Era la última semana de clases antes de las vacaciones de verano, por lo que, los estudiantes del instituto Montanari, se encontraban ansiosos y muy emocionados.

Por sus bulliciosos pasillos, los jóvenes estudiantes charlaban emocionados sobre sus planes para aquellas vacaciones. Algunos, hablaban de algún futuro viaje a las playas de Idania, otros, sobre salir de la ciudad para visitar a la familia, algunos más, presumían haber comprado el videojuego más reciente, por lo que aprovecharían esas vacaciones para jugarlo.

Sin embargo, no había grupo de personas más emocionadas que las de cuarto y sexto semestre, pues estos, se habían unido para rogarle a la directora que volviera a considerar la tradicional fiesta de verano que se celebraba cada fin de curso para los grados superiores.

Ese año, la fiesta había sido cancelada por el suceso que había acontecido en el instituto Montanari el día en que los juegos interescolares, habían comenzado.

Cuando el partido entre el instituto Montanar