —Serán solo dos años padre. —dijo a pretando sus dientes. Era una noche especial, contarían con la sagrada presencia de la diosa Selene, era la primera aparición de ese año y deseaban sellar esa unión bajo la sagrada bendición de la diosa. Arion se encaminó hasta el gran salón y vio a todos en la gran mesa redonda, Romina se puso de pié y fue a recibirlo, afuera la algarabía era grande pues el futuro heredero se comprometía con la hija y heredera de la manada de los Beta. Sería una fuerte unión. Arion llegó al centro del salón se sentó a lado de Romina y la ceremonia de familia empezó. Arion tenía una sensación extraña, percibía el mismo aroma que en la mañana. "¡Carajo! Esa peste se quedó adherida a mí, aún lo siento en mi nariz " pensó mientras Lowell sentía esa inquietud. Los ancianos establecieron sus reglas para la nueva unión, la diosa luna estaba más presente que nunca. Arion sentía la presencia de Sasha, empezó a mirar a todos lados, apretó sus manos y se puso de pié. —Disculpen, pueden seguir sin mí, mi compromiso está realizado pero necesito salir un momento. Arion salió corriendo, escuchaba en el aire el llamado, su sangre corría agitada por sus venas y su corazón retumbaba tan fuerte, y corrió, su lado lobo salió de él y fue Lowell quien se apresuró y llegó a donde sintió el llamado. ¿Cómo era posible estar ahí obedeciendo a esa recién aparecida? El estar obedeciendo, a ese llamado le demostraba el poder que Yashira tenía como una loba Alfa en su linaje. Llegó y la vió ahí parada frente a él muy imponente, la miró fijamente y percibió el temor en esa mirada, a pesar de su postura, la olfateó y trató de calmarla aun sin lograrlo. Yashira al verlo ahí frente a ella, sintió una satisfacción al saber que así como Lowell obedecía a su llamado, ella podía liderar lo que una vez fue de su padre, de pronto ese pensamiento le causó temor, tanto que sus ojos se volvieron color ámbar, su corazón latía tan fuerte, y poco a poco dejó de escucharse, y fue entonces que Lowell comprendió, esa era su primera vez y era razonable su confusión, el lobo Lowell se volvió a su lado humano, y fue Arion quien pretendió tranquilizarla, Yashira, poco a poco volvió a su forma humana, y se encontró con Arion. Lo miró algo sorprendida tratando de escapar. —¡Espera! No.. no huyas. —dijo Arion tratando de detenerla. —¡Suéltame! No se que sucedió, no se que me sucedió. Todo esto fue extraño para mí. ¿Que hago aquí, que haces aquí? —respondió entre gruñidos, y mirando los últimos rastros de Yashira en sus manos. —¿Acaso no estabas lista para esta fase de tu naturaleza.? —interrogó Arion viendo la confusión en ella, Sasha temblaba, sentía temor y ansiedad, y necesitaba respuesta, respuestas que Arion podía darle como el lobo experimentado que era y también de Adela, su abuela humano. Era una mezcla de sensación que tenía, su mente por momentos se nublaba de tanto pensar en como sería su vida de ahora en adelante. —Ven...puedo responder todas las preguntas que tengas. —dijo Arion y la tomó del brazos la llevó al interior de la cabaña y la dejó sobre la cama. Sasha estaba con su ropa desgarrada y no cubria su cuerpo, Arion dió solo una chaqueta y con ella cubrió su cuerpo adolorido, sus huesos crujían volviendo a la normalidad completamente, y así se quedó profundamente dormida. Arion la cubrió con una manta, encendió el fuego en la chimenea, y se quedó a velar su sueño. —Es muy hermosa, pero algo arisca, ¿quien eres mujer? —se preguntó al verla tan vulnerable.El día llegó y Arion estaba a su lado completamente dormido, Sasha levantó la manta y se vio con una camisa de Arion puesta.—¡Oh por dios! —dijo llevándose sus manos a la boca, sin recordar muy bien lo sucedido.—¿Que me hiciste? —gritó dando un golpe a Arion despertando lo y haciendo que caiga al suelo .Arion despertó sobresaltado y se puso de pie.—¿Cómo te sientes? —fue lo primero que preguntó.—¿Que como me siento? ¡Abusaste de mi! Me siento muy adolorida. —dijo algo dudosa.—¿Te puedes calmar..no...yo, nunca te haría algo que tú no desees. ¿Acaso no recuerdas lo que sucedió. —preguntó Arion al ver que no recordó nada.—¿No recuerdo muy bien que sucedió, solo fragmentos que no relaciono conmigo mismo.—Es normal que sientas confusión, Ven te prepararé algo de comer y te respondo todo lo que quieras saber. —dijo Arion y media hora después estaba llevando el desayuno a Sasha.—Toma, bebe un poco de té, te hará sentir mejor.—Gracias, no se que me pasó, todo es muy confuso en mi
Llegó y fue directo a su habitación, Belio caminó junto a él y le contó lo ocurrido después de su desaparición.—No comprendo, por qué hicieron eso, cambian las tradiciones según su conveniencia, ahora eres tu quien está comprometido con ella, porque era yo quien tenía que hacer eso, yo tenía que ponerle el anillo en ese ritual, y fuiste tu. ¿Estás consiente de eso cierto? —habló con sorna al ver que su padre cambiaba las costumbres, y preguntando seriamente a Belio.—Y que querías que hiciera, como tú sirviente tu padre me lo ordenó, y los ancianos estuvieron de acuerdo, estos rituales de compromiso son muy extraños a como mi padre me contaba que eran antes, tu padre cambia las costumbres según su conveniencia.—Está bien Belio, yo no me enojo, si ellos lo aprobaron así será, ahora quiero que prepares una cesta de alimentos que saldré nuevamente.—¡Te volviste loco! Tu padre por poco y me degolló anoche, ahora no tengo escapatoria si vuelves a desaparecer, y es más, que le diré a Rom
Los días seguían pasando sasha continuó con su vida tratando de ser normal, tenía trabajo pero en el silencio de su soledad, anhelaba tener su vida de antes, normal y sin temor a lo nuevo de cada día.Estaba ensimismada en sus pensamientos cuando nuevamente esa voz que ya conocía la trajo a la realidad.—Pero miren a quien tenemos aquí...a la Pícara. —habló Romina con sarcasmo. Sasha la miró, suspiró profundo cerrando los ojos, no entendía el porqué esa mujer se había empeñado en hacerle la vida miserable.—¿En qué le puedo ayudar señora.? —preguntó Sasha pasando por alto su burla y ofensa.—A mi no me ayudas en nada. —dijo caminando muy despacio de un lugar a otro mirando cada artículo en la estantería..—No volveré a comprar nada en esta tienda, mientras esa pícara esté aquí. —habló Romina mirando a Sasha. La dueña del local miró a Sasha y luego a Romina, su dilema entre perder a una buena empleada, y perder una muy solvente cliente no había nada más que pensar.—Sasha..lo siento
El anochecer llegó y estaban de regreso a la cabaña, Sasha sentía su cuerpo cansado, y Arion la tomó en brazos y la llevó al interior de la habitación. Sasha lo miró fijamente y sonrió.—Gracias, gracias por esta maravillosa noche tan maravillosa. —dijo Sasha sintiendo latir su corazón tan fuerte.—Es nuestra noche mi apestosa, somos uno solo en cuerpo y alma, me embriagas con tu aroma, eres única, siempre estaré para ti, deseo que sientas lo que yo siento, y tener libertad de ser tú mi loba. —respondió Arion acariciando el mechón blanco de su cabello.—Soy yo, a tu lado soy yo y me siento libre. —respondió Sasha sintiendo arder sus mejillas.—No quiero irme, Pero debo volver, prometo regresar lo antes posible. —dijo Arion y dejó un beso casi un roce en sus labios, se despidió, y salió para irse al palacio.—Estaré esperando por tí no tardes. —Sasha lo vio irse y Yashira rugió deseando que se quedara.Arion llegó nuevamente al palacio, fue hasta la habitación de Orión, tenía que da
Año 1568.El caos y la muerte reinaba en Pensilvania, la familia del Alfa Farkas y su manada habían sido exterminadas, los habían atacado por sorpresa los miembros de la manada Sibelius, la rivalidad que existía entre esos dos linaje era ancestral, los Sibelius querían las tierras de los Farkas, y ahora las tenían. Eliminaron a cada uno del linaje para que nadie reclame el Territorio, y nadie pudiera decir de su verdadera estirpe.Toda aquella masacre la hicieron las manadas de pícaros lideradas secreta mente por Orión, jefe de la manada Sibelius.—Es un bebé, cuando crezca no sabrá de su linaje. —Expresó con un poco de remordimiento Ethan.—¡No! Mátalo y lanzarlo al río así el agua limpia toda la escoria Farkas. —Ordenó Orión creyendo que era un niño recién nacido, el que llora a en brazos de su madre muerta .Veinte años después.Sasha era una joven criada por una anciana humana, lejos de Pennsilvania.Ahora residentes en un pueblo de Stanford, lleva una vida como toda humano.—