Apenas las palabras terminaron de salir de la boca del hechicero, un fuerte gruñido resonó por todo el lugar, por lo que, sin siquiera dudarlo, Gino se puso de pie y se colocó frente a Anna de manera protectora, sin embargo, sus músculos se relajaron al ver que se trataba de Ivory, la loba de Iva, la cual, al saltar la verja, había aterrizado justo donde antes había estado la regadera que Chloe había estado usando.

–Luna…–dijo con voz queda

A modo de respuesta, la loba le dedicó un feroz gruñido, provocando que todos los presentes se tensaran al instante.

–Mamá…–la llamó Anna al tiempo que intentaba acercarse, sin embargo, debido al estado furioso de la loba, Gino se lo impidió haciéndola retroceder bruscamente, lo que causó que ella chocara con la mesa y que su mirada se clavara en los objetos en ella

Cuando sus ojos se