Confundida por la risa de Egan y por el sigilo de Dante, Anna frunció el ceño.
― ¿Qué sucede? ―preguntó la joven
― ¿Recuerdas que te dije que Lysander tiene alma de cachorro? ―
―Sí, ¿por qué? ―
―Porque, querida Annita, hay cosas que jamás cambiarán sin importar el tipo de entrenamiento infernal que lleves ―dijo Egan, quien trataba de contener la risa, pues, a través de la puerta, podía escucharse un suave canturreo
Con sumo cuidado, Dante abrió una de las puertas de la cocina antes de hacerles un gesto para que se acercaran.
―Panecito, jamoncito y quesito ―cantaba Lysander alegremente, cuyo trasero, sobresalía por la enorme puerta de la nevera ―Tomatito, lechuguita y un poquito de aderezo oh sí, oh sí… ―tarareó el beta alegremente
Al ver que Anna estaba a punto de soltar una carcajada, Egan se apre
―Basta… ―gruñó Dante antes de ponerse el teléfono en la oreja ―Félix, ¿Cómo estás? ―― “Dante, que bueno escucharte, ha pasado tanto desde la última vez que hablamos” ―dijo Félix alegremente ― “No me puedo quejar, me va bien, pero, creo que a ti te va mejor” ―dijo con algo de picardía― “Enhorabuena por encontrar a tu compañera” ――Gracias Félix, soy afortunado ―dijo Dante sonriendo― “Entonces… ¿Tú y Anna vendrán como pareja?” ――Sí y no, en realidad, iré en el lugar del alfa Alastor ―― “¿Y eso? ¿El alfa se encuentra bien?” ――Sí, sí, tranquilo, es solo que, el alfa realizará un viaje que le tomará algo de tiempo, así que, como el compañero de Anna, me pidió de favor que me ocupara de su manada en su ausencia ―― “Entiendo, bueno, siendo así, que sepas que tienes todo mi apoyo, si necesitas algo, no dudes en llamarme” ――Te lo agradezco Félix, es bueno saber que sigo contando contigo ―― “¿Para qué somos los mejores amigos?” ―dijo Félix despreocupadamente―Ese vendría a ser yo ―dijo
Emocionados por las palabras de la joven, Adeline y Connor corrieron hacia Elizabeth, quien colocó uno de sus dedos sobre sus labios indicándoles que guardaran silencio.― ¿Cómo lo sabes? ―preguntó Adeline en un susurró―Por su aroma y por los latidos del bebé ―dijo Elizabeth, quien tras dejar el pastel que llevaba en las manos, se apresuró a abrazar a Egan, quien le dio suaves palmadas en la espalda―Eso explica cómo es que llegaron tan rápido ―dijo Lysander ―Seguramente vienen del hospital ――Eso supongo, ya que el hospital está…―Interrumpiendo la explicación de Elizabeth, un agudo y emocionado chillido resonó desde la sala de estar, provocando, que Dante se apresurara a dejar la cocina al reconocer el grito de su compañera.―Por la diosa, que sólo está emocionada, ¡exagerado! ―se mofó Lysander del joven alfa haciendo reír a los demás― ¿Vamos a ver? ―le preguntó Connor a Adeline, quien asintió y se apresuró a seguir a su amigoCuando ambos chicos llegaron a la sala, se detuvieron
Ante la sonrisa cómplice que Anna y Dante se dedicaron, Camelia suspiró y dirigió su mirada hacia Iva, quien también observaba a la pareja.―Vale, entonces, ya que todo está dicho, ¿comenzamos el festejo? ―preguntó Gael emocionado acercándose a la pareja―Gael… ¿Te comiste mis delicias de fresa? ―preguntó Anna al percibir el suave olor del azúcar― ¿Yo? ¡Claro que no! ―exclamó Gael retrocediendo un par de pasos ―Pero… ¿Qué no se supone que te ibas a cambiar? ―preguntó al notar que Anna, solo se había puesto unos jeans ajustados, y unos botines que, casualmente, hacían juego con la sudadera color borgoña de Dante―Me cambié ―dijo Anna levantándose la sudadera para mostrarle que se había puesto su uniforme otra vez―Oh, no, por Selene, dime que no vuelves al estilo práctico ―se lamentó Elizabeth, quien se había colocado entre Connor y Adeline―Es mi cumpleaños, déjame en paz ―gruñó Anna―Además, yo creo que ese estilo le queda muy bien ―dijo Dante―Entonces sin duda volveré al estilo pr
Ante la simple palabra que la joven soltó, todos dirigieron su atención a Gael, quien retrocedió un par de pasos cuando Alastor soltó un gruñido.“Diosa, si sigue así, voy a tener que recurrir a esa mujer para que verifique mi teoría…” ―pensó Gael ante los arranques de ira de su alfa, quien normalmente, era una persona amable y tranquila― ¿De verdad necesitas la sangre de Anna? ―preguntó Egan, quien también observaba con desconfianza el frasco en las manos del hechicero―Síp, ahora que, si no les parece, podríamos tomar la del alfa Alastor, sin embargo, creo que sería mejor tomar la de su propia compañera ――Qué tal si primero nos explicas qué es eso ―dijo Basil, cuyo ceño fruncido, indicaba su incomodidad y desconfianza―Ay por Selene, ¿por qué me ven así? Ni que fuera a hacerle algo malo ―gruñó el hechicero―Porque cualquier brebaje que lleve sangre, no debe ser tomado a la ligera ―intervino Egan, quien dirigió su mirada hacia Chloe, quien había apretado su mano con suavidad ― ¿Ya
Ante la petición del hechicero, Egan y Basil fruncieron el ceño, Alastor, por su parte, simplemente suspiró y negó con la cabeza antes de dirigirse a su mentor.―No te preocupes, seguramente solo son recomendaciones ―dijo Alastor tomando a Basil por el hombro ―Vamos, nos están esperando ――Vale… ―susurró el alfa antes de seguir a Alastor― ¿Yo también tengo que irme? ―preguntó Anna cuando Gael le hizo un gesto al ver que se quedaba quieta―Te lo devolveré enseguida, te lo prometo estrellita ―juró el hechicero al mismo tiempo que levantaba su mano derecha―Vale… Está bien ―masculló Anna antes de seguir a Pía y a Lysander― ¿Por qué tanto misterio? ―preguntó Dante limpiándose la mancha de sangre que le había dejado la pequeña herida de Gael―Quería decirte el por qué es que decidí hacerte este brebaje ―dijo Gael con un tono serio, uno muy poco usual en el hechicero―Pensé que lo habías hecho con la finalidad de ayudarme a proteger Loto de Luna ――Claro, en parte lo hice por eso, sin emb
Tras intercambiar un par de palabras más con Lysander, Dante se dirigió al grupo donde estaba su compañera, la cual, se apresuró a tomar su mano apenas él ocupó su lugar justo a su lado.Sentir el calor de la mano de su compañera en la suya, lo hizo sentir una profunda paz, la cual, lo hizo creer que no existía otro lugar en el mundo en el que él quisiera estar.Anna sonreía y charlaba animadamente con todos sus seres queridos, lo que hacía evidente que la joven loba era feliz disfrutando la compañía de todos, y para Dante, eso era lo más importante.Sin embargo, si bien intentó participar activamente en la conversación que se mantenía en la mesa, las palabras de Gael resonaban una y otra vez en su cabeza.Si bien se sentía seguro de sí mismo y de su capacidad para proteger Loto de Luna, la sola idea de que alguien intentara quitarle a su compañera solo para hacerle daño, comenzaba a hacerlo sentir inquieto, sobre todo, al recordar las explicaciones de su abuelo.Según lo que le había
Al verse descubierto por su confidente, Alastor sonrió y se dio la media vuelta para clavar su mirada en las cristalinas aguas del lago.― ¿Está nervioso mi señor? ―― ¿Acaso soy tan evidente? ―preguntó Alastor clavando su mirada en una pequeña familia de patos que justo entraba para darse un chapoteo―No mi señor, ha sabido ocultarlo muy bien ――Emmet, ¿estoy haciendo lo correcto? ―Ante la pregunta de su alfa, Emmet suspiró y se colocó junto a Alastor, quien le dedicó una rápida mirada.―Si usted cree que es lo correcto, entonces lo es ―dijo Emmet con simpleza ―Además, creo que, sí alguien en el mundo merece una explicación, ese sería usted ――Lo sé, pero, Emmet, tengo miedo… ―admitió el alfa ―No sólo de las respuestas que vaya a encontrar, sino que, también, temo por la seguridad de todos… ――Puedo entenderlo mi señor ―dijo Emmet sentándose en una enorme roca cercana a ellos, lo que le permitió ver como Don y Byron, reunían unos cuantos leños para encender una fogata ―Además, no se
Ante el tono meloso de su hermano, Mendel, Tabatha rodó los ojos.―Déjame ―le gruñó Tabatha a la joven que estaba con ellaTras una reverencia, la joven mujer adoptó su forma lobuna y se adentró al bosque para dejar que Tabatha atendiera su llamada.― “¿Te gustó mi regalo?” ―le preguntó Mendel―Ha sido útil, ¿dónde la encontraste? ―― “¿Me creerías si te dijera que fue ella la que me encontró a mí?” ――No ―dijo Tabatha con tono aburrido ― ¿Dónde la encontraste? ―repitió la mujer haciendo un gesto de desagrado al ver como Anna se unía al joven guitarrista para cantar una canción― “Sí que me conoces” ―dijo el hombre ― “Me la encontré en nuestro antiguo hogar” ―― ¿A qué fuiste a ese lugar? ―― “Últimamente había estado pensando en dejar de vigilar esas ruinas, pues nadie había puesto un pie en esa isla desde que decidimos esparcir los rumores de que estaba mal dita, claro, eso pensé hasta que mis perritos me alertaron de Diana” ―― ¿Qué hacía ahí esa niña? ―― “Al parecer, su padre es