La noche de otoño era un poco fría, un chico llevaba a una chica malhumorada y melancólica por la calle, y muchas personas se daban la vuelta para mirar. Las cosas hermosas siempre atraían más miradas, especialmente cuando el chico extendió la mano y tomó la mano de la chica, y luego la colocó en el bolsillo de su corta chaqueta azul.

Desde que el chico la había llevado, desde que la había llevado con él, hasta que mostró ese pequeño gesto de cuidado, poco a poco, la montaña de hielo en su corazón comenzó a derretirse.

Además de mantener una expresión tensa en su rostro, finalmente no era tan obvio que estaba actuando a regañadientes.

La noche en el mar era muy fría, y Alina lo sintió profundamente por primera vez. Pensó que con su suéter de lana sería suficiente, pero incluso en el barco se hab&i