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Cuando ve que Alina ha traído muchas cosas, Karina no puede evitar comentar: "¿Para qué gastas tanto dinero? Tenemos todo lo que necesitamos en casa, y puedes comprar todo en la ciudad. ¿Por qué te molestas en traer cosas desde la ciudad?" Pero al ver el cangrejo, de repente, su rostro se ilumina: "Oh, has traído cangrejos. Son gordos de verdad. ¿Has gastado mucho dinero en ellos? Deberías usar la asignación que te doy para comprar algo para ti misma mientras estás fuera, pero en lugar de eso, estás gastando dinero en casa. En fin, más tarde cocinaré algunos para que tu abuelo y los demás puedan probarlos."

"Madre, puedo ayudarte a prepararlos."

"Vete, vete. Puedo manejar esto en la cocina. Ve a ver tu habitación. Tu padre la ha dejado especialmente para ti. Está a la derecha, subiendo las escaleras. Si estás cansada, descansa un rato. Te llamaré

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