Capítulo 12
Ran se ocupaba con destreza de los asuntos pendientes de ese día. Lo más que quería era salir pronto y recoger a Watanabe. Su secretaria le dio aviso de que tenía una visita sin agendar, pero que el hombre insistía en verlo. Al preguntar quien era, la mujer le dijo que se llamaba Raúl Sánchez. El hermano de Alexa entró un poco tímido en el gran despacho, pero se tranquilizó al ver la gran sonrisa con que lo recibía el que alguna vez fue su cuñado.—¡Raúl! ¿Qué te trae por aquí? ¿Quieres tomar algo? —ofreció como si recibiera a alguno de sus importantes socios.Cierto que nunca habían tenido mucha relación, y ni siquiera lo conoció mientras con su hermana, pero después habían coincidido muchas veces en festejos familiares y aunque el chico era joven y no muy hablador, se llevaban bien.—No, Ran, gracias. Solo querría hablar contigo de algo y… bueno. Sé que no somos tan cercanos, pero quisiera pedirte algo —le expresó, con tranquilidaCapítulo 13—Cuando dije que no quería casarme, me refería justo a ese momentito, no dije que no quisiera ser tu esposa algún día —afirmó con contundencia.Ran la miraba creyendo creerla, pero eso no era lo que él recordaba y frunció las cejas. Le llegó el recuerdo de hace unos años, el día que fue ilusionado y decidido a pedir la mano de la chica, a la mansión de los padres de ella. Al entrar fue recibido por Aiko como siempre que iba a la casa. Llevaban tiempo saliendo a citas y hablando por las noches largo y tendido.Se llevaban bien y habían conectado, aparte de que ella parecía encantada con sus atenciones y con el descaro del hombre, bastante más mayor y experimentado que ella, y que a la hora de seducirla no se refrenaba.—Hola, Ran. ¿Cómo es que has venido hoy?. No te esperaba —sonrió feliz Watanabe. Era para ella una alegría cada vez que lo veía. Ran era un hombre muy especial y la decisión de cambiar de prometido, al final resultó un ac
Capítulo 13—Cuando dije que no quería casarme, me refería justo a ese momentito, no dije que no quisiera ser tu esposa algún día —afirmó con contundencia.Ran la miraba creyendo creerla, pero eso no era lo que él recordaba y frunció las cejas. Le llegó el recuerdo de hace unos años, el día que fue ilusionado y decidido a pedir la mano de la chica, a la mansión de los padres de ella. Al entrar fue recibido por Aiko como siempre que iba a la casa. Llevaban tiempo saliendo a citas y hablando por las noches largo y tendido.Se llevaban bien y habían conectado, aparte de que ella parecía encantada con sus atenciones y con el descaro del hombre, bastante más mayor y experimentado que ella, y que a la hora de seducirla no se refrenaba.—Hola, Ran. ¿Cómo es que has venido hoy?. No te esperaba —sonrió feliz Watanabe. Era para ella una alegría cada vez que lo veía. Ran era un hombre muy especial y la decisión de cambiar de prometido, al final resultó un ac
Capítulo 15Las separaciones son cada vez más largas, pues Aiko tiene mucho trabajo con su carrera. No ha elegido una titulación sencilla y cada semestre es cada vez más agotador por las exigencias de las materias y los profesores. Realmente está tan saturada que cada noche llega y se tumba en la cama deseando la muerte.Intenta contestar a todas las llamadas de Ran, pero se le hace literalmente imposible y además él se enfada cada vez más por no obtener respuesta sin entender que la niña no puede estar todo el tiempo pendiente de su teléfono. En su corazón empieza a sentir demasiada presión de parte de su novio y eso no la hace sentir bien, al contrario, empieza a sentir algo de rechazo porque una vez más la necesidad de control sobre ella es agobiante. No ha llegado hasta aquí´para seguir viviendo igual que antes y eso su novio tiene que entenderlo por las bunas o por las malas. Así que deja de contestar a sus llamadas.Por su parte, Ran cada vez menos p
Capítulo 16—Soy el nuevo profesor de la materia y estaré aquí durante el resto del semestre. Me pueden llamar señor Kaito —se presentaba así un nuevo docente de Matemáticas financieras. El anterior se dio de baja repentinamente al parecer por problemas familiares graves.Más de un suspiro llenó el espacio donde se apiñaban los alumnos de tercer año. Las jovencitas sintieron de inmediato, atracción por ese bizarro profesor que dejaba ver descuidadamente sus brazos bajo la camisa arremangada y que lucía bohemio y formal con sus gafas de montura dorada. La ropa no le hacía justicia. Se notaba el cuerpo marcado y firme, era alto y de hombros extremadamente anchos. Incluso Aiko reconoció un rato más tarde en la cafetería, lo guapo que era, riendo con sus amigas. Todas se dieron cuenta de que el hombre era de origen japonés como ella y le insinuaron que indagara sobre su familia como una manera de acercarse. Aiko movía la cabeza riendo. No tenía ningún interés
Capítulo 17Aiko esperó pacientemente hasta que las luces del antro se encendieron dando la señal de que había acabado la diversión y ya no quedaba sino el personal dentro del recinto. Salió de su escondite arrastrándose y sintió que las piernas le dolían terriblemente de estar en la misma posición tanto tiempo, así que las golpeó suavemente para que recuperaran la circulación. Fue eh ese momento que algunos de los camareros la divisaron y uno le preguntó con sorpresa qué demonios hacía allí. La chica se encogió un poco.En realidad, fueron amables con ella y entendieron la situación. No era la primera vez que veían como alguna linda chica terminaba drogada y mal parada por culpa de algún sinvergüenza y aunque tenían seguridad dentro del recinto controlando ese tipo de situaciones, no siempre podían actuar. Entre tanta gente era fácil hacer salir a una chica pequeña como ella y hacerle dios sabía qué.Llamaron un taxi para ella y le encargaron a uno de los
Capítulo 18Raúl está esperando, impaciente en la cafetería donde tienen su cita. Está tremendamente emocionado desde que aquella pequeña compañera de trabajo se dirigió a él para pedirle salir. No la conoce bien, porque en la empresa pasaba el tiempo solo dedicado a sus tareas. Era la primera vez que se integraba en el ambiente laboral y además con alguien cercano y no quería quedar mal, ni dejar mal a su hermana frente a Ran. Casi llegó a ser su cuñado, si no fuera por los avatares de la vida, que los separaron, y a pesar de que su hermana Alexa ya estaba casada con otro y Ran comprometido con Aiko, el chico seguía teniéndole aprecio y considerándolo familia.Miró su reloj una vez más. La chica se retrasaba un poco. Empezó a temer que todo fura una broma y que en realidad no llegara. En esos pensamientos andaba y casi estaba por levantarse e irse cuando la vio aparecer. Pequeña y bonita, con esa piel de alabastro de las asiáticas y con ese cuerpo de muñeca, que n
Capítulo 19Aiko regresó al apartamento después de un día agotador en la universidad. Estaba intentando retomar sus rutinas y no dejarse amedrentar por los sucesos de la semana anterior. Ran no estaba nada contento con eso y pretendía que se fueran de vuelta a Japón de inmediato, pero una vez más contó con el apoyo de sus suegros, especialmente del señor Masaharu que convenció a su hijo para que aceptara pasar el tiempo que le quedaba a la chica de clases. Al fin y al cabo, ya casi acababa ese año. Ran aceptó a regañadientes. Mientras ella iba a la universidad, su novio aprovechaba para arreglar algunos asuntos de la corporación Masaharu. Al acercarse a la puerta, tuvo una extraña sensación, como si alguien la estuviera observando. Se volvió y vio a un hombre parado a cierta distancia. Era atractivo, con una mirada misteriosa. Aiko se sintió incómoda por su presencia y se apresuró a meter la llave en la cerradura. Estando a punto de entrar, escuchó su voz.
Capítulo 20Ran subió al avión seguido de todo su séquito. Se le veía hermoso y poderoso con su abrigo y sus gafas de sol, mientras el viento despeinaba su larga cabellera negra. El sol de la tarde caía. Todo había salido a pedir de boca y en este momento su prioridad era retornar al país del sol naciente. Con su linda cerecita, desde luego.................Aiko despertó en un ambiente extraño para ella. Ya no estaba atada y aunque se sentía desorientada, notaba que el ambiente no era hostil, como sería de esperar. De hecho, estaba tumbada en una cama, abrigada, con una camisa larga y cómoda de seda. Si había sido secuestrada, era el rapto más delicado de la historia, pensó en medio de su neblina mental. Intentó no moverse mucho por si alguien la observaba. No quería delatarse antes de tiempo y hacerles saber a sus captores que estaba despierta y dispuesta a la lucha o la huida en cuanto tuviera oportunidad. Sin embargo, allí no había nadie. Abr