Sin dar tregua a su recorrido, Anna se acercó a la mesa de acero, la cual, ahora lucía vieja y algo oxidada.Decidida a dejar su pasado atrás, la joven estudió la mesa detenidamente.En ella, pudo ver las jeringas, el acónito, e incluso, el paño con el que Ella, había limpiado su espalda herida tras los brutales azotes que Lucien le había dado.―Aquí fue… ―susurró al encontrar una pequeña y apenas visible mancha de sangre en el borde.Justo en aquel lugar, Anna pudo verse así misma deslizándose por ese mismo borde hasta caer al piso, justo antes de que Lucien, se apresurara a colocarse encima de ella.Con total desagrado, observó como Lucien comenzaba a recorrer su cuerpo con sus manos antes de sujetarla por los brazos para, inmediatamente después, pasar su lengua lentamente por su cuello con toda la intención de morderla, por lo que, asustada, Anna cerró sus ojos fuertemente, sin embargo, al hacerlo, la imagen cambió completamente.Ahora, en lugar de Lucien, Dante era quien estaba en
Al ver la sonrisa que Anna les dedicaba a ambos, Dante asintió y le sonrió de vuelta su compañera, quien se apresuró a volver con ellos ―Gracias Byron ―le susurró Dante ― ¿Hablaste con mamá? ―le preguntó Anna a su guardián ―Sí, la Luna ha dicho que estarán todos aquí en un rato, y, además, me dijo que enviaría por los Rizzo y por la señora Alda ― ―Genial ―dijo Anna alegremente ― ¿Qué hay del alfa Basil y la Luna Catherine? ―le preguntó a Dante ―Yo hablaré con mi padre, no te preocupes ―dijo Dante tomándola de la cintura para acercarla a él ―Byron… ¿Pueden adelantarse por favor? ―le pidió al delta sin apartar los ojos de su compañera Entendiendo lo que Dante quería, el lobo se puso a Ares sobre los hombros y corrió directo a la cabaña mientras que jugaba con el cachorro durante el trayecto. ― ¿Qué sucede? ―le preguntó Anna con curiosidad ―Quería preguntarte, ¿qué fue lo que te hizo cambiar de opinión? ―le preguntó en un susurro al mismo tiempo que acariciaba su mejilla con suavi
―Lo lamento nena, no tengo mucho, la última vez que vine, fue la navidad del año antepasado ―dijo Dante tendiéndole una camisa blanca y unos pantalones cortos ―Espero te sirva…― ―Servirán ―dijo Anna sonriéndole ―Solo quiero cubrirme hasta que mamá llegue ― ―Vale… ―dijo Dante observando como Anna se aferraba a la ropa que acababa de entregarle ― ¿Puedo usar tu armario para vestirme? ― ―Claro, no tienes ni que preguntarme cariño ―respondió él mientras se sentaba en el borde de su cama ―Vale, ya vuelvo ―dijo ella sonriéndole Sin decir nada, Dante asintió y la siguió con la mirada todo el camino hasta su armario, donde la joven, se escabulló rápidamente, algo que le pareció adorable, pues ella, continuaba aferrándose a su ropa. “Se suponía que ibas a llegar con tu hermano y con tu beta” Ante la notable irritación de la voz de su padre a través del enlace, Dante rodó los ojos. “Lo lamento papá, pero te lo dije antes de salir de Gretza, quería estar con Anna, ya no podía más…” “Lo
Al notar que Anna estaba por alegar, Dante se apresuró a sujetar su rostro con ambas manos.―No te disculpes ―se apresuró a decir ―En ese entonces tú no sabías nada, así que creí que, lo más justo, era que decidieras por ti misma… Yo… No quería aprovecharme de nuestro vínculo, sobre todo, cuando noté que los sentimientos de mi hermano podían ser correspondidos ―masculló Dante acariciando sus mejillas con sus pulgares ―Aunque si te soy honesto, muchas veces me arrepentí de haber hecho las cosas así, en primer lugar, por no haber tomado en cuenta tu opinión, y, en segundo lugar, porque me aterraba la idea de que lo escogieras a él ―― ¿Y si lo hubiera hecho? ―preguntó Anna―Le hubiera pedido al alfa que cortara nuestro vínculo ―dijo Dante con un tono que provocó que Anna se sintiera culpable de tan solo haberlo preguntado ―Como no me habías reconocido, tú ni si quiera te hubieras enterado, y el alfa, como el licántropo que es, hubiera podido romper el vínculo fácilmente…―masculló el jov
Frustrado por las palabras del cachorro, Dante gruñó irritado antes de dejarse caer sobre su cama antes de cubrir sus ojos con una de sus manos.―Me dijo que venían en camino, no que ya estaban a punto de llegar ―Ante su frustración, Anna rio y se apresuró a levantarse de su regazo―Míralo por este lado cariño, hiciste bien en detener lo que estábamos haciendo, si nos hubieran descubierto, sí que habríamos dado mucho de qué hablar ――Lo sé, lo sé… ―gruñó Dante antes de enderezarse ―Bajaré yo primero, de hecho…. Me gustaría pedirte algo cariño…―masculló al mismo tiempo que recorría con su mirada el cuerpo de su compañera de pies a cabeza La sola imagen de ella parada frente a él, vestida con nada más que su ropa, estaba provocando que las ganas de retomar lo que estaban haciendo y de mandar al diablo a los demás, lo dominaran por completo.― ¿Qué cosa? ―preguntó Anna con curiosidad― ¿Podrías esperar a que la Luna traiga tu ropa? ―preguntó Dante algo inquieto― ¿Por qué? ―preguntó la
Ante la pregunta de su hijo, Catherine asintió.―Tu padre había elegido una compañera en Gretza, una joven loba con la que había comenzado a salir a sus diecisiete años ―le contó con algo de nostalgia en la voz ―Tu padre iba a casarse con ella una vez que se hiciera con el título de primer alfa en Sangre Protectora, sin embargo, todos y cada uno de los acontecimientos sucedidos lo trajeron a mí ――Pero mamá… ¿Eso no causó problemas entre ustedes? ――No hijo, tal y como te acaba de decir, nuestro compañero es nuestro único y verdadero amor, y si bien al principio me molestó, terminé por entender que, en su momento, ella era importante para él ――Mamá… ¿Confías en papá? ―preguntó Egan agachando la mirada―Ciegamente hijo, a final de cuentas, la diosa nos unió y ambos nos entregamos a nuestro destino, además, tu padre me ha demostrado su amor de mil maneras, una de ellas, es haciéndome entender que, si bien ella fue importante en su pasado, ahora y por el resto de la eternidad, yo soy la
En silencio, Dante observó a su hermano fijamente.Como era evidente, el pequeño y discreto gesto de Egan no le pasó inadvertido, y pese a que Damon le exigía que dijera algo, él optó por guardar silencio.Anna y Egan eran amigos, además, tenían una historia juntos, por lo que su cercanía, era algo que no se podía evitar, además, Egan y él, eran hermanos, por lo que inevitablemente, ambos coincidirían muchísimas veces en el futuro…Si bien entendía eso y se repetía que no debía sentir celos, no hacerlo le había resultado imposible, pues el joven, tenía grabada la tristeza que había sentido en su pecho cada vez que Egan la besaba.Sí, habían sido solo dos veces, pero esas dos veces, habían bastado para hacerlo sentir miserable, y aunque Egan se había esforzado por convencerlo de que s
Confundida por la risa de Egan y por el sigilo de Dante, Anna frunció el ceño.― ¿Qué sucede? ―preguntó la joven― ¿Recuerdas que te dije que Lysander tiene alma de cachorro? ――Sí, ¿por qué? ――Porque, querida Annita, hay cosas que jamás cambiarán sin importar el tipo de entrenamiento infernal que lleves ―dijo Egan, quien trataba de contener la risa, pues, a través de la puerta, podía escucharse un suave canturreoCon sumo cuidado, Dante abrió una de las puertas de la cocina antes de hacerles un gesto para que se acercaran.―Panecito, jamoncito y quesito ―cantaba Lysander alegremente, cuyo trasero, sobresalía por la enorme puerta de la nevera ―Tomatito, lechuguita y un poquito de aderezo oh sí, oh sí… ―tarareó el beta alegrementeAl ver que Anna estaba a punto de soltar una carcajada, Egan se apre