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En ese momento, tenía muchas ganas de llorar. Simplemente, sentía que tenía mucha mala suerte. Lo que la preocupaba aún más era que la piel de su cuerpo le picaba un poco. No sabía si era una quemadura.Quitó la ropa que había sido salpicada por la fuerte lluvia, y luego vio que el cabestrillo de adentro también estaba empapado. Así que decidió quitarse el suéter y la ropa interior y escurrirlos antes de bajar a cambiarse.Luego encogió ligeramente los hombros porque tenía frío y se dio la vuelta para ir al espejo de la pared para ver si había manchas rojas en su cuerpo, pero tan pronto como se dio la vuelta, la puerta del baño no estaba cerrada por pánico, y de repente se abrió y alguien entró.Tan pronto como el chico entró, vio la figura en el baño, miró a la chica medio desnuda frente a é

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Por fin, debido a la enfermedad, no tuvo que subir la casa de Andrés. El resfriado puede ser contagioso, pero por suerte ella tenía el número de teléfono. Con solo hacer una llamada, ni siquiera necesitaba entrar por la puerta. No se hacía ilusiones de que se morirían de hambre sin ella, ahora es fácil contratar a una empleada doméstica y hay tantas opciones de comida para llevar.Dicen que cuando te enfermas, es como si te cayera una montaña encima. Estuvo enferma durante cuatro o cinco días. Todos los días, Alina intentaba beber mucha agua y descansar, y cuando tenía hambre, se levantaba con esfuerzo para prepararse algo de comida rápida. Durante los primeros dos días, alguien tocaba a la puerta y, al levantarse aturdida, veía una bolsa colgada fuera de la puerta llena de medicinas y muchos suplementos nutritivos valiosos. Por supuesto, ella sabía quién los

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La anciana miró a la chica, vestida con un abrigo azul marino, con un cuello blanco como la nieve, el pelo recogido en una cola de caballo negra y brillante, llevaba unos vaqueros negros ajustados en las piernas y había llevado botas de montar. La chica era tan guapa y tan rara vez servicial que la anciana se preguntaba por qué su nieto no hacía un poco más de esfuerzo. Chicas tan bonitas y serviciales como ella eran realmente escasas. Pensando en la actitud de su nieto, sacudió la cabeza.——Ven, hace frío afuera. Con esa enfermedad, ¿cómo puedes salir así?——, la anciana la invitó a sentarse y luego se preocupó: ——¿Estás bien ahora? ¿Cómo te enfermaste?——Eloise no había preguntado antes, y una vez que lo hizo, Alina recordó lo del otro día. Al principio, tal vez se había sentido mal

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Andrés finalmente le dirigió la mirada. ——¿Qué pasa?——Alina sostuvo la llave y lo miró directamente. ——Tengo algo que preguntarte.——Él se bajó de la máquina y se puso frente a ella, mirándola con superioridad desde arriba. Esta altura intimidó a Alina, quien retrocedió instintivamente para mantener una distancia segura.Él tomó una toalla para secarse el sudor.La mayoría de los chicos de dieciocho años no se preocupan tanto por desarrollar sus músculos. Alina siempre había pensado que Andrés era un hombre tranquilo y educado, bueno en los estudios y en el baloncesto, pero eso era todo. Sin embargo, ahora descubría que él se ejercitaba todos los días. Aunque no estaba excesivamente musculoso, su cuerpo estaba bien formado; delgado con músculos visibles, i

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Alina escuchó las palabras y se giró enojada, pero lo que vio en sus ojos fue una mezcla de envidia y furia nunca antes vista. En un instante, el chico de buen corazón se desmoronó en su mente, y en el momento en que sus ojos se encontraron, él bajó la cabeza de repente y la besó con fuerza.Un beso es un acto íntimo entre personas que se aman, pero cuando hay resistencia, se convierte en una herida. Alina intentó apartarse, pero él la mantuvo firme, su fuerza era abrumadora. Ella apretó los labios con todas sus fuerzas, tratando de poner fin a esta situación absurda, pero sus labios suaves fueron mordidos con fuerza, causándole dolor. Intentó cerrar la boca, pero él aprovechó la oportunidad y se introdujo aún más, haciéndolo casi imposible de cerrar.Nunca había imaginado que los labios de alguien pudieran ser como un cuchillo lle

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Alina no se molestó, ya que los había llevado para ella.——No comas demasiado, pueden causar indigestión——, le advirtió, sacando sus libros escolares y preguntando:——¿Qué dijiste antes?————Ah, dije que si fuera hombre, casaría contigo——, respondió Aurora.Los compañeros de clase cercanos no pudieron evitar reírse.——¿Aurora, a quién estás pretendiendo?——, preguntaron.——¡Vete!——Aurora dijo mientras algunos de sus antiguos compañeros de clase se acercaban para reírse.——¡No sabéis, Alina hace muchas cosas deliciosas. Estos bollos de batata son muy buenos. ¿Por qué no prueban...?——Dijo mientras se levantaba para repartirlos uno por uno. Alina, viendo esto, solo pudo sacudir l

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Cuando levantó la vista, vio a Andrés, que se había cortado el cabello corto y parecía más animado, también sosteniendo una bolsa de basura, mirándola.Hacía casi un mes que no se hablaban. Alina solía evitarlo como la peste, e incluso cuando lo veía, no decía ni una palabra. Había dejado claro su actitud, y sabía muy bien que Andrés tenía un gran sentido del orgullo. Si ella no le mostraba una buena cara, él nunca se atrevería a ser insistente.Y así llegamos a este tipo de encuentros como si no nos viéramos, con la apariencia de enfrentar a un gran enemigo.Alina lo vio, se levantó y pensó en irse, pero él bajó y dijo:——Dame la basura, te ayudo a tirarla——Alina no le prestó atención y continuó arreglándose.Sin embargo, cuando se levant

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