Todos avanzamos acabando con los lobos usando nuestra energía para golpes contundentes que reduce los lobos luchando. Como les ordene a mis hombres, ellos son despiadados, al punto que cuando no son capaces de luchar con los lobos, se transforman en su versión humana, para dispararles.
Por eso, dejo a mi gente a cargo de todo el caos, mientras yo busco a Nate quien es el único que me interesa ahora. Aunque su olor puede percibirse, al estar en zonas abiertas, el aroma se disipa con el aire y es rápidamente reemplazado por las aromas de cada lobo que aquí se encuentra.Causando ello que sea difícil para mí encontrar al hombre que tanto deseo matar. Varios lobos se interponen en mi camino, pero, fácilmente los asesino, porque por mucho que sean buenos peleando, no pueden compararse a mí, quien trabaja matando a lobos.— No gasten su energía protegiendo al líder que cobardemente se ha oculCamino sonriendo satisfecho porque todo ha terminado con esos desgraciados, pero, mis lobos aúllan anunciando que hay algo mal. Por eso, corro a su encuentro implorando que no esté relacionado con mi esposa.— ¡Señor! — dice uno de los lobos.— ¡¿Qué sucede?! ¡¿Qué ha pasado?! — pregunto alterado.— Uno de los lobos que asesinamos nos dio una información que…— ¡¿Qué dijo?!— Sabían que haríamos esto, por eso, su sobrino se marchó con sus mejores lobos.— ¿A dónde?— Al territorio de la luna dorada. — dice Aarón.De inmediato, corro hacia Elise deseando que ella este bien, porque si algo le sucede, no lograré vivir más tiempo. Porque sea que la vuelva a ver o no en el cielo, debo asegurarme de que ella no me odie por no haberla pr
Tres días despuésNarra EliseCada minuto que pasa, el hombre que tanto quise en mi vida pasada, desaparece con las acciones de la actualidad. Porque aunque es evidente que no podía esperar que fuera igual a mí en mi vida pasada, en esta vida, somos similares.Los dos hacemos parte de una misma especie y aunque él sea un alfa y yo una omega, no debería mostrarse ello con su posesividad y agresividad al hacer las cosas. Porque aunque no me ha golpeado, si considero una violencia que Reymond haya limitado mis movimientos encerrándome aquí.— ¿Cuándo me dejarán salir de aquí? — pregunto a Carolina, mi acompañante a este calvario.— Bueno, señora Perasi, no sabría decirle. A mí solo me dieron la orden de quedarme con usted hasta que me dieran una nueva orden. Así que, no sabría decirle.— Ni siquiera sé
Me parece sorprendente que alguien pueda cambiar tanto. Se supone que lo único que no cambia es el alma y que es esta quien hace que tengamos pensamientos similares aunque reencarnemos varias veces.Lo he visto cuando era una diosa y por eso, uno suspiraba profundo, porque los humanos cometían el mismo error en cada vida en la que reencarnaban. Por eso, me sorprende tanto que Reymond sea tan diferente a como era en su vida pasada.‘¿Acaso fue programado para que se comportará así? Quizás este sea mi castigo real.’ Me digo mentalmente.— ¿Estás bien con esto? — pregunto incrédula.— Yo lo estoy. — dice él rompiendo mi ropa para inhalar el olor de mi cuerpo.— ¡Pues yo no lo estoy! — exclamo molesta, con muchas ganas de apartarlo de mi cuerpo, pero, como antes… como siempre, no responde a mis ordenes cuando Reymond está
Mis recuerdos de la vida pasada me hacen comprender quien es, por lo que, me asusto al tener una visita no permitida por el cielo. Aunque a ella le importa poco romper las reglas solo para hablar con nosotros.— ¿Qué haces aquí? — pregunto aturdida.— No deberías hablarle así a tu amiga. — dice Freynhea.— ¿Amiga? ¡Freynhea, estas a cargo del mundo de los humanos y mira lo que me has hecho sufrir!— Muy bien lo dijiste, estoy a cargo del destino de los humanos, pero, ¿tú eres humana?— Yo…Freynhea tiene razón. El hecho de que me vea como humana, no quiere decir que lo sea. Por eso, no debe sorprenderme que ella no pueda hacer algo por mí y aunque pudiera, la tendrían muy vigilada para hacerlo.— ¿Por qué no viniste antes? — digo intentando levantarme, pero, Reymond lo impide.&mdas
Es el final. Debo despedirme de una vida que por siglos disfruté. La mujer que descendía a la tierra para deleitarse con los libros y obras románticas, ahora no solo no está viviendo una, si no que, ya no podrá escuchar o ver alguna.Mi castillo, todas las oraciones que los humanos me enviaban y cada dios o diosa que conocí, desaparecerán hasta que la muerta Elise no pueda siquiera pensar en ellos. Toda mi vida, la que si amé vivir, ya no podré tenerla.— No puede ser posible. — susurro mientras mi vista se nubla.— Mira el lado bueno…— ¡¿Qué es bueno en todo esto, Freynhea?! ¡Voy a morir, Freynhea!— Todos los que están en el planeta tierra mueren. Ningún ser vivo posee la inmortalidad. Así que, eso iba a suceder.— ¡No es justo! ¡Yo no dividí mi alma! ¡¿Por qué
La información que recién se me ha revelado, me ha dejado sin palabras, por lo que, solo me queda meditar todo lo que amar a la persona errónea… no, se supone que estábamos destinados, así que… en fin.No debí relacionarme con mi destino, porque no era del mismo lugar que yo. Por eso, ahora estoy en una situación, donde el hombre por el que he recibido el castigo, no es el hombre que estaba y tampoco puedo regresar a mi hogar y pedir disculpas, porque este es mi final, mi última estación antes de desaparecer.— Elise, reacciona, por favor. Deja de actuar como si estuvieras muriendo. Eso no es bueno para el bebé.— Vete, por favor. Quiero estar sola. — digo en un susurro.— Te quitaré la cadena, para que recorras todo el bunker si lo deseas, pero, deja de estar como si estuvieras en un trance donde solo sé que sigues viva porque lloras. —
Poco me importa todas las maravillas que me dicen que puedo ver al salir, tampoco me llama la atención irme de campamento, compras o cualquier tontería que se les ha ocurrido. Como no tengo amigas en este mundo, tampoco pueden tentarme al mencionarme que alguien conocido vendrá.Por lo que, sus esfuerzos en levantar el ánimo son en vano al punto que salimos del bunker con los suspiros de ellos y las quejas de todo lo que Reymond pudo haberme hecho y justifican porque estoy así.— Señora se ve muy hermosa, ¿Por qué no se concentra en eso y que va a salir del bunker? — dice Carolina cuando termina de arreglarme.— Ya nada me importa. Si salgo o no, no es mi problema. — murmuro.— Pensábamos que el señor Perasi exageraba cuando dijo que usted estaba actuando diferente y que no había forma de hacerla feliz, pero, ahora comprendo que solo estaba diciendo la verda
Aunque no quería reírme, por la noticia mortal de mi vida, con las chicas era imposible estar seria, porque solo pasan diez minutos cuando una nueva locura se les ocurre y por eso, terminan en un desastre.— Están locas. — digo mientras continuamos la caminata hacia un parque.— Siempre lo están, señora Perasi. Por eso, las tengo cerca. Ya que, mi vida es compleja y ellas hacen que las cosas sean soportable. — dice Korina.— Bueno, al menos no soy la única en que la diosa Luna se concentra para darle desgracias. — digo y Korina me observa confundida.— ¿Cree que la diosa Luna solo la observa para darle desgracias? — pregunta Korina y yo suspiro profundo.— Algo así.Korina va a decirme algo, pero, los chicos se acercan a mí, por eso, ella se queda en silencio. Jay, me informa un cambio de planes y por eso, subimos a los autos para ir a un