–Oscar, tu celular está sonando – le muevo la pierna para que se despierte, pero él está tirado en mi cama como una roca, bueno, sería una roca si no estuviera roncando tan fuerte – no entiendo como tu novio quiere mudarse contigo, ¿Ya se enteró de lo mucho que roncas? – le pregunto.
Él suelta un gruñido y se acomoda un poco mas en la cama, yo agarro su celular y lo pongo en silencio para que no lo despierte, el hombre se merece descansar, por lo menos uno de los dos debe estar lucido el dia de mañana, porque definitivamente esa no voy a ser yo.
Son casi las tres de la mañana y estoy sentada en la silla de mi escritorio, abrazándome las piernas y pensando en cómo voy y a hacer para soportar las horas que me quedan por delante. No sé cómo voy a verlo caminar al altar, pero entre mas lo pienso, mas me doy cuenta de que en realidad yo no voy a dejarlo
Me quedo fría como una piedra, ¿Qué está haciendo John aquí? ¿Por qué se aparece en mi casa? ¿Por qué ahora? Son las preguntas que viajan en un vaivén dentro de mi cabeza, estoy como aletargada y ni siquiera soy capaz de moverme para acercarme y darme cuenta si él realmente está aquí o si solo es un holograma.–Morgan, el hombre dijo hola – Oscar me pellizca el brazo y me susurra al oído.–Parece que hubieras visto a un fantasma – suelta John mostrándome esa sonrisa torcida de la que me enamore por primera vez hace ya un par de años.Tenerlo aquí me hace sentir como si nada hubiera cambiado, John sigue siendo el mismo romántico empedernido que regala flores y que se encarga de comprar para ti el peluche mas lindo sobre la faz de la tierra. Se siente como si nada hubiera cambiado. El problema es que, en realidad, to
–¿Qué te dijo John? ¿Por qué está aqui? – me pregunta Oscar. El desayuno no se ha terminado y mi madre se niega a que ninguno de nosotros se vaya de la mesa, incluso le pedí que me dejara ir al baño y me miro con ganas de querer matarme, este es el ultimo desayuno que pasamos todos juntos antes de que Kate sea una mujer casada y al parecer se han tomado la ocasión como algo serio.Miro de reojo a Oscar y lo veo escribiendo en su celular por debajo de la mesa, parece un estudiante de colegio asustado porque la maestra pueda verlo.Leo la nueva notificación que me llega, otro mensaje de él y entonces me decido a desbloquear el celular porque si no la vibración me va a enloquecer.–¿Qué quiere? – le respondo.–Que me digas que hace aquí el bombón de tu exnovio.Frunzo los ojos – no se te ocurra inte
La hora se aproxima, la emoción se siente latente en cada una de las personas dentro de mi casa, todos corren de un lado a otro, mi madre sube y baja las escaleras como una desquiciada mientras ayuda a Kate a vestirse, mi padre anda por ahí buscando quien le ayude con su corbatín porque resulta que después de tanto tiempo trabajando en casa se ha olvidado de como atar el nudo de su pajarita.–Ven papá, yo te ayudaré – detengo al hombre y llevo mis manos al cuello de su camisa, donde recuerdo con facilidad como atar el nudo.La empresa de John es una de esas organizaciones prestigiosas que constantemente tienen eventos para lucir a sus parejas, bailar y vestirse de forma pretenciosa, John nunca se perdió ninguno de esos eventos y yo siempre tuve que ayudarle a arreglarse la camisa y las corbatas, él no es muy diestro con eso.–Sé que no es tu boda, monita, pero te ves preciosa &ndash
–El amor es el acto de fe mas grande que existe en la humanidad, es dar saltos al vacío, es dejarse caer en los brazos de otra persona confiando de que ese otro no le permitirá caer, es confianza, es pasión, es abrasivo. El amor puede doler y puede sanar, el amor es permitirse creer que, en medio de un mundo cruel, aún hay un rinconcito de esperanza en el que pueden resguardarse… – dice el cura con voz solemne mientras todos en la iglesia lo escuchamos. Yo estoy de pie, a un lado de Kate Bell, viendo como ella agarra de la mano y espera el momento para prometerse por el resto de su vida al hombre a quien yo amo. Jared por otro lado, permanece inexpresivo, no sonríe, pero tampoco se ve perturbado, y no lo entiendo, sé que muchos hombres no suelen demostrar sus emociones, pero me cuesta creer que una persona pueda comportarse de una manera tan fría y rígida.Ese hombre es como una muralla,
El tacto de su piel contra la mía es cálido, siento los cayos en sus manos a causa de las pesas que le gusta levantar en el gimnasio y enseguida me invaden los recuerdos de sus dedos sobre mi rostro, mi piel, mi abdomen y cada maldita parte de mi cuerpo. Me estremezco, pero me recompongo enseguida.«Camina derecha, Morgan, un pie después del otro, derecha, izquierda» me repito mentalmente mientras trago saliva y me muerdo el interior de la mejilla. Si ni siquiera puedo caminar, no sé como demonios voy a lograr bailar con un hombre que hace que el mundo se me mueva completamente.Jared Walker es como un terremoto, ¡Justamente eso! Se metió en mi vida, hizo desastres y ya no sé como olvidar todos los estragos que ha causado, cuando pienso que puedo seguir adelante y dejarlo atrás entonces él hace una de estas cosas que me confunde y hacen que mi corazón tiemble.¿Por qué
–¿Podrías dejar de beber tanto? – le pide Kate a Jared.–Es nuestro matrimonio, se supone que debemos festejarlo, para eso se inventó el alcohol, para festejar, ¿O acaso no es así? – le responde él de una forma completamente tosca.Yo los oigo discutir desde mi lado de la mesa y me llevo la copa a la boca para sorber un poco de la champaña que aun me queda, el ambiente se siente tenso y sumamente incomodo. Solo estamos John, Kate, Jared y yo, porque mis padres han estado bailando todas las canciones que han sonado y no sé donde diablos se metió la mejor amiga de Kate. Seguramente debe estársela montando con alguien por ahí.–Si Jared, debemos celebrar, pero no emborrachándonos, por lo menos no todavía, aun nos falta la pequeña celebración que tendremos en el bote por el rio columbia – le dice ella. –&iex
Todos los invitados llegamos al muelle y entonces comenzamos a abordar el barco, yo voy agarrada de la mano de John que no se ha alejado de mi en toda la noche y lo adoro por esto, por no dejarme sola y por acompañarme cuando mas lo necesito.–Algun dia el matrimonio que estaremos celebrando será el de ustedes – susurra mi madre en mi oído, muy bajito para que John no alcance a escucharlaYo volteo a verla y le sonrió al tiempo en que arrugo la nariz, no voy a discutir con ella en este momento porque creo que ya hay suficiente tensión en el aire con todo lo que está pasando entre Jared y Kate, pero sinceramente yo no creo que vaya a casarme con John, el hombre está bien, es guapo y durante mucho tiempo me sentí como en casa cunado estaba entre sus brazos, pero esas emociones ya pasaron, y aunque vayamos a volver a intentarlo, hay algunas cosas que yo considero irreparables, cosas que son necesarias par
–¡De verdad que estás ebrio! – es la única explicación que encuentro para darle sentido a la estupidez que acaba de decir.–¡No! Es decir, ¡Puta madre! Si, estoy ebrio, pero esa no es la razón por la que te estoy diciendo esto. Miro a mi alrededor, no me había dado cuenta de que estamos en la cabina del capitán del bote, ¿Qué estamos haciendo aqui? ¿Dónde está el capitán? ¿Qué está pasando? Me siento como metida dentro de una mala película, solo que algo me dice que esta es una de esas películas en donde las cosas no terminan bien, esas en las que en cualquier momento el asesino aparece y apuñala por la espalda a la protagonista. –Jared, no debemos estar aquí – me encamino a la salida.–No me importa si debemos o no estar aquí, Morgan, créeme,