Capítulos relacionados
Capítulo 43: La compañera de Leo
Tras la muerte de Ruth, Alina había sido la que más lo había estado apoyando, tanto en su duelo, como en el cuidado de los cachorros.Cuando ella le entregó a Lilly, la propia Alina se ofreció para ayudarle a cuidar a la pequeña, y dado a que él no tenía ni idea de bebés, él aceptó su ayuda de buen agrado.Si bien al principio sus propios padres también le habían ayudado con la pequeña, al poco tiempo ambos tuvieron que volver a la ciudad, pues formaban parte del escuadrón que buscaba al vampiro. Por lo que, la misma noche en que sus padres se marcharon, Alina decidió hablarle de los gemelos, algo que, lejos de asustarlo, lo llenó de emoción, pues ahora tendría tres pedacitos que habían sido parte de su compañera.Así que, apenas amaneció aquel día, los dos se dirigieron directamente a la tienda de Laisha para que la mujer pudiese instruirlo en el cuidado y necesidades de los híbridos.Fueron muchas las noches las que él y Alina pasaron en vela cuidando a los tres pequeños, sin embarg
Capítulo 44: ¿Estarás a mi lado?
Tras aparcar el auto en el garaje, Dante le indicó a Anna que subiera con su madre para que pudiese explicarle el funcionamiento del teléfono, mientras que él, esperaba a Chloe para llevarla a la habitación de invitados.Tras acceder, Anna besó su mejilla, se aferró a la caja donde venía el nuevo teléfono de su madre y subió escaleras arriba, mientras que él, se dirigió directamente a la puerta principal para esperar a Chloe, quien llegó al cabo de unos diez minutos, lo que le indicó al joven, que la loba estaba bastante inquieta.― ¿Cómo te sientes Chloe? ―le preguntó a la joven mientras ambos subían por la escalera― ¿Respecto a qué tema? ―preguntó Chloe con una suave risita ―Esta noche pasaron muchas cosas Dante ――Bueno… Con respecto a lo que pasó en Luna Azul ―dijo Dante guiándola al pasillo opuesto de donde se encontraban las habitaciones de la familia alfa―No voy a negarte que el tema me asusta ―admitió la loba ―Si ya de por sí me sentía nerviosa por convertirme en la Luna de
Capítulo 45: Damon tiene el control.
Escuchar esas palabras de la boca de su compañera, llenó su corazón de alegría, por lo que Damon, no pudo evitar aullar emocionado.Esas simples palabras eran todo lo que él necesitaba para finalizar aquel día tan ajetreado, por lo que, sin si quiera querer evitarlo, Dante la besó con ferocidad, casi con hambre.Por algún motivo, durante todo el día y, sobre todo, tras el incidente de Otto, él había estado ansiando sentir cerca a su compañera, extrañamente, quería asegurarse de que ella seguiría a su lado sin importar lo que pasara, por lo que sus besos, continuaron su recorrido hasta su cuello, el cual, besó con desesperación mientras que sus manos luchaban con toda prenda que se interponía entre él y la suave y delicada piel de su compañera.Al sentir como sus caninos amenazaban con sobresalir, él la tomó de los muslos, haciendo que ella lo envolviera con sus piernas por la cintura mientras él retomaba el asalto a sus labios.Dejándose llevar, muy lentamente, Dante fue arrodillándos
Capítulo 46: El valle de Afrodita.
―Maldita sea… ―gruñó Dante dejándose caer al lado de Anna ―Juro que jamás en la vida tendré suficiente de ti ―Ante sus palabras, una radiante sonrisa se dibujó en el rostro de Anna.―Yo tampoco ―dijo Anna acomodándose a horcajadas sobre él ―Por cierto, ¿qué hay de ese lugar privado que dijiste que ibas a buscar? ――He pensado en uno, pero, no estoy seguro de si será de tu agrado ―dijo Dante llevando sus manos a las caderas de su compañero ―No es muy discreto ――Pensé que el objetivo era conseguir privacidad ―dijo Anna arqueando una ceja antes de recostarse sobre su pecho―Bueno, tendríamos privacidad, ese lugar suele estar vacío, sin embargo, el problema radica en su ubicación, está a plena vista ―dijo él antes de besar su cabeza―La casa de hospedaje ―murmuró Anna―Esa misma, por lo general, los guerreros están del otro lado de la puerta, por lo que no podrían vernos u oírnos, sin embargo, debes admitir que es un lugar transitado, por lo que tarde o temprano, alguien nos vería entra
Capítulo 47: Charla entre Alastor y Zeth.
― ¿A Rónan? ¿Para qué? ―preguntó Alastor sintiendo como todo su cuerpo se tensaba ―― ¿Recuerda lo que hablamos la última vez sobre las Familias Reales? ―le preguntó Zeth tendiéndole un pequeño vaso con whiskey―Sí… ――Bueno, mi padre no acepta la negativa del alfa Dean Amato, así que quiere ir personalmente a hablar con él para presionarlo ――Zeth, ¿no puedes hacer algo para cambiar el día de su visita? Anna, Dante y Basil van a estar ahí este fin de semana ――Lo sé, no se preocupe, el viejo me lo dijo ―se apresuró a decir Zeth ―Sin embargo, lo más que logré hacer fue adelantar el viaje ―dijo sentándose justo frente a él ―Mi padre y yo llegaremos mañana a Niebla Profunda y con suerte, estaremos viajando a Armería ese mismo día en la noche―― ¿Estás seguro? ――Sí, aunque, si estas noticias pueden ser buenas para Anna y los demás, no creo que sean buenas noticias para el alfa Dean y el joven Amato ―― ¿Por qué? ―preguntó Alastor deteniendo el camino de su vaso de whiskey a hacia sus la
Capítulo 48: ¿Noche ocupada?
Alrededor de las seis de la mañana, Dante bostezaba mientras abría las cortinas de la habitación, lo que provocó que su compañera, quien yacía cómodamente en la cama abrazando la almohada que hasta hacía unos minutos él había estado usando, soltara un gruñido de protesta.Divertido por su queja, él se acercó a ella y besó su frente antes de dirigirse al baño, donde abrió el armario de blancos para sacar una pequeña caja de madera, donde Anna escondía los brebajes que Chloe le había preparado para impedir que quedara embarazada.Para su desgracia, sólo quedaban dos frascos, el que Anna tomaría esa mañana, y el que, por su puesto se llevarían a Rónan.La verdad era que le habían pedido a la hechicera que les preparara una buena dotación para el viaje, sin embargo, no habían contado con que el celo de Anna se cruzaría casi en la fecha límite y acabaría con casi todas sus reservas.“Al menos nos quedan esos métodos humanos” ―gruñó Damon con pereza“Sí, y hablando de eso” ―dijo Dante dirig
Capítulo 49: Su primer viaje.
―Un poco… ―balbuceó Dante, quien, pese a que era evidente que Iva ya había visto el chupetón, trató de no girarse hacia a ella―Sólo te tomo el pelo ―dijo Iva riendo ―Sé que mi niña ha crecido, ¿quieres café? ―preguntó a la vez que señalaba la cafetera que tenía su lado―Se lo agradecería mucho ―dijo Dante sentándose a la barra con los ojos clavados en la enorme variedad de platillos―Por favor, sírvete, Dona hizo esto para ustedes, se quedó en la casa de la manada para prepararlo todo, y, por cierto ―dijo Iva tras entregarle su taza ―Trata de masajearlo durante el camino, bastarán con unas horas para que desaparezca ―dijo golpeando su propio cuello con sus dedos―Gracias Luna ―dijo Dante cubriendo su cuello con su mano―No le des importancia Dante, es algo natural, además, anoche sentí la ansiedad de mi hija, por lo que supuse que algo pasaría entre ustedes, así que opté por tomar el remedio que me preparó Chloe para dormir profundamente ―dijo Iva haciendo un gesto despreocupado ante
Capítulo 50: Buena suerte.
Al llegar al portón principal, Dante se estacionó junto a su propia camioneta, la cual, estaba estacionada frente la casa de juntas, donde fueron recibidos por Gino y Naoki.―Buenos días, señorita Anna ―la saludó Naoki tras abrirle la puerta del auto―Buenos días Naoki ―lo saludó Anna alegremente antes de guiarlo a la casa de juntas, la cual, tenía abierta la puerta corrediza que estaba junto al comedor ― ¿Cómo te sientes? ――Emocionado ―dijo el hombre con una sonrisa ―No puedo esperar para poder reunirme finalmente con mi familia ――Entonces al mal paso darle prisa ―dijo Neilan colocando una caja de madera sobre el comedorEn la caja, podían apreciarse cinco botellas, las cuales, contenían un espeso líquido de color verdoso, el cual, parecía tener un sabor amargo, pues cada vez que los chicos la bebían, ninguno podía evitar hacer un gesto de desagrado.Con un suspiro resignado, Dante destapó dos botellas, y se apresuró a entregarle una a Anna, quien, de mala gana, se bebió el contenid