CAPITULO 2

Llegó a casa, fue donde estaba Adela, tenía que contar lo sucedido y más todo lo que ella sintió.

Adela la vio llegar al pequeño jardín,, más bien un pequeño huerto,  donde recolectaba gotas de rocío, dejó todo y fue a su encuentro.

—¡Hija! ¿Estás bien? ¡Tus ojos! —preguntó al verla algo confundida y contrariada.

—¿Que tienen mis ojos abuela? —preguntó sintiendo una mezcla de temor y angustia.

—Tu naturaleza está aflorando hija.

—¿Mi naturaleza? ¿A que te refieres? Abuela,  habla.. me asustas.

—Llegó la hora de contarte la verdad de tu origen hija.

—No comprendo a qué te refieres abuela, hoy a Sido un día muy extraño, abuela estuve secuestrada y tengo miedo que vengan por mi.

—Ven.. tranquila, yo estoy contigo como siempre.

—Tengo miedo Abuela, nunca antes me sentí así, creo que me estoy volviendo loca. Escuchaba los insectos, cada ruido por más pequeño me molestaba. —Sasha sentía arder su cuerpo, y el miedo se apoderaba de ella, su oído estaba muy agudo.  Esa sensación era algo nuevo que experimentaba. Su loba Yashira se había inquietado ante la cercanía de Lowell, y eso la despertó sin ella saberlo.

—No mi vida, no te estás volviendo loca, el hombre que ha estado pendiente todos estos años de ti, me supo explicar exactamente lo que podría suceder cuando llegara este momento.

—¿Quién es ese hombre abuela?  Necesito hablar con él. Necesito que me explique. Tengo tantas preguntas que hacer. ¿Saber que me está pasando? Todo es confuso en mi mente, escucho caer un alfiler y eso me causa molestias.

—Tranquila mi niña, No desesperes. Sé lo que te está pasando no te voy a dejar sola puedes contar conmigo. —Adela trató de tranquilizarla.

Sasha caminaba de un lado a otro, sentía temor de lo desconocida que era esa nueva condición. Adela tratando de calmarla sentía que no podría manejar la situación, pero estaría para apoyarla y ayudarla a comprender su nuevo don de vida.

Adela intentó contar parte de la historia de cómo la encontró tirada en los arbustos donde ella buscaba hiervas para sus medicinas, y de lo que realmente era, una mujer lobo y se estaba acercando la hora de su primera transición.

Sasha la escuchó atentamente sin interrumpirla y fue entonces que un desgarrador grito salió de ella y su marca de nacimiento se visualizó más, Sasha calló de rodillas al suelo, su loba estaba despertando cada ves más, o mas bien ella estaba viviendo su verdadera naturaleza, y un mechón de cabello blanco en la parte izquierda de su cabeza se hizo notar.

—¿Que me está pasando abuela? —preguntó angustiada, Sasha sentía miedo, mientras que Yashira quería despertar y salir al mundo.

—Hija mía, no sabría decirte cómo es la transición, soy humana y como tal te crié, y sabía que este momento llegaría. Pero no sé cómo decirte que hacer. —respondió Adela poniéndose a la altura de su nieta.

Sasha la miró y Adela vio más intenso el color de sus ojos, eran rojos escarlata, Sasha sentía arder su cuerpo, su loba Yashira estaba completa mente despierta y fue entonces que la desesperación se apoderó de ella,  salió del jardín, corrió, y corrió sin rumbo fijo, bajo ese cielo claro por la luz de la enorme luna que se asomaba.

Yashira resurgió por primera vez, y salió del jardín de su casa y se adentró en el bosque, corrió con desesperación sin saber exactamente lo que estaba sucediendo.

Subió a lo alto de la montaña y deseando gritar, aulló, y su aullido fue fuerte que retumbó en toda las tierras del norte. Perdida en la confusion total, su instinto la llevó a dónde menos lo imaginó.....estaba frente a los portones del Palacio Sibelius nuevamente. ¿Por qué su instinto la había llevado ahi..? Se preguntó mirando fijamente a lo alto de la torre.

—Es aquí a dónde perteneces, Pero está teñido de sangre. La sangre de mi padre, mi familia entera. Volveré... juro que volveré, Pero mientras tú, ven...ven aún no es tiempo. —una voz le susurró al oído, era Sasha que aún no se desconectaba totalmente, y ordenó a Yashira.

Dio vuelta y se adentró en el denso bosque y fue a la cabaña donde estuvo el día anterior.

—¡Ven! —Decía Yashira en su aullido.

Aulló una y otra ves deseaba que su llamado fuera escuchado.

Yashira se dejó caer rendida por el cansancio y dolor insoportable en su cuerpo, deseaba volver cuando sintió

la imponente presencia de Lowell, el futuro Alfa de la manada Sibelius, estaba ahí obedeciendo a un llamado de una loba que él creía era una Deltas, y su obediencia era más fuerte que su voluntad.

Horas antes.

Arion luego de que Sasha se fuera, se regresó a palacio, entró a su habitación y siguió mirando en dirección a donde ella desapareció..

—Te voy a encontrar apestosa, te encontraré aunque sea lo último que haga.

Los sonidos de los golpes de la puerta lo sacaron de sus cavilaciones.

—Adelante. —Ordenó, y Orión estuvo frente a él.

—Arion, ya es hora de la reunión con los ancianos de ambas manadas, ellos ya están en el gran salón reunidos.

—¿Será que pueden hacer esa reunión sin mí? No quiero estar ahí, necesito salir esta noche.

—Arion, es tu compromiso con Romina, todos esperan esta unión, y más que nada  su familia.

—No amo a Romina padre..no es mi luna, jamás di motivos para un compromiso, padre, no me obligues a tomar a Romina como esposa. —se negó rotundamente, pero Orión no se daría por vencido, usaría toda su labia para chantajear a su hijo para que aceptara tal compromiso.

—Arion, es un matrimonio comercial, serán dos años, y después estarás libre para escoger a tu luna libremente, necesito de esta alianza, ¿Comprendes? —esperó creyera en su estrategia.

—Padre,....

—Por favor hijo....solo serán dos años.

Arion aceptó a regañadientes, quería salir en busca de esa mujer que no salía de su cabeza.

—Serán solo dos años padre. —dijo a pretando sus dientes.

Era una noche especial, contarían con la sagrada presencia de la  diosa Selene, era la primera aparición de ese año y deseaban sellar esa unión bajo la sagrada bendición de la diosa.

Arion se encaminó hasta el gran salón y vio a todos en la gran mesa redonda, Romina se puso de pié y fue a recibirlo, afuera la algarabía era grande pues el futuro heredero se comprometía con la hija y heredera de la manada de los Beta. Sería una fuerte unión.

Arion llegó al centro del salón se sentó a lado de Romina y la ceremonia de familia empezó.

Arion tenía una sensación extraña, percibía el mismo aroma que en la mañana.

"¡Carajo! Esa peste se quedó adherida a mí, aún lo siento en mi nariz " pensó mientras Lowell sentía esa inquietud.

Los ancianos establecieron sus reglas para la nueva unión, la diosa luna estaba más presente que nunca.

Arion sentía la presencia de Sasha, empezó a mirar a todos lados, apretó sus manos y se puso de pié.

—Disculpen, pueden seguir sin mí, mi compromiso está realizado pero necesito salir un momento.

Arion salió corriendo, escuchaba en el aire el llamado, su sangre corría agitada por sus venas  y su corazón retumbaba tan fuerte, y corrió, su lado  lobo salió de él y fue Lowell quien se apresuró y llegó a donde sintió el llamado.

¿Cómo era posible estar ahí obedeciendo a esa recién aparecida?

El estar obedeciendo, a ese llamado le demostraba el poder que Yashira tenía como una loba Alfa en su linaje.

Llegó y la vió ahí parada frente a él muy imponente, la miró fijamente y percibió el temor en esa mirada, a pesar de su postura, la  olfateó  y trató de calmarla aun sin lograrlo.

Yashira al verlo ahí frente a ella, sintió una satisfacción al saber que así como Lowell obedecía a su llamado, ella podía liderar lo que una vez fue de su padre, de pronto ese pensamiento le causó temor, tanto que sus ojos se volvieron color ámbar, su corazón latía tan fuerte, y poco a poco dejó de escucharse, y fue entonces que Lowell comprendió, esa era su primera vez y era razonable su confusión, el lobo Lowell se volvió a su lado humano, y fue Arion quien pretendió tranquilizarla, Yashira, poco a poco volvió a su forma humana, y se encontró con Arion. Lo miró algo sorprendida tratando de escapar.

—¡Espera! No.. no huyas. —dijo Arion tratando de detenerla.

—¡Suéltame! No se que sucedió, no se que me sucedió. Todo esto fue extraño para mí. ¿Que hago aquí, que haces aquí? —respondió entre gruñidos, y mirando los últimos rastros de Yashira en sus manos.

—¿Acaso no estabas lista para esta fase de tu naturaleza.? —interrogó Arion viendo la confusión en ella, Sasha temblaba, sentía temor y ansiedad, y necesitaba respuesta, respuestas que Arion podía darle como el lobo experimentado que era y también de Adela, su abuela humano. Era una mezcla de sensación que tenía, su mente por momentos se nublaba de tanto pensar en como sería su vida de ahora en adelante.

—Ven...puedo responder todas las preguntas que tengas. —dijo Arion y la tomó del brazos la llevó al interior de la cabaña y la dejó sobre la cama.

Sasha estaba  con su ropa desgarrada y no cubria su cuerpo, Arion dió  solo una chaqueta y con ella cubrió su cuerpo adolorido, sus huesos crujían volviendo a la normalidad completamente, y así se quedó profundamente dormida. Arion la cubrió con una manta, encendió el fuego en la chimenea,  y se quedó a velar su sueño.

—Es muy hermosa, pero algo arisca, ¿quien eres mujer? —se preguntó al verla tan vulnerable.

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