Quién iba a saberlo, la madre de Alina, Karina, con la cara sombría, empujó la puerta y, al entrar, vio a Alina parada en el patio. Enseguida, la ira se apoderó de ella, agarró una escoba junto a la puerta y, con la escoba en la mano, se abalanzó hacia ella para golpearla.

Los niños de otras familias llegan a casa y son atendidos con buena comida por sus padres, pero Alina siempre vuelve a casa para hacer las tareas del hogar, aunque no se queja mucho, incluso si a veces se siente mal por las palabras de desprecio y miradas maliciosas en la escuela, al ver la situación en casa, ¿qué más puede decir?

El peso en los hombros de su padre es demasiado grande, se levanta temprano y trabaja hasta tarde todos los días en el pueblo, pagando las cuotas escolares de ella y cubriendo todos los gastos de la casa, manteniendo a cuatro personas en la familia, el trabajo duro es evidente.

Y la madre ni hablar, además de hacer todo el trabajo en el campo, también tiene que cuidar de su hermano menor,