Sigo buscando alguna cosa que pueda ponerme para cubrirme, no me atrevo a bajar a la mesa de comedor usando todavía solamente la camiseta vieja de Jared, no con el genio de mi padre y con las ganas que tiene mi madre de quitarme el apellido Bell, pero parece que todos mis pantalones se esfumaron, ¡Debió haber sido Kate! Siempre quiso que yo le regalara mi ropa, pero yo siempre me negué.
Busco en una caja de ropa vieja y encuentro una sudadera de tela afelpada que tiene la palabra Bitch en el culo escrita con diamantes minúsculos plateados, ¡Genial! Seguramente mi madre adorará este pantalón. Ahora que lo pienso bien, no recuero haber comprado este pantalón, yo nunca fui el tipo de chica que usaba cosas rosas ni mucho menos con diamantes falsos.
Me pongo el pantalón y agradezco que la camiseta me cubra el culo, asi no tengo que soportar otra discusión por mi forma de vestir.
Agarro tambien
–Estoy orgulloso de ti, Morgan – me dice Oscar.Yo lo miro de reojo, sus palabras están cargadas de sarcasmo – ¿Tu? ¿Orgulloso de mi? Pero si hasta hace un par de días querías que me lo follara – le recuerdo.–Todavía quiero que lo hagas, tu sabes, nada mas por la experiencia.–¡Aja! ¿Entonces porque me mientes? Admítelo, dime que estás decepcionado y que esperabas más de mi – lo molesto dándole un codazo amistoso por el costado.–Porque después de anoche me prometí a mi mismo volverme una persona diferente.–Anoche nos cambió a ambos, ¿Eh?–Si, creo que Samuel va a terminar conmigo.–¿Te refieres a tu novio que todavía no conozco? ¿El mismo al que le has puesto los cachos como mil veces?–¡No lo digas de esa forma!
La chica frente a Jared me mira con los ojos bien abiertos mientras la champaña empapa todo el cuerpo del hombre, ¡Se lo merece! ¡Por idiota, por perro y por don Juan! Yo siento un fresco de satisfacción mientras la copa se queda vacía, siento que me he desquitado por cada una de las cosas hirientes que me ha dicho Jared a lo largo de toda esta extraña relación que hemos mantenido él y yo.Vuelvo a dejar la copa de cristal sobre la mesa y entonces sonrío de medio lado, ¿Me siento bien? Por supuesto que sí, le he dado su merecido, y por algo dicen que no hay nada mejor que la venganza.Jared se mira la ropa mojada y entonces me ve directamente a los ojos, tiene mirada de que podría matarme ahora mismo, pero no me interesa, estoy harta de este papel de víctima, estoy cansada de que siempre intente parecer una persona inocente frente a todo el mundo, cuando yo sé la verdad, s&e
–¿Segura que vas a estar bien? – me pregunta Oscar mientras el taxi se detiene frente a mi casa, yo miro a un lado, a esa casa blanca con ventanas azules oscuras y entonces suelto un suspiro. –Si, estaré bien – respondo.–¿Segura? Puedo entrar contigo si quieres, podemos quedarnos un rato afuera o podemos ir a casa por un rato – Oscar trata de darme ánimo moral, pero después de la idiotez que acabo de hacer no hay nada que pueda levantar mi ánimo.Me lo merezco, por haber actuado como un psicópata sin escrúpulos. ¡joder! Lo bañe en champa, ¿Por qué no podia simplemente acercarme y preguntar quien demonios era ella? ¿Era muy difícil?–En algun momento debo volver a casa, asi que al mal paso darle prisa – miro a mi amigo y sonrío de forma falsa – además tienes cara de zombi, seguramente q
Conduzco como una loca a través de la ciudad, incluso me salto un semáforo en rojo, espero que no haya ningun policía por ahí porque eso terminaría de coronar el pastel del desastre que es mi vida. No quiero que Jared guarde la cristalería equivocada y entonces mi madre me eche la culpa a mi por no haber llegado mas rápido, tampoco quiero volver a limpiar el desastre del matrimonio de Kate, asi que entre más rápido vaya con él y le de el mensaje que mi madre me mando, más rápido podré volver a casa para ver películas con mi padre.Miro el reloj en la pantalla del auto, son casi las siete de la noche, si me doy prisa llegaré al club en un par de minutos. Busco mi celular palmeando el asiento del copiloto con mi mano, pero no hay nada, ¡Agh! Olvidé el teléfono en casa sobre la mesita de centro de mi habitación, es que mi madre no me dio tiempo ni s
–¡Por favor! – grito y le doy una palmada a la puerta – ¡Tienen que sacarnos de aqui! ¡Estamos encerrados aqui! – grito tan alto como puedo.La garganta me duele, mi mano está roja de tantos golpes que le he dado a la puerta y estoy entrando en un nivel de desesperación crónica, estoy al borde de las lágrimas, en serio, no quiero quedarme aquí encerrada, ¡joder! Eso me pasa por quedarme a ayudar en un sitio en el que nadie queria mi ayuda. Bueno, Alfonso si la queria, pero eso no era suficiente para que me hubiera quedado. Después de todo, si debí haberle obedecido a Jared, debí haberme largado a lo que tuve oportunidad.No sé a que duende fue al que mate que ahora tengo esta suerte de mierda, no es justo, no soy una mala persona, tampoco soy la más santa, pero no merezco… en realidad si lo merezco, «recibes lo que siembras, Morgan» H
Jared me quita la blusa, dejándome únicamente en un top que uso a modo de sujetador y los jeans puestos, mi cuerpo tiembla de deseo mientras él lo recorre con sus manos claramente experimentadas, mis ojos persiguen los suyos mientras me desnuda, me gusta ver su pupila dilatarse, me gusta saber que se debe a mí, que soy yo quien causa todas estas sensaciones dentro de su cuerpo, me hace sentir que aunque sea por un mínima fracción de segundo, su corazón me pertenece, incluso aunque eso no sea mas que una mentira que me gusta decirme a mi misma para sentirme menos peor con respecto a todo lo que está pasando.–Eres preciosa, Morgan – susurra y me quita el top, dejando mis tetas al descubierto delante de él, yo bajo ligeramente la vista y me doy cuenta de que tengo la piel erizada y los pezones erguidos, todo mi cuerpo lo quiere y lo necesita.–Eso piensas ahora que estoy diferente – gr
–Jared, ¿Sientes esa vibración? – le pregunto.Levanto la cabeza de su pecho y me froto los ojos con las manos porque estaba a punto de quedarme dormida encima de él, si no hubiera sido por una leve vibración proveniente de no sé dónde.–Estás dormida, no sabes lo que dices o escuchas – él me aprieta contra su cuerpo y envuelve sus brazos alrededor de mí, impidiéndome moverme.Yo frunzo el ceño, no estoy loca, no completamente todavía, y estoy segura de estar escuchando algo, es como… algo muy parecido a un celular vibrando, pero se supone que nadie tiene celulares aquí, Jared dijo que lo había dejado en el auto y yo estoy segura de que no traje el mío, si lo hubiera hecho de seguro ya no estaríamos aquí encerrados.–Jared, escúchalo – me concentro en el ruido.–Deja de parlot
Atravieso el club con ganas de matar a cualquiera que se atreva a cruzarse en mi camino, ¡Joder! Estoy cabreada, humillada y me siento como una completa idiota, no sé como fui capaz de creer en él, no sé cómo fui tan idiota para pensar que todo eso de verdad estaba sucediendo porque asi debía ser.Pensé que era una señal del universo, las estrellas o Dios, pensé que el hecho de que Jared y yo estuviéramos encerrados era parte de un plan mucho mas grande del que él y yo podíamos ver, pero jamás me imaginé que ese plan no fuera del universo sino del imbécil ese, ¡Es que Jared cuando no la caga a la entrada, entonces lo hace a la salida!No entiendo que clase de basura tiene en la cabeza ese idiota, ¿Por qué tenía que engañarme? ¿Nada más para acostarse conmigo? Lo que hizo fue algo realmente muy bajo, descendió has