Ante la pregunta de Ragnar, Marcia se detuvo brevemente antes de negar con la cabeza.

―No te odio, al menos, no ahora que escuché todo lo que Anna contó ―dijo la loba reanudando su andar ―Es solo que, mi primer compañero… ―

―Murió a manos de soldados imperiales ―dijo Ragnar dirigiendo su mirada hacia otro lado ―Lo sé, me lo contó la Luna, pero, Marcia, yo te puedo jurar que los hombres que atacaron aquella noche no fueron los hombres del rey Máximus ―

―Eso no lo sabes ―dijo Marcia con un bajo gruñido

―Al contrario, Marcia, lo sé bien ―dijo Ragnar, quien procuraba mantener su paso para poder caminar junto a la loba ―Cuando Aníketos mostró su verdadera forma para proteger esta manada, convencí a mi capitán para emprender la retirada, y al volver a Arcadia, el rey nos prohibió volver a poner un pie aquí, y según lo que la Luna me contó, a tu compañero lo mataron la noche en que Anna nació ―dijo mirándola por el rabillo del ojo

Al ver que sus ojos se habían empañado por las lágrimas, Ragn